Pulsos de la política provincial

Hacia la voluntad del soberano

Por Darío H. Schueri

Como en las competencias automovilísticas, los casi 19.000 candidatos y precandidatos que se postulan para cubrir los 1.500 cargos electivos en juego en la provincia de Santa Fe, clasificarán mañana domingo merced al voto popular para las elecciones generales del próximo 14 de junio.

Más de dos millones y medio de ciudadanos empadronados tendrán en sus manos la posibilidad de armar las listas colegiadas (diputados y concejales) para las generales, y dirimir en las internas partidarias cuáles postulantes irán a junio y quiénes quedarán en el camino en la lucha por lograr los cargos uninominales de los Poderes ejecutivos y senatoriales.

Los que solamente cumplen con los aspectos formales de las Paso porque no tienen internas en sus sectores, no deberían sin embargo sentirse tranquilos (de hecho no lo están), pues la preferencia electoral que surja de las Paso los pondrá -o no- en un lugar expectante dentro de la grilla de largada rumbo a las generales del 14 de junio.

Las certezas pueden ser difusas para este grupo de contendientes. Es que a favor de la incertidumbre y las proyecciones hacia junio jugarán, en primer lugar, la cantidad de votantes que asista mañana a las urnas y quienes lo hagan dentro de dos meses; también los que aprendieron a usar las Paso para amonestar a quienes gobiernan, dejándolos con la tremenda y lacerante perplejidad de no saber a ciencia cierta si en junio esa conducta se repetirá.

Y después, están quienes ahora se meten en la interna de algún Frente o partido al que no votarán en las generales.

Complicada cuadrícula para sacar conclusiones apresuradas. En el mejor de los casos, el resultado provisorio de mañana podría ser analizado como una gran encuesta pagada por el gobierno.

Hace una semana, en esta misma columna describíamos estadísticamente con cuántos votos abrirán las urnas a las ocho de la mañana de este domingo los principales aspirantes a la gobernación de la provincia. Y, de paso, elucubrábamos sobre el particular carácter “revanchista” que tendrán estos dos turnos electorales en Santa Fe.

Nos faltó agregar el condimento nacional que, en esta primera instancia no lo vemos decisivo; pero que indudablemente lo será con vistas a junio cuando los candidatos (sobre todo a gobernador) rediseñen sus estrategias de campaña.

En definitiva, utilizando el lenguaje bursátil, las acciones -los votos- que los ciudadanos depositaron en la última compulsa entre estos candidatos o partidos, les fueron dados en custodia hasta las seis de la tarde de mañana domingo, cuando, de acuerdo con el desempeño por ellos desplegado en todo este tiempo, les serán renovadas con generosos dividendos. O, por el contrario, retiradas sin piedad.

Alarma a priori un estudio realizado en esta capital por la consultora Paneos de Juan Nepote que indica que es considerable que a sólo 4 días de las elecciones exista tan elevado porcentaje de indecisos en todas las categorías: 72 % para intendente; 70 % para gobernador; 82 % en el caso de diputados; y 85% para concejal y senador. El voto en blanco también obtiene un elevado porcentaje en todas las categorías siendo significativo el 12 % en las categorías de concejales y diputados. Además -señala Nepote-, por observaciones de los encuestadores, ajenas al cuestionario, se evidencia un desinterés notable por el acto eleccionario, el conocimiento de los electores y la fecha de votación.

La gente ya decidió

Desde nuestra perspectiva, resulta impensable que ante la inminente elección haya tal grado de indecisión. Si así fuera, estaríamos ante un fenómeno electoral catastrófico que no sólo derrumbaría el tremendo esfuerzo realizado por los candidatos para mostrarse y mostrar sus propuestas, sino que también se deslegitimaría el sistema democrático al resignar los electores el ejercicio del voto para seleccionar a los gobernantes en elecciones libres.

El porcentaje histórico de votantes en las elecciones primarias ronda el 70%, cifra que no traduce el “notable desinterés” por el acto eleccionario que expresan las cifras del referido relevamiento. Quedará por auscultar qué pasa con la marcada indecisión con respecto de los candidatos.

A esta altura, tendemos a creer que la íntima convicción de la ciudadanía empadronada para votar ya definió la suerte de los aspirantes en este primer turno electoral. La sabia veda electoral terminará de consolidar el voto de aquellos vacilantes; sea en soledad o en consulta familiar.

Lo dicho, dicho está por los candidatos. Expusieron sus propuestas, mostraron sus rostros, desnudaron sus tics, exhibieron sus almas, moldearon en el inconsciente colectivo las probabilidades de éxito o fracaso; en definitiva, enamoraron -o no- a quienes tendrán que optar por ellos. Nadie podrá aducir desconocimiento a la hora de votar.

Mañana, la sociedad tendrá la maravillosa posibilidad de elegir a sus gobernantes. Y si no se está de acuerdo con quienes llevan adelante los gobiernos dentro del sistema democrático, quedan unas horas antes de ir a las urnas para pensar seriamente en mejorarlo.

Los votos que los ciudadanos depositaron en la última compulsa entre estos candidatos o partidos, les fueron dados en custodia hasta las seis de la tarde de mañana domingo.