Mirada desde el sur

Canciones socialistas

Por Raúl Emilio Acosta

La política del sur santafesino responde a una de dos canciones. La nave del olvido. Yo vengo a ofrecer mi corazón.

“Espera, aún la nave del olvido no ha partido. No condenemos al naufragio lo vivido”.

“¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón”.

Entre Dino Ramos y Fito Páez oscila el socialismo del sur de la provincia de Santa Fe.

Ésta es la nave insignia del socialismo. Aquí el originador: Guillermo Estévez Boero. Aquí el primer intendente, Héctor Cavallero, después Hermes Binner, posteriormente Miguel Lifschitz. Uno empujaba al otro a fondo. Paladar negro. Genéticamente puros.

En su reelección (2007) Lifschitz triunfó en las 22 seccionales de la ciudad de Rosario. En 2011 apabulló como el senador del departamento Rosario. En 2015 la intendente en ejercicio no alcanzó el 20% de los votos y perdió en todas las seccionales. En todas. De todas a favor a ninguna.

Si el socialismo no consigue, en Rosario, una diferencia de 100.000 votos para la candidatura a gobernador el 14 de junio, la provincia se pierde. Si Mónica Fein no recupera el 38% de los votos que necesita la intendencia se pierde y el socialismo abandona la nave madre, condenando al naufragio lo vivido.

En 2007 Hermes Binner, después de la traición del gobernador Jorge Obeid al peronismo santafesino, triunfó con comodidad en toda la provincia de Santa Fe. El actual gobernador, prohijado por Hermes Binner, le ganó a Miguel del Sel en 2011 por el 3% de los votos. Antonio Bonfatti hoy encabeza la lista de diputados provinciales. Uno hizo el aguante del otro. Ahora no alcanzó. Fue escaso. No fue bueno. Mil razones. Muchas variantes: no hay química. Eso sorprende. Nadie pierde el poder por mala química. Más variantes. Muchos suman el deficiente manejo de la policía, la crisis de seguridad y los cascoteos nacionales por el tema narcotráfico. Suman más causas. En la provincia hay nacionalización de amores. Quieren a Mauricio Macri antes que a Daniel Scioli y/o CFK. Eso votaron, la división nacional entre cristinismo y macrismo. El socialismo, en el entramado nacional, reportaría al FAP/GEN que remite a Margarita Stolbizer. Un progresismo honesto, hidalgo y muy flaco (¿se entiende?). La cuestión es sumar. Fracaso multicausal. Duda súper-difícil: ¿irán los boinas blancas tras Margarita?

Aquí interviene Fito Páez. No todo está perdido, cantan los estrategas. Concilio de ancianos. Fumata sin Bob Marley. Guarden a la Fein que poco ayuda, retomen el discurso con Bonfatti pueblo por pueblo. Busquen a Binner y olviden los enojos. Besitos cariñosos.

Fíjense: Macri /Reutemann /Del Sel /Anita Martínez se volvieron poco menos que imbatibles. Reutemann siempre les ganó a los socialistas. Tendrán que ofrecer el corazón. ¿A quién? Fito Páez no lo dice. Al único que precisa un corazón y la provincia en manos de cualquiera, menos en las manos del PRO.

“No será tan fácil como pensaba”, puede cantar Miguel Lifschitz. Remontar una ciudad y una provincia perdidas. “Nunca perdió una elección”. Eso aseguran en su entorno. Es CFK quien puede dar más estructura, dinero, logística, operaciones sucias, más dinero, más construcción territorial al “progresismo honesto, hidalgo y muy flaco” (¿se entiende?). Aceite de ricino multicausal.

Moebius se presenta, la curva de la cinta parece que te saca pero te trae al mismo lugar. Es el abrazo a los embajadores de Cristina el acto que debe mensurarse. Rosario se dejó invadir. Les sonrieron a los K y las internas arrojaron sus números.

Aquí Macri /Reutemann /Del Sel /Anita Martínez le ganaron a los socialistas y los kirchneristas y esperan más votos radicales y votos triunfalistas. Red carpet en la ciudad y la provincia. Chita la boca hasta el 14 de junio a la noche.

La otra duda metódica. Si gana el PRO peronismo gana una vertiente del peronismo. Mañana puede ser otra lista. Si gana el socialismo plantan la tercera administración progresista. En los arrabales peronistas del cristinismo este pensamiento es esgrimido contra el armado kirchnerista para salvar al socialismo.

El peronismo K define pero cuidado: hay un cantor clandestino. También el radicalismo define. Los dos vicegobernadores son radicales paladar negro. Para ellos, como corresponde, otra canción. “Creo que nadie puede dar, una respuesta, ni decir qué puerta hay que tocar; creo que a pesar de tanta melancolía, tanta pena y tanta herida, sólo se trata de vivir”. Un lío bárbaro, porque Lito Nebbia es rosarino, sí, pero peronista.