En toda la provincia y en un período de tres años

Unos 8 mil chicos enfermos recibieron educación en sus casas o en hospitales

El Ministerio de Educación garantiza el servicio educativo a los chicos o adolescentes que, por razones de enfermedad, se ven imposibilitados de asistir a sus escuelas. Hubo una jornada de capacitación para 200 docentes del centro-norte provincial.

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Formación. Doscientos maestros se capacitaron este martes en la escuela Moreno, en la atención educativa de los chicos enfermos que no pueden asistir a la escuela. Foto: Flavio Raina

 

Mariela Goy

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Un total de 8.113 niños y adolescentes, que atravesaron situaciones de enfermedad entre 2011 y 2014, pudo continuar sus estudios gracias a la modalidad domiciliaria y hospitalaria que el Ministerio de Educación hizo extensiva a toda la provincia.

El número de alumnos atendidos bajo este sistema se conoció el martes, durante el 4to. Encuentro de la Modalidad Educativa Hospitalaria y Domiciliara en Santa Fe, realizado en la escuela Moreno, de calle Ituzaingó 1814, donde recibieron formación alrededor de 200 docentes provenientes de localidades del centro-norte provincial.

La modalidad domiciliaria y hospitalaria cumple un servicio esencial: se ocupa de brindar educación a niños que deben permanecer en reposo por un largo período porque padecen problemas respiratorios crónicos, traumatismos derivados de accidentes domésticos o de tránsito, pacientes oncológicos o con otro tipo de patologías.

La jornada tuvo como propósito dar a conocer los modos de implementación y funcionamiento de la modalidad. De esta manera, los docentes reflexionaron sobre los sentidos pedagógicos, éticos y políticos puestos en juego. El encuentro estuvo encabezado por Ximena Artigues, coordinadora de la Modalidad Hospitalaria y Domiciliaria del Ministerio de Educación.

“Recién nos estamos capacitando para cuando alguno de nuestros alumnos necesite de este servicio”, dijeron a El Litoral dos docentes rafaelinas que participaban del encuentro. Una de ellas, Cintia, admitió: “No sé si me bancaré este desafío cuando me toque el momento, porque a veces son enfermedades bravas, pero al menos decidí capacitarme”.

A su lado estaba Graciela Muttarelli, maestra de nivel inicial de Esperanza, que sí está dando clases en su domicilio a una nena de 5 años que padece leucemia. “Ella tiene unas pilas tremendas, quiere hacer todo lo que se pierde en el jardín. Me espera ansiosa y se acuerda de todo lo que dimos en la salita de 4 años, así que me pide tal o cual actividad. A veces es difícil: llego a su casa y la veo con esa carita y las manchitas en su piel; y respiro hondo para continuar”.

Tarea especial

Al inaugurar la jornada docente, la ministra de Educación, Claudia Balagué, señaló que “esta modalidad es muy particular, tiene una calidez especial, porque son chicos que no pueden ir a la escuela pero quieren seguir siendo parte de ella”.

“En su cabecita llena de dolor y sufrimiento, es muy importante contar por unas horas con el maestro que le lleva educación y le permite ocupar su mente en otras cosas. Es una política fuerte de inclusión educativa que requiere de compromiso y de mucho amor por parte del docente”, subrayó Balagué. Y pidió, tal como lo viene haciendo en los últimos actos, “dar continuidad a estas políticas que están arrojando resultados de calidad”.

Cómo funciona la modalidad

Todos los chicos de la provincia que por alguna enfermedad se ven imposibilitados de asistir a sus escuelas y deben permanecer en reposo en sus hogares u hospitales por más de 30 días, son visitados por sus propios docentes a quienes el Estado les paga horas extras. Son 6 horas por semana en los niveles inicial, primario y especial, y 10 horas para los alumnos secundarios.

Antes, sólo existía esa posibilidad en Santa Fe y Rosario, donde históricamente funcionan las dos escuelas que prestan este servicio. A partir de un decreto de noviembre de 2010 y con el objetivo de que todos los chicos de la provincia y no sólo los de esas dos ciudades puedan contar con esta posibilidad, el Ministerio de Educación tomó la decisión de que los alumnos enfermos que cumplen reposo en sus hogares o están internados, tengan un seguimiento de sus propias docentes o de alguna maestra de su escuela. Por eso, el Estado les paga extra para que vayan al domicilio u hospital, a dar actividades educativas a ese alumno convaleciente.

Entre 2011 y 2014, alrededor de 7.500 docentes fueron convocados para cumplir esa tarea. Ese número incluye a los planteles de ambas escuelas hospitalarias.