Policía baleado

Ahora investigan el caso Cejas como “tentativa de homicidio”

La fiscal que entiende en la causa cambió la carátula, que era “intento de robo”. Hoy, con la presencia del uniformado atacado, se realizaron peritajes en Asuntos Internos.

Joaquín Fidalgo

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Pablo Cejas fue atacado a balazos la mañana del viernes 5 de este mes. Este sargento, que prestaba servicio en el Comando Radioeléctico de Recreo, salvó su vida de milagro a un costado de la Ruta 2, enfrente del Hospital Protomédico. Allí fue baleado por dos sujetos. Nunca dudó de que lo seguían y que directamente trataron de matarlo. A pesar de ello, la causa fue caratulada inicialmente como “tentativa de robo”. En las últimas horas, la evidencia reunida hizo que la fiscal Milagros Parodi determine que el caso sea investigado como “intento de homicidio”.

El hecho mencionado ocurrió cerca de las 7 de ese día. Cejas marchaba en su moto hacia su lugar de trabajo cuando el vehículo se detuvo. Eso era frecuente. Dejaba de funcionar al calentarse, por lo que debía frenar en la banquina y esperar a que el motor se enfríe. En ese momento,- aparecieron dos individuos a bordo de una moto.

El relato del policía es estremecedor: “Vi cómo los dos sacaban sus armas y comenzaban a dispararme desde unos seis o siete metros. Respondí el fuego, pero me pegaron un balazo en el pecho. El proyectil quedó incrustado en el chaleco balístico, pero me sacó el aire. Quedé arrodillado, de espalda a los asesinos. Escuché que uno de ellos gritó: ‘Matalo al cobani’ (policía, en la jerga tumbera). Entonces el otro se me acercó por detrás y me disparó a la cabeza. Para mí fortuna, el tiro pegó en el casco, a la altura de mi nuca, recorrió todo el casco y destrozó la parte frontal, sin pegarme. Era un proyectil de alta velocidad y de punta hueca. Caí al piso desplomado. Seguramente pensaron que me habían ejecutado y por eso se fueron. Me levanté unos centímetros y pude ver cómo se alejaban y después daban la vuelta en U. Ahí les tiré las tres balas que me quedaban y huyeron. Creo que a uno le pegué. Cambié el cargador, esperando a que regresaran a rematarme, pero se fueron”.

Pablo Cejas estuvo hoy en las céntricas dependencias de la División de Asuntos Internos. Allí presenció una serie de peritajes ordenados por fiscales de la Unidad Especial de Homicidios. “Ahí se analizaron mi casco, mi arma y el chaleco, al que se le extrajo un plomo aplastado de 8 gramos, seguramente de una pistola calibre 9 mm. Además, abrieron las bolsas donde estaban las vainas encontradas en la escena. Algunas eran de mi arma reglamentaria, otras del mismo calibre pero de otra pistola y también había calibre 22. Así que por lo menos tres armas se utilizaron en el hecho”, puntualizó este mediodía.

“Quiero pedir disculpas públicamente -agregó- a la fiscal y a los investigadores de Asuntos Internos. Dije cosas muy fuertes el día que me atacaron, pero estaba bajo un fuerte estado de shock. Noto muy buena predisposición de ellos para que el caso se esclarezca”.

A partir del cambio de carátula, el ataque a Cejas será investigado por la Unidad Fiscal de Homicidios. En ese sentido, Jorge Nessier señaló esta mañana que tiene previsto citar al policía para que amplíe su declaración. Por otra parte, aguardaban el resultado de algunos peritajes, para poder avanzar en el caso. También aclaró que las graves acusaciones realizadas por el sargento contra sus superiores seguirán estando en manos de la doctora Parodi.

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“Caí y me dieron por muerto. Pensaron que me habían ejecutado, pero el tiro entró por el casco, a la altura de la nuca, lo recorrió y destrozó la parte frontal sin tocarme a mí”, dijo hoy Pablo Cejas. Foto: Guillermo Di Salvatore