Salud

Prensa UNL - El Litoral

La Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (Assal) detectó en los últimos días la presencia de la bacteria Listeria en una partida específica de alimentos. La bacterióloga de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Emilce Méndez, explicó de qué se trata y cómo prevenir problemas relacionados con ese microorganismo.

A pesar de que existen varios tipos, la que afecta al hombre es Listeria monocytogenes, un bacilo capaz de sobrevivir en distintas condiciones. Puede habitar en los suelos, el agua, los vegetales en descomposición, pero también forma parte de la microbiótica de los mamíferos. “Del 3 al 5 por ciento de los seres humanos la pueden portar en su materia fecal, aunque sin producirle ninguna enfermedad. También las vacas, los pollos o los pavos la pueden tener sin enfermarse, pero transmitirla por medio de las excretas o de los alimentos que se derivan de ellos”, indicó Méndez, investigadora de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de UNL y ex jefa del Laboratorio Central del hospital Dr. José María Cullen.

En este sentido, informó que la única manera de contraer la enfermedad que conlleva la Listeria, la listeriosis, es por medio de la ingestión de alimentos contaminados. A ellos pueden llegar por medio de suelos fertilizados con excretas, por medio de productos derivados de animales, como la leche no pasteurizada, la carne mal cocida o los embutidos. Además, agregó Méndez, se han conocido casos de frutas contaminadas con Listeria.

Cómo actúa

Generalmente la bacteria es inocua para el hombre o, a lo sumo, puede provocar una leve gastroenteritis. Sin embargo, si la bacteria no es eliminada por las excretas, puede pasar al torrente sanguíneo, donde es el hígado el que se encarga de eliminarla. “Si quien adquiere esta bacteria es inmunocompetente, o sea, tiene bien sus defensas, la puede eliminar. Es una bacteria intracelular, ya que viaja dentro de las células, por eso tiene la capacidad de mantenerse viva”, continuó.

Sin embargo, el problema surge cuando un paciente es inmunodeprimido. Son los casos de portadores de HIV, los trasplantados o quienes están sometidos a drogas inmunosupresoras, por ejemplo. Según Méndez, una vez que la Listeria se encuentra en el torrente sanguíneo, puede afectar el sistema nervioso central y producir meningitis. También puede llegar a la placenta y afectar al feto.

“Si se trata de una embarazada que consumió alimentos potencialmente contaminados, debe estar alerta frente a cualquier síndrome febril. Conocemos el caso de una mujer que llegó a término con su embarazo, pero su bebé nació sin vida, con todas las características de la contaminación con Listeria. Fue por eso que investigamos la sangre del niño y se aisló dicha bacteria. Luego, por sugerencia del laboratorio, se buscó el microorganismo en el cuello uterino, donde fue encontrada. Se trataba de una chica del campo, acostumbrada a tomar leche sin pasteurizar, a comer quesos elaborados en su casa. Finalmente, se descolonizó a la mujer y pudo embarazarse nuevamente sin problemas”, contó.

Cómo prevenir la listeriosis

Méndez agregó que para prevenir la listeriosis es importante que los alimentos se encuentren bien cocidos, que los lácteos estén pasteurizados, que los vegetales crudos sean bien lavados y que los embutidos a consumir posean un buen control sanitario. También es fundamental el buen lavado de manos a la hora de manipular los comestibles. “Generalmente, cuando hay un brote los institutos sanitarios emiten una alerta para que la gente evite consumir los alimentos contaminados. Sin embargo, no hay que asustarse, porque los individuos sanos tienen pocas probabilidades de enfermarse. Quienes deben cuidarse más son las personas inmunodeprimidas”, repitió.

Asimismo, apuntó que la ciudad de Santa Fe se encuentra muy bien preparada para salir al paso de la listeriosis. Añadió también que la Listeria es muy fácil de detectar: “Ante cualquier caso de meningitis o de una embarazada en riesgo, la bacteria se puede investigar rápidamente. “En la ciudad contamos con los laboratorios hospitalarios bien preparados y la provincia posee un laboratorio central con el que pueden contar los laboratorios del interior para llegar al aislamiento de la bacteria en caso de que haya sospechas”, completó.

A la vez, resaltó que la listeriosis es fácilmente tratable con antibióticos, por lo cual no hay que temerle. Son tratamientos que la pueden detener. “El mayor síntoma es el de los picos febriles. Puede cursar como una gripe a la que uno no le da mayor importancia, pero debe acompañarse con el consumo de alimentos contaminados con la bacteria”, culminó.