Otra vez entró dormido y le hicieron dos goles (uno de ellos inexplicable) en 15 minutos...

Las siestas de Unión se hacen costumbre y regalos

  • Perdió bien porque como viene sucediendo en los últimos partidos, tiene que remarla de atrás y en desventaja. El resultado pudo ser más amplio a favor del rival.
Las siestas de Unión se hacen costumbre y regalos

Una cara que lo dice todo Así se fue de la cancha Mauricio Martínez, con un rostro que refleja claramente la pobre imagen que dejó el equipo en Victoria. Foto: Matías Nápoli

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Las estadísticas, generalmente frias, muchas veces sirven para revelar verdades y sacar conclusiones. Los números dicen que en los 21 partidos jugados hasta ahora, a Unión le marcaron 11 goles antes de los 15 minutos. Algunas veces fue sólo uno y en otras, como ayer o frente a Racing, dos. La misma estadística señala que únicamente ante Boca se pudo cambiar la historia y dar vuelta el resultado adverso con el que el equipo debió arrancar los partidos. En todas las otras oportunidades, se empató o se perdió.

Lo peor de todo son las formas en que el rival llega al gol. Supongo que debe ser el motivo del enojo no declarado de Madelón, que evitó el diálogo con la prensa después del encuentro y se limitó a decir: “que hablen los jugadores”. ¿Y qué dijeron los jugadores?, asumieron la derrota con autocrítica y hasta mencionaron la palabra “vergüenza”.

¿Desconcentración o qué?, ¿entran dormidos y por eso regalan goles?, es la pregunta que cualquier hincha se hace. En los últimos tres partidos, por ir a los antecedentes más frescos, hubo más de errores propios que de virtudes ajenas. El primer gol de Boca parte de un rechazo fallido de Brítez; en el primer gol de Racing, los defensores dejan que se le vengan y no achican más allá de que la pelota rebota en un jugador de Unión y se desvía; y ayer, cabezazo de Luna (marca de Brítez) en el primer gol y el inconcebible error del segundo: ¿se puede explicar en el fútbol de hoy que se genere un mano a mano con un saque lateral casi desde la mitad de la cancha?, absurdo, incomprensible e inaceptable por dónde se lo mire.

Esos errores (lo del segundo gol, más un horror que un error), hicieron que Unión tuviese que salir a remar el partido y el resultado. Y esta vez no tuvo mucho, desde lo futbolístico, para que la historia sea diferente. Cuando estaba 2 a 0, parecía más cerca Tigre del 3-0 que Unión del descuento; y cuando Rapallini cobró el penal que Malcorra se encargó de convertir en gol, Tigre estuvo más a tiro del 3-1 que Unión del 2-2 más allá de ese buen remate de Soldano que pegó en el palo y que fue lo más claro que tuvo la visita para modificar el resultado.

¿Preocupa?, claro que preocupa. Crea una imagen de falta de solidez y desequilibrio que complica. Además, condiciona el desarrollo posterior, porque todo equipo se debe preparar para la contingencia de ir perdiendo en algún momento del partido, pero cuando le pegan dos mazasos de entrada, las complicaciones crecen y se hacen muy difíciles de sobrellevar.

Preocupa también porque Unión no era un equipo de semejante inestabilidad defensiva como la que mostró en los últimos partidos. Y no sólo es la conclusión por los siete goles que le marcaron, sino porque cinco de esos goles llegaron en los primeros 15 minutos. Esa falta de solidez crea una profunda confusión que se transmite al resto de las líneas. Unión nunca terminó de acomodarse en el partido y fue superado. Tigre consiguió el gran objetivo de atacar en terreno abierto y con espacios, y defender achicándole al mínimo las posibilidades al rival. Típica estructura y estrategia de los equipos de Alfaro (uno de los mejores técnicos del fútbol argentino), que los arma a partir del orden, de la prolijidad, de la reducción al máximo de los espacios al rival y del aprovechamiento de sus debilidades.

Cuando Unión tuvo que salir a buscar el partido, se encontró con un rival que le cerró los caminos. Escaso aporte de Affranchino por derecha, flojo partido de Martínez y sólo el empeño de Malcorra para aprovechar que el juego se volcó mucho por su sector. Lo marcaba Galmarini, pero cuando éste salió, lo corrieron a Godoy. Entonces, se hizo difícil superarlo por afuera y Malcorra redujo su tarea a enviar centros y aprovechar algún tiro libre para complicar con su gran pegada.

Así, el partido se hizo muy claro: Unión quiso empujar pero pocas veces pudo; Tigre esperó bien armado y planteó un partido casi de contragolpe que terminó, en el segundo tiempo, levantando las acciones de Matías Fidel Castro, que terminó siendo de lo mejor de Unión en el rendimiento individual. Conclusión: es indiscutible el resultado, justa la victoria de Tigre y castigo para un Unión que se equivocó inexplicablemente en defensa y que luego no tuvo muchas ideas para torcer una historia que arrancó negativa casi desde el vestuario.

Rivas entró para aportar lo que al equipo le faltó durante los noventa mintuos: claridad. Y Madelón arriesgó en el final con tres delanteros y sumando a Leonardo Sánchez a pararse como “9” esperando un centro que le caiga a la cabeza y que salve al equipo de un resultado por el que hizo bastante poco por modificarlo.

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Pudo cambiar la historia Preciso momento en que Soldano mete un precioso remate combado que se estrellará en el poste de un derrotado D’Angelo. Fue la jugada más clara que tuvo el Tate para empate. No hubiese sido justo. Foto: Matías Nápoli

síntesis

Tigre 2

Unión 1

Cancha: Tigre.

Arbitro: Fernando Rapallini.

Tigre: D’Angelo; Galmarini, González Pirez, Erik Godoy y Goñi; Facundo Sánchez, Arzura, Menossi e Itabel; Federico González y Luna. Estuvieron en el banco: Lugo, Orzán, Pellettieri y Jorge Rodríguez. DT: Gustavo Alfaro.

Unión: Matías Fidel Castro; Brítez, García Guerreño, Leonardo Sánchez y Zurbriggen; Affranchino, Mauricio Martínez, Matías Sánchez y Malcorra; Soldano y Gamba. Estuvieron en el banco: Papaleo, Fleita, Bolzicco y De Iriondo. DT: Leonardo Madelón.

Goles en el primer tiempo: 8m Luna (T); 13m Facundo Sánchez (T) y 41m Malcorra (U) de tiro penal.

Cambios: en el primer tiempo, 21m Santiago Izaguirre por Galmarini (T). En el segundo tiempo, 17m Sebastián Rincón por González (T); 22m Juan Rivas por Matías Sánchez (U); 33m Lucas Wilchez por Itabel (T) y Matías Gastón Castro por Affranchino, y 40m Mauro Pittón por Zurbriggen.

Amonestados en Unión: Leonardo Sánchez, Matías Sánchez y García Guerreño.

 

Empató y está séptima

Tigre y Unión jugaron el partido de reserva como preliminar del cotejo principal (¿cuánto hacía que esto no ocurría?) y brindaron un lindo espectáculo. El encuentro terminó 2 a 2 y Unión fue arriba en el marcador en las dos oportunidades, primero 1 a 0 y luego 2 a 1.

Los goles del equipo rojiblanco fueron convertidos por Gómez Varas y Bruno Pittón, este último un golazo. Mientras tanto, Alexis Castro y Bonadío. Ahora, el equipo de Jorge Mauri, con dos partidos menos, ocupa la séptima posición en la tabla. El resultado de ayer fue el mismo que el equipo había cosechado, días antes, ante Boca en Casa Amarilla.

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No fue el Zurbriggen conocido “Santi” venía teniendo buenos rendimientos, tanto de lateral como de marcador central. Ayer volvió a jugar de “3” y tuvo un flojo partido, quizás el más bajo del torneo. En la foto, peleando por la pelota con Facundo Sánchez, el ex Colón, autor del segundo gol. Foto: Matías Nápoli

bajo la lupa

M. F. CASTRO (6).- Con algunas atajadas en el segundo tiempo, termina siendo de lo poquito para rescatar en el aspecto individual.

BRÍTEZ (3).- Tiene responsabilidad en los dos goles, más allá que en el saque lateral a sus espaldas, tampoco cierra García Guerreño. Un partido para el olvido.

GARCÍA GUERREÑO (4).- En el nivel de dudas e inestabilidad de una defensa que se equivocó mucho y fue frágil.

LEONARDO SÁNCHEZ (5).- Mejoró en el segundo tiempo y terminó jugando de “9”. De todos modos, nada que ver con el jugador seguro y sobrio de casi todo este tiempo que lleva en Unión.

ZURBRIGGEN (4).- Desconocido. Otra actuación llamativa teniendo en cuenta que venía con un nivel parejo, quizás sin sobresalir pero también sin desentonar.

AFFRANCHINO (4).- Aportó muy poca claridad con la pelota en los pies, que es su fuerte. Fue uno de los que siempre estuvo tapado y no hizo casi nada por escapar a esa realidad.

MARTÍNEZ (4).- Al igual que la de Zurbriggen, una actuación llamativa. Venía bien pero ayer estuvo ausente del partido. Levantó un poco en el segundo tiempo, pero siempre lejos de su nivel.

MATÍAS SÁNCHEZ (4).- Le cometieron el penal, aceptable despliegue y punto. Con eso solo no alcanzó para escapar a la generalidad de un equipo que estuvo por debajo de lo esperado.

MALCORRA (5).- A fuerza de buenos centros y algunos tiros libres, se convirtió en el jugador más peligroso de Unión. Intentó el desborde, aunque lo concretó en pocas ocasiones. Pocas buenas y muchas malas con la pelota en juego.

GAMBA (4).- Muchas ganas pero poca preponderancia. Se movió por todo el frente de ataque y las peleó a todas, pero casi siempre perdió. Adentro del área, nada.

SOLDANO (5).- Tuvo una a su favor en el segundo tiempo y no fue gol porque el poste salvó a D’Angelo. Armó una buena jugada y definió bien.

RIVAS (4).- Voluntad para pedir la pelota pero poca claridad, producto quizás de que los espacios estuvieron cerrados en el campo de Tigre.

M.G.CASTRO.- Casi no entró en juego. Se paró adentro del área pero la pelota no le llegó.

M. PITTON.- Se paró de lateral por izquierda cuando el equipo quedó con tres atrás porque Sánchez se fue a jugar de centrodelantero.