Era el presidente de la entidad

Falleció Ángel Meynet, uno de los fundadores del Code

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Pasión. Meynet enseñando astronomía a un grupo de estudiantes secundarios. Foto: Archivo El Litoral

 

De la Redacción de El Litoral

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Ayer falleció Ángel Meynet, uno de los fundadores del Centro de Observadores del Espacio (Code), que tiene su base en el observatorio de la Costanera. “La astronomía santafesina está de duelo al perder a un hombre que tanto ha significado para la educación y la cultura, enseñando y divulgando las ciencias astronómicas y espaciales que tanto ha amado en toda su vida”, destacó el profesor Jorge Coghlan, director del Code.

Fue un astrónomo vocacional que desde muy joven se dedicó al estudio teórico y práctico de la astronomía y sus ciencias afines, recordó Coghlan. Desde fines de los años cincuenta, Meynet dictó más de 2.000 charlas y desde 1974 hasta 2014 fue el docente de las clases de los Cursos del Taller de Astronomía del Code.

A fines de la década del 50, Meynet ya realizaba en la ciudad los cálculos de los pasos de los primeros satélites artificiales, los Sputnik 1 y 2, este último había llevado al espacio la famosa perrita Laika.

Años después, junto a un grupo de aficionados, surgió la idea de formar un club de astronomía que finalmente se fundó el 22 de agosto de 1962 bajo la denominación de Centro Observadores del Espacio (Code). Meynet fue su primer vicepresidente y un año después, debido al fallecimiento de Olimpio Chiarelli, pasó a ser el presidente del Code hasta su fallecimiento.

Meynet realizó dos viajes al Centro Espacial de Cabo Kennedy en Estados Unidos para presenciar los lanzamientos de las misiones Gemini VI en 1965 y Apollo 11 en 1969, primer vuelo humano a la Luna.

En 1993, junto a Coghlan, Meynet fundó el Observatorio Astronómico y Museo del Espacio del Code, ubicado en la Costanera. También fue un excelente constructor de telescopios y llegó a tallar más de 30 espejos entre 20 y 30 centímetros de diámetro, muchos de los cuales aún funcionan en diversos instrumentos.

“Fue un hombre dotado de una gran inteligencia, se caracterizó por sencillez, ser amistoso y bondadoso por brindar a quién así lo requiera todos sus conocimientos de manera absolutamente desinteresada”, concluyó Coghlan.