Roxana Morduchowicz, especialista en culturas juveniles y medios

“Seis de cada diez chicos usan Internet para hacer las tareas”

La comunicadora sostiene que no se puede negar la importancia que tienen las tecnologías para los niños y adolescentes. Adhiere a la idea de que la escuela debe “integrar” las TIC‘s y enseñarles a los alumnos a analizar, procesar y chequear la información que está disponible en la web.

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“La escuela ya no tiene el monopolio de la información y ése es un cambio fundamental”, aduce Roxana Morduchowicz.

Foto: Gentileza UCSF

 

Mariela Goy

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Twitter: @marielagoy

“No se puede minimizar ni ignorar la importancia de la tecnología para los niños y adolescentes”. Así abrió su disertación en Santa Fe la doctora en Comunicación, Roxana Morduchowicz, una de las conferencistas invitadas al Congreso Internacional de Educación que realizó la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) a principios de septiembre.

La especialista argentina en culturas juveniles y medios, autora del libro “Los chicos y las pantallas” y creadora del Programa Escuela y Medios en el Ministerio de Educación de la Nación, lanzó conceptos que quedaron resonando en el auditorio. “Cuando un adolescente arma su perfil de Facebook, está ensayando la construcción de su propia identidad”; “Las pantallas han modificado la manera en que los chicos acceden a la información y se relacionan con los contenidos”; “Las nuevas generaciones son multitasking (multitarea): sólo un adolescente de cada diez utiliza un medio o tecnología por vez”.

Ante este escenario, Morduchowicz sostiene la postura de que las escuelas deben “integrar” las pantallas y las nuevas tecnologías a sus aulas, y recomienda acompañar a los adolescentes para que se conviertan en “receptores críticos” de la información.

—Usted dijo en la charla que 6 de cada 10 adolescentes usan Internet para hacer las tareas. ¿De dónde surgen esos datos?

—Es un relevamiento de Microsoft que se conoció a fines de 2014 (basado en 1.200 entrevistas a chicos de entre 11 y 17 años). A medida que la conectividad en los hogares se masifica y populariza, los chicos utilizan más Internet para hacer las tareas porque están en sus casas. El porcentaje es del 60 %, según esa encuesta. En cambio, cuando no tienen Internet en su hogar y el chico tiene que ir a un cyber, usa ese dinero para los juegos o para estar en las redes sociales, no para hacer los trabajos escolares. Internet es una gran herramienta para buscar información pero lo que hay que analizar y estudiar es cómo la utilizan los adolescentes. Sabemos que muchos “copian y pegan” y eso está lejos de la actitud crítica y el pensamiento reflexivo que queremos promover.

—Los profesores dicen que a veces están hartos de perseguir “copypasteros” y sienten que en parte ha cambiado su rol a la hora de corregir trabajos prácticos.

—Todo el rol de la escuela ha cambiado en el siglo XXI. Como decíamos antes, la escuela nació con Gutenberg y durante muchos años el gran desafío era que todos tuvieran acceso a la información que la imprenta difundía. Hoy en día, el acceso a la información está extendido gracias a Internet. Entonces, el gran desafío que tiene hoy la escuela -y éste es su gran cambio y transformación- es enseñar a pensar esa información, a analizarla, a procesarla, evaluarla y chequearla. Los chicos no pueden utilizar el primer sitio web que aparece en el listado del buscador para hacer la tarea. Hay que acompañarlos en las búsquedas y ayudarlos a diferenciar los contenidos más confiables. Por ejemplo, si están analizando la contaminación del río, pensar si ese portal le corresponde a una petrolera o a Greenpeace, porque no será el mismo abordaje. Insisto: la escuela ya no tiene el monopolio de la información; entonces su gran desafío hoy es enseñar a analizar esa información que está en todos lados.

Los adultos tienen mucho para enseñar

—¿Qué le recomienda a un docente que está frente a ese desafío?

—El gran preconcepto del mundo adulto es que los chicos saben más de tecnología que ellos y entonces se preguntan: “¿Cómo les voy a enseñar si saben más que yo?”. Esto es parcialmente cierto, porque si bien los chicos saben más de tecnología, ése es un saber instrumental. Es decir, saben cómo manejar la herramienta, el soporte o cómo solucionar problemas tecnológicos porque nacieron con las computadoras y están más tiempo con ellas que cualquier adulto. Pero lo que no tienen los chicos es la experiencia de vida, el sentido común y la criticidad. Entonces, los adultos de la casa, tienen que explicarles, en primer lugar, que todo lo que se sube a Internet es de dominio público y que no hay nada que sea ciento por ciento privado. Esto es fundamental porque el chico no mide el alcance de la web y cree que lo que sube sólo lo ven sus amigos. Y el docente le puede explicar que todo lo que hay en Internet es muy útil y puede ser verdadero pero muchas veces es falso. Entonces tiene que enseñarle a distinguir la información que es creíble de aquella que no lo es. La credibilidad y la privacidad, que son dos grandes temas para Internet, forman parte del saber crítico de los adultos.

—¿Qué significa “alfabetizar” en nuevas tecnologías?

—La alfabetización digital tiene que pasar por enseñarle a los chicos no sólo el manejo de la herramienta que, por otra parte, ellos ya la conocen, si no por fomentar la actitud reflexiva. Es decir, tomar distancia de aquello que encuentran para poder analizarlo. Y analizar quiere decir evaluar la credibilidad, saber si esa fuente tiene autoridad sobre determinado tema, qué está diciendo y qué no. Por otro lado, enseñar todo lo que tiene que ver con la seguridad y los criterios de privacidad en Internet y con ser conscientes de que nunca vamos a estar seguros de quién está del otro lado de la pantalla.

—¿Se achicó la brecha digital en los últimos tiempos?

—Sí, porque el plan nacional Conectar Igualdad y los programas provinciales han hecho que muchos chicos tengan acceso a su primera computadora, que en muchos hogares es la única que hay en la familia. Pero tenemos que tener cuidado de que no aparezcan “otras brechas digitales” que son los usos que hacen los chicos de la tecnología. Sobre esto tenemos que trabajar mucho desde la escuela para que aprovechen la tecnología en todo su potencial y que sean verdaderos nativos digitales, no sólo por haber nacido con la computadora, si no porque saben cómo utilizarla.

Darles voz a los chicos

—En su charla mencionaba la necesidad de que los alumnos sean receptores críticos pero también “productores de contenidos” ¿Cómo es esto?

—Internet les da la enorme posibilidad de ser productores de sus propios contenidos. Ellos pueden crear su propia página web, su blog, y lo pueden hacer desde la escuela, con amigos. Es fundamental que ellos puedan decir lo que piensan sobre todos los temas, especialmente sobre aquellos que los afectan: adicciones, música, deportes, desocupación, medio ambiente. Que puedan tener su propia opinión y compartirla con otros.

—Ésa seguramente aportará una mirada distinta de la que tienen en general los medios sobre la adolescencia.

—Absolutamente, siempre decimos que lamentablemente la imagen que circula sobre los adolescentes en los medios es negativa. Generalmente, se los vincula a situaciones de conflicto, como adicciones, embarazo adolescente, fracaso escolar, deserción. Hay que darle voz a los chicos para que hablen de ellos mismos y de sus temas de interés.

"Los chicos no pueden utilizar el primer sitio web que aparece en el listado del buscador para hacer la tarea. Hay que acompañarlos en las búsquedas y ayudarlos a diferenciar los contenidos confiables de los falsos”.

Roxana Morduchowicz

Doctora en Comunicación