Día Mundial de las Víctimas de Accidentes de Tránsito

Desde 2012, 104 personas se rehabilitaron tras un siniestro vial

  • Es la segunda causa de atención en el hospital Vera Candioti. Las motos lideran el ranking de accidentes. Dos historias de jóvenes que se salvaron de milagro.
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Progreso. Federico Martinelli ya está caminando con su prótesis, sostenido de las barras. Foto: Guillermo Di Salvatore

 

Agustina Mai

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El día de su cumpleaños número 23 marcó un antes y un después en la vida de Federico Martinelli. “Salía del boliche de festejar mi cumpleaños. Había tomado y cuando volvía en moto por la Ruta 11, le pegué al guardarraíl. Que esté acá es un milagro porque no llevaba casco”, asegura el joven, sentado en su silla de ruedas, minutos antes de comenzar su jornada de rehabilitación en el hospital Vera Candioti.

Hace cinco semanas que está internado de lunes a viernes, y los fines de semana vuelve a su Reconquista natal, donde protagonizó el accidente por el que perdió una pierna.

Como Federico, otras 103 personas accidentadas en tránsito con secuelas de lesiones medulares fueron atendidas en los últimos cuatro años en esta institución. “Esta cifra refleja sólo los accidentados en tránsito con lesiones medulares que llegaron al Vera Candioti. Pero hay muchos más, que son atendidos primero en el Cullen, pero que lamentablemente no llegan a nuestro hospital porque fallecen. En otros casos, el tipo de lesión no requiere una rehabilitación en el Vera Candioti. Por eso, la cifra de accidentados es mucho mayor que la de nuestros pacientes”, aclaró Viviana Gerboni, miembro del Consejo de la Administración del hospital de rehabilitación.

Consecuencias

Dentro de los accidentes de tránsito, lo que predomina es la lesión medular. “Las secuelas dependen del nivel de lesión: si es cervical provoca cuadriplejía, es decir que se afectan los cuatro miembros (brazos y piernas); y si es dorsal o lumbar, afecta sólo los miembros inferiores (paraplejía). No se trata sólo de la imposibilidad de caminar, sino que también afecta la parte urológica, intestinal y sexual, además de producir trastornos sensitivos por los que los pacientes se pueden escarar. Es bastante complejo”, precisó Ricardo Atuch, fisiatra y subdirector del hospital Vera Candioti.

Del total de pacientes que llegan con lesión medular, más de la mitad fue por culpa de un accidente de tránsito en moto (53%) y en una proporción menor (15%) porque chocó en auto. Las heridas en la columna vertebral por arma de fuego (21,6%), las caídas en altura (9,8%) y las zambullidas (un solo caso en 2012) son las otras causas que provocan lesiones medulares.

Respecto de los heridos por arma de fuego, Atuch aseguró que “en la década del ‘90 prácticamente no se veía este tipo de paciente, pero con el transcurrir de los años, empezaron a verse cada vez más, en consonancia con la violencia que estamos viviendo”.

La segunda consecuencia más frecuente de los siniestros viales son los traumatismos cráneo-encefálicos. “Proporcionalmente, vienen en aumento. Nunca hemos visto tantos pacientes con traumatismo de cráneo como ahora, debido al crecimiento de la población que anda en moto, sin casco y a alta velocidad”, advirtió Atuch.

El dato

Educación vial

  • De mayo a julio de este año, 302 estudiantes de escuelas secundarias de Santa Fe y alrededores asistieron al hospital Vera Candioti. Acompañados por el personal y profesionales, realizaron una recorrida por los servicios (terapia física, terapia ocupacional, internación, hidroterapia, taller de prótesis y órtesis), compartieron un video institucional para conocer la tarea del hospital y escucharon los testimonios de los pacientes para tomar conciencia sobre conductas seguras desde la educación vial.
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Milagro. Mauricio Rodríguez quedó en silla de ruedas tras chocar contra un camión. “Me parece irreal estar acá”, asegura al mirar en el celular la foto de su auto. Foto: Guillermo Di Salvatore

 

“El mecánico nos dijo que no viajáramos”

  • Hace tres meses que Mauricio Rodríguez (21 años) está internado en el hospital Vera Candioti, tras un terrible accidente contra un camión, que lo dejó parapléjico. “Yo vivía en Río Gallegos y con mi novia viajábamos a Chile en auto. Llovía torrencialmente y, en un charco, el auto se nos fue y chocamos contra un camión”, contó el joven de 21 años mientras mostraba la foto de su auto completamente destruido que conserva en su celular. “Miro la foto y me parece irreal estar acá”, murmuró con los ojos clavados en la pantalla.

Su novia salió prácticamente ilesa, pero él, que iba de acompañante, se llevó la peor parte. “Casi pierdo un ojo. Me fracturé la columna y me hicieron una operación muy compleja. También me pusieron prótesis en el antebrazo que tenía quebrado; todo titanio. ¡Robocop, un poroto al lado mío!”, se rió.

Durante dos meses pasó por tres hospitales (en Chile, el regional de Río Gallegos y en el San Martín de la Plata) hasta que llegó al Vera Candioti.

Nunca antes del accidente, Mauricio pensó que le podía pasar una cosa así. Y hasta tal punto estaba tan seguro de eso, que desestimó todas “las señales” -como él las llama- que ahora encuentra al repasar su historia. “El mecánico nos dijo que no viajáramos porque las ruedas estaban completamente lisas. Todo el mundo me decía que postergara el viaje. El día que arrancamos llovía torrencialmente y, antes de salir, se nos pinchó una rueda. ¿Qué más necesitaba para darme cuenta de que no tenía que viajar? Pero yo, por cabeza dura y por capricho, quise viajar igual. Hoy estamos los dos vivos de milagro”, reflexionó.

— ¿Qué aprendiste en el Vera Candioti?

— Desde el punto de vista físico, me ayudaron a independizarme: aprendí a trasladarme de la cama a la silla y a vestirme solo. Y con el accidente aprendí a valorar cosas a las que antes no le daba tanta importancia, como la familia. Acá estás rodeado de otras personas que progresan y el avance de los otros te da ánimo para seguir adelante.

La clave

Bajar la mortalidad

Argentina, como la mayoría de los Estados del mundo, asumió el compromiso ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de disminuir a la mitad la cantidad de muertos en accidentes de tránsito durante el Decenio de Acción para la Seguridad Vial (2011-2020).

“Transcurridos los primeros cuatro años, y de acuerdo con las cifras oficiales, los muertos no disminuyeron, sino que por el contrario aumentaron un 3,63%. Esta realidad merece una seria y urgente evaluación de las fortalezas y debilidades de las políticas públicas de seguridad vial en todas sus áreas”, advierten desde la asociación civil Luchemos por la vida, en el Día Mundial de las Víctimas de Accidentes de Tránsito.