ARTES VISUALES

Cosa de Perros

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Juan Andereggen expone “Cosa de Perros” en ambas plantas de AG Arte.

Foto: Gentileza AG Arte

 

Domingo Sahda

En las salas de AG Arte Bv. Gálvez 1514, ciudad de Santa Fe, el artista plástico Juan Andereggen presenta una muestra de sus obras, colección que se compone con trabajos resueltos en el plano y otros como volúmenes construidos, de reducido tamaño, elaborados como maderas y agregados compositivos. La muestra de referencia se titula “Cosa de Perros” y se exhibe en ambas plantas de la galería mencionada. Los dibujos y las pinturas giran en torno a un tema, precisamente, “el perro” configurado de manera plana, a manera de un estereotipo con leves y ocasionales modificaciones, no así las imágenes volumétricas.

El autor apela a una imagen, la que reitera, con apenas circunstanciales variantes significativas para enunciar, para construir un espacio plástico que se referencia a sí mismo. La planimetría, el marcado diseño organizando el espacio y la limitación cromática voluntaria caracterizan esta muestra que no pretende interpelar ni cuestionar al entorno. Los diseños planos están resueltos como mixturas entre el dibujo-diseño, el eventual acento cromático y la orientación de las formas que, como ya se ha dicho, reniegan de cualquier sugerencia de volumen.

Esta exposición puede ser vista, quizás como autodesafío, como experimentación de taller en torno a un tema único configurado de modo abstracto. La subyacente idea de lo ornamental como registro aparece en todas las obras a la vista, sean éstas dibujos o pinturas.

La genuina voluntad de búsqueda expresiva es original en sí misma, planteando hipótesis propias en torno al sentido del lenguaje visual en sí mismo. Los volúmenes transitan por el espacio de la referencia simbólica con particular presencia. Aparecen también, en tamaño menor, pequeños trabajos que transitan el concepto del acotado relieve con particular poética, siempre conectada al concepto central de la muestra.

Andereggen transita por un camino expresivo propio, de absoluta pertenencia, sólo atado a su voluntad creativa. Ello supone un posicionamiento de manifiesto valor creativo, con independencia de los eventuales tropiezos de quien explora, indaga con mínimos elementos. A la resolución en el plano se le agregan las construcciones tridimensionales, de humor y calidad expresiva muy particular. Son en todos los casos trabajos construidos con mínimos elementos cargados de ironía discursiva, sostenida por una lograda construcción que permite su recorrida en torno.

Cada una de estas obras, de tamaño medio-menor, crea un interesante microclima de atención entorno. La superabundancia de piezas planas, en estrecha contigüidad, inhibe las atenciones individuales, determinando que el conjunto aparezca, a cierta distancia , como sobrerrelieve continuo. Distante de los parámetros del realismo, del concepto del “arte por el arte”, del expresionismo en su versión dramática, estas piezas se recortan, tantos las planas como las de volumen se destacan en el panorama artístico local con particular independencia. Suponen un guiño, una cierta complicidad, nunca adquieren el carácter de denuncia social o de documento artístico fundante. Son constitutivas de un lenguaje en el que el humor y cierta ironía cobran preponderancia.

Superficie en un horizonte de sucesos

Enmarcada en el ambiguo título precedente, la muestra de dibujos e instalaciones que ofrece César Núñez en el MAC (Museo de Arte Contemporáneo UNL, Bv. Gálvez 1578), se integra con dibujos que prefiguran, de algún modo, la instalación, que a su vez supone la corporización tridimensional de aquello que se sugiere en los dibujos.

Estos están resueltos a partir de la línea como límite y como trama, sugiriendo la idea de paisajes lunares, los que se escenifican como un laberinto material construido y montado como instalación.

Los dibujos se manifiestan como resoluciones de líneas en contraplano, mixturando con distintos niveles de logros el límite de las formas inscriptas con las tramas intercaladas, que suponen las superficies de las mismas. Hay una marcada distancia entre la línea como límite de la forma, y el tratamiento texturado de sus supuestas superficies, generando apreciaciones discordantes entre sí.

La instalación, que supone un denodado esfuerzo de búsquedas y resoluciones formales, se aprecia un tanto más como genuino esfuerzo de búsqueda que como logro significativo. La precariedad temporal de las instalaciones, las que en algún momento histórico-artístico generaron expectativas genuinas, sólo constituyen espacios teatralizados de existencia precaria, en su tiempo validadas como búsquedas de nuevos rumbos expresivos propias del taller. La presentación de las mismas en ámbitos de exhibición relata, ocasionalmente, el denodado esfuerzo en búsqueda de lo propio en territorios del arte visual, cuestión que pasa a constituirse en un “relato situado” de precaria presencia antes que obra cuya permanencia constituye la esencia tangible, visible, del arte visual en cuanto tal.

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“Superficie en un horizonte de sucesos” es el nombre de la muestra que expone César Núñez en el MAC.

Foto: Gentileza Cultura UNL