Mención de honor en la Cumbre Mundial Hábitat III

Estudiantes galardonados por un proyecto arquitectónico sostenible

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El grupo, compuesto por seis universitarios de Fadu-UNL, diseñó un parque lineal para el borde fluvial de la ciudad de Guayaquil.

Foto: Imagen fotorrealista del proyecto

 

El Litoral - UNL

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Un grupo de alumnos de arquitectura de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (Fadu-UNL) recibió la Primera Mención de Honor en el Concurso Internacional Universitario de Anteproyectos CIU Hábitat, desarrollado en el marco de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III), que se realizó el pasado mes de octubre en Quito (Ecuador). Participaron del certamen, estudiantes de 18 países de América, Europa y Asia.

Los estudiantes José Ignacio Reyt, Gonzalo Barolín, Martín Raya, Bernardo Scaminaci, Sebastián Svirsky y Alan Zapata, junto con Yanina Uriarte, docente de Urbanismo-Cátedra Soijet, y bajo la coordinación del arquitecto Miguel Rodríguez, obtuvieron la mención con la presentación de un proyecto para el caso de estudio “Guayaquil Estero Salado. Arquitectura y urbanismo en asentamientos marginales”.

Según lo expresado por José Ignacio Reyt, la consigna planteada les representó un importante desafío, “ya que debíamos dar respuesta a problemáticas acaecientes en el Guasmo Sur, un sector ubicado en el borde fluvial de la ciudad de Guayaquil, a 5.000 km de distancia de nuestra ciudad”.

Problemas y reformulación

Muchos de los habitantes del borde del Estero Salado en el sur de Guayaquil, que habían construido sus casas sobre palafitos en las zonas de inundación, en los márgenes del estero o sobre el agua, fueron reubicados en proyectos de vivienda colectiva desarrollados por el gobierno de Ecuador. Si bien era imperativo mejorar las condiciones de vida de esta población, que vivían en condiciones precarias en zonas de alto riesgo, de invasión y relleno informal de los esteros, y además recuperar el ecosistema del Estero Salado, la reubicación creó una situación de excesivo desarraigo, puesto que fueron trasladados a otro sector de la ciudad rompiendo vínculos sociales y generado problemas de convivencia.

A partir de esta situación, la consigna del concurso convocaba a reformular los criterios para la intervención en diferentes tipologías de ribera, y también a considerar que el parque lineal que se abre en los márgenes de los esteros se integrara con la trama urbana existente.

En palabras del estudiante de Fadu, entre las problemáticas “se encontraban la contaminación del agua del estero, la pérdida de cohesión social y conectividad con el resto de la ciudad, deficiencias en el espacio público, escasa vinculación con el paisaje circundante, etc. Asimismo, se debían re-ubicar alrededor de 1.300 viviendas que se encuentran actualmente en situación de riesgo hídrico y edilicio, apuntando a proponer una flexibilidad en las plantas, para poder alojar unidades de uno, dos y tres dormitorios”.

La propuesta

“A nivel grupal, definimos la proyectación de un parque lineal que bordeara todo el estero, con posibilidad de expandirse y conectarse con el resto del borde costero de la ciudad, para así buscar que el espacio público hilvane toda la propuesta urbanística”, explicó José Ignacio.

“A lo largo del mismo, siguiendo una lógica cromática según especies arbóreas y vegetales nativas, se planteó una secuencia espacial donde se desarrollen variadas actividades a lo largo del parque: bloques de vivienda, centros deportivos, recorridos al aire libre, un ecoparque, centros barriales de capacitación, etc. Todos estos espacios fueron pensados teniendo en cuenta la necesidad de asegurar la sostenibilidad a futuro del proyecto, para poder continuar con la vocación resiliente que presenta la ciudad de Guayaquil. Esto manifestó la necesidad de exhibir una propuesta innovadora, que fomente la conectividad urbana, la comunión y la convivencia social, respetando y potenciando las cualidades paisajísticas del sector”, describió.

En el veredicto que llevó a que los estudiantes de la Fadu recibieran esta Primera Mención, el Jurado destacó que el proyecto se apropia del estero y su orilla, incorporando como espacio público y de uso recreativo un parque lineal que articula lo natural con lo construido y considera áreas verdes como elementos de remediación del ecosistema. Asimismo, subrayaron la propuesta de unidades de vivienda de diferentes dimensiones, con crecimiento progresivo y respuesta a las condiciones climáticas.