Newell’s se llevó un premio excesivo...

Hablando de injusticias...

Muchas veces se dijo que Colón lucía mejor en la tabla que en la cancha; ayer, el mismo fútbol se encargó de poner las cosas en su lugar.

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En la agonía del partido

Maxi Rodríguez se tira al piso y consigue meter la pelota entre las piernas de Broun y sin que Torres pudiese interceptar el remate. Fue el gol de la victoria, cuando faltaba un minuto para terminar. Foto: Mauricio Garín

 

Enrique Cruz (h)

¿Cuántas veces se dijo, en estas once fechas, que Colón lucía más en la tabla que en la cancha?, muchas, ¿no? Pues bien, ayer, el fútbol empezó a acomodar un poco las cosas, porque Colón jugó un aceptable partido y era un empate hasta que llegó la jugada del final y Newell’s se llevó un premio excesivo.

Esta vez sí hubo un Colón convincente, que incluso trató de jugar a la pelota en circunstancias poco aptas por el estado del campo de juego debido al temporal. No fue así hace una semana en La Plata, cuando Montero vio jugar bien al equipo que, en realidad, en el primer tiempo no hizo nada más que defenderse con orden y recién arriesgó después, cuando el partido estaba 0-1.

Puede ser que se deban revisar algunas cuestiones. Por ejemplo, encontrarle una posición ventajosa a Poblete, sin pasearlo por diferentes funciones (ayer jugó volcado por izquierda, con el objetivo de darle una mano a Iván Torres para controlar las subidas del moreno Advíncula).

Otro de los aspectos es el táctico. De local, Montero parece haberse estacionado en el 4-4-2, pero lo cambia para jugar de visitante. No deja de ser una estrategia, siempre y cuándo tenga resultados satisfactorios. Una cosa es el equipo afrontando el partido como lo hizo ayer, animándose con la pelota, y otra diferente es replegarse y cederle la iniciativa al rival.

No hay tantas diferencias entre Estudiantes y Newell’s. Uno es puntero y el otro es segundo, pero los dos equipos están en un nivel similar de jerarquía. Sin embargo, Montero priorizó el respeto por uno (Estudiantes), saliendo a jugarle al otro (Newell’s), un partido mucho más parejo y hasta superándolo en varios pasajes.

El segundo tiempo de Colón fue interesante. Inclusive, las modificaciones también fueron “sabias”. La figura de Colón fue Nicolás Silva, pero Montero pensó en poner a alguien de sus mismas características —Bauza— que entrase entero físicamente en un terreno que le “comió” piernas a todos. Lo mismo pasó con la salida de Blanco y el ingreso de Sandoval y la entrada de Lagos por Leguizamón. Todo esto se dio con el partido 1-1. Y si bien fueron cambios naturales, sin arriesgar, todos se dieron en un contexto muy claro: refrescar y poner jugadores que puedan aprovechar el cansancio del rival, aún a expensas de tener que adaptarse a un campo de juego totalmente desnaturalizado por el temporal.

Montero avisó antes de Estudiantes que se venía la seguidilla complicada de partidos. Ya van dos y la cosecha fue nula. Pero ayer, se puede hablar de desazón por haber perdido pero no de preocupación por la forma en que se jugó.

En algún momento, el fútbol, como la vida, se encarga de compensar. Muchas veces hablamos de un Colón que se alzaba con cosechas inmerecidas o por las que había aportado muy poco, futbolísticamente hablando. Ayer se dio al revés. Era, cuánto menos, un empate “hecho y derecho”. Lo ganó Newell’s con el tiro del final.

El dato

Con Huracán.

  • El plantel de Colón volverá a trabajar mañana, pensando decididamente en el encuentro del sábado que viene ante Huracán, en el Tomás Ducó. Después, a Colón le quedará un partido de local ante Independiente y otro de visitante ante Boca, antes de que termine el año.

Bajo la lupa

Broun (5):

no tuvo responsabilidad en ninguno de los dos goles de Newell’s, que no generó tantas situaciones claras como para convertir.

Ceballos (5):

jugó un buen primer tiempo, sin problemas en la marca y tratando de ser salida. La entrada de Isnaldo en el complemento lo complicó.

Conti (6):

el más seguro de la defensa. Resolvió de manera expeditiva cada vez que le tocó intervenir sobre un campo de juego difícil.

Olivera (5):

su exceso de confianza a veces le juega una mala pasada, sobre todo teniendo en cuenta lo peligroso que estaba el terreno de juego.

Torres (5):

no es marcador de punta y se nota, hace todo lo que puede, pero en el segundo gol de Newell’s se olvidó de “Maxi” Rodríguez.

Silva (7):

aunque aún le falta serenarse, ayer fue la figura de Colón. Lo favoreció el estado del piso, aprovechando su velocidad, como en la jugada del penal.

Ledesma (6):

está pasando por un buen momento. Ayer se equivocó muy poco y trató de ordenar al equipo pero no estuvo tan participativo.

Oviedo (5): el piso y la movilidad de los mediocampistas visitantes lo complicaron, de todos modos, se las arregló para cumplir.

Poblete (5):

Montero lo recostó en la banda izquierda del mediocampo para molestar las subidas de Advíncula. Cumplió, pero la posición no lo favoreció.

Leguizamón (6):

buen partido del juvenil delantero. Trató de moverse por las puntas. El agua en el piso le frenó la pelota un par de veces cuando sólo le restaba enfrentar al arquero.

Blanco (5):

jugó entre los centrales de Newell’s y no pudo prevalecer nunca, tampoco fue bien habilitado. Bien en la ejecución del penal.

Sandoval (5):

entró por Blanco a los 20 minutos del complemento. No tuvo demasiadas posibilidades de generar algo en ofensiva.

Bauza (5):

otro de los elementos juveniles de las canteras rojinegras. Reemplazó al extenuado Silva, pero no pudo demostrar las razones por las cuales Montero confía en él.

Lagos (-): Suplantó a Leguizamón faltando pocos minutos para terminar, no se lo puede calificar.