Eduardo Magnín, el “piloto de la tormenta”...

“Al menos, le arrancamos una sonrisita a los hinchas”

Le tocó dirigir al equipo con Patronato primero, y luego con Boca (en el festejo de su título de campeón) que está “final” con Nueva Chicago. “Sabía que iba a ser un partido muy trabado”, dijo el técnico interino, que volverá a dirigir la reserva.

D8-A-ADB_2116.jpg

Eduardo Magnín junto a Carlos García, uno de sus estrechos colaboradores junto al “Vikingo” Jorge Mauri. El técnico interino de Unión hizo una labor decorosa en los tres partidos que dirigió, casi sin posibilidades de entrenar al equipo.

Foto: Gentileza Copa Argentina

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Es cierto que el tema de importancia en Unión pasa por otro lado. Son las gestiones que hacen los dirigentes por el futuro entrenador —decisión vital para darle una vuelta de tuerca al paupérrimo presente futbolístico— y las cuestiones que tienen que ver con los contratos que se vencen hoy, los pocos jugadores a los cuáles se les pretende renovar y los refuerzos que, seguramente en una buena cantidad, deberán llegar para cambiarle la cara a un plantel que dio muestras de no estar a la altura de las circunstancias en este 2017. Lamentablemente, porque hace exactamente un año, todo se perfilaba de manera distinta.

En medio de esa situación, apareció este final de competencia en la que a Eduardo Magnín le tocó jugar contra el campeón del fútbol argentino, en su cancha y en el jubileo del título ante una multitud; y luego, una “final” con un equipo —Nueva Chicago— que es un grande de la categoría. Y además, con un plantel totalmente diezmado.

—¿Se hizo duro, Eduardo?

—Yo sabía. Fue un partido parejo, muy trabado, lamentablemente debimos llegar a los penales. Al menos, le sacamos una sonrisita a los hinchas de Unión.

—Salió como lo esperabas, entonces...

—Conozco el sentido de pertenencia enorme de los jugadores de Chicago y sabía que no iba a ser fácil. Conozco mucho a Facundo, su técnico, y él ha sabido impregnarle este tipo de temperamento. Tiene buenos jugadores, de buen pie, es un grande del ascenso y me lo imaginaba trabado y sin espacios. Ninguno sacó la ventaja justa para ganar el partido. Creo que el 0 a 0 era inamovible por cómo se dio el partido y tuvimos que llegar a la lotería de los penales, en la que cualquiera lo podía ganar. Y menos mal que cayó a favor nuestro.

—¿Es positivo tu balance en estos 180 minutos al frente del equipo?

—La satisfacción que tengo es que nos llevamos lo que nos merecemos y tengo la alegría, repito, de haberle sacado una sonrisa al hincha en un semestre complicado.

—¿Volvés a la reserva?

—Nosotros estamos para sumar, a mí me llamaron de Unión para hacer otro trabajo, soy consciente de eso y como siempre, tengo los pies sobre la tierra. Me voy tranquilo a casa, sobre todo porque los jugadores nos “soportaron” en todos estos días y entendieron el mensaje.

—¿Cuál fue ese mensaje?

—En realidad, les di muchos mensajes. Les dije que era una final, que no podíamos relajarnos, que no iba a ser fácil y le pedí que salieran con la misma actitud del partido con Boca, cuando jugaron con 40.000 personas en la cancha y la verdad es que dieron todo y estuvieron a la altura de las circunstancias. Hoy, jugamos con nadie en las tribunas, pero con la presión de una final. Era un partido diferente en cuanto a las características, pero con muchísima presión y exigencia por ganarlo.

D8-B-M37060_CROP169014_1024X576_PROPORTIONAL_14987797648310.jpg

La tensa espera de los jugadores de Unión, en la mitad de la cancha, palpitando cada uno de los penales. Se festejó mucho la victoria.

Foto: Gentileza Copa Argentina

—¿Cuál era la idea, cómo se tenía que ganar el partido?

—Les dije que intenten jugar. Sabía que podía complicarse y que a la larga o a la corta iba a terminar en un partido trabado. Pero soy de los que creen que la mejor manera de ganar los partidos, es tratando de jugar al fútbol. Y hacerlo con confianza.

—Pusiste a varios chicos a los cuáles conocés bien porque los venís dirigiendo en la reserva. ¿Los ves con chances y condiciones para un futuro inmediato?

—Hay un montón de chicos posicionados en las inferiores para llegar a Primera y mantenerse. Hay que darles el marco adecuado. Este final nos obligó a poner a varios, como ya ha ocurrido muchas veces en el club. No es lo ideal. Salieron a flote y consiguieron este pequeño premio de permitir que el equipo siga en carrera en la Copa Argentina. Tengo la impresión de que el grupo se lleva lo que se merece.

—Y por fin se le pone punto final a lo que califico de un verdadero “martirio” futbolístico para Unión...

—Para los chicos, esto recién empieza. Deben estar al pie del cañón y seguir con fuerza para adelante, preparados siempre para cuando les llegue la oportunidad, que muchas veces, como ya dije, no es cuando ellos quieren sino cuando las circunstancias lo obligan. Tuvimos un semestre malo del cual nos hacemos cargo todos.

Y se fue Magnín, aquel guerrero en la cancha, que apareció en la primera de Unión en un lejano 1990 cuando Marito Zanabria lo puso de titular en cancha de Racing, pero que años después brilló en el siempre bien recordado Unión de Carlos Trullet, cuando más maduro —fue figura en un equipo de San Martín de Tucumán que estuvo a punto de ascender—, volvió a Unión para convertirse en bastión de la defensa y el equipo. Como entrenador, hizo la “colimba”, arrancó bien de abajo, se “llenó los zapatos de tierra” en canchas de liga y de torneo federal, y ahora llegó a Unión para dirigir a una reserva que estuvo peleando los primeros puestos y terminó en una posición de privilegio, con un proyecto que apuntó a jugar con chicos del club, sin tanta presencia de profesionales o “refuerzos” que no funcionaban o no estaban para jugar en el equipo principal.

¿Es su momento?, seguramente no. Pero Unión debería tenerlo bien presente para que siga aprendiendo y se convierta en una alternativa para el futuro. Personalidad no le falta, tiene recorrido y ahora le tocó “salir a la cancha” en un momento de zozobra y debacle.

D8-C-ADB_2104.jpg
 

El equipo que clasificó a 16avos. de final. De pie: Castro, Pruzzo, Bruno Pittón, Fleita, Erramuspe, Magallán. Agachados: Algozino, Gamba, Tarquini, Blasi y Mauro Pittón. Foto: Gentileza Copa Argentina

10

De julio

Es la fecha indicada para el regreso del plantel a los entrenamientos, seguramente ya bajo la conducción del futuro entrenador.

8

Jugadores

Surgidos de las inferiores de Unión, estuvieron ayer en cancha: Blasi, Fleita, Pruzzo, Algozino, Mauro Pittón, Bruno Pittón y Tarquini, como titulares, a los que se sumó Britos. Por su parte, Soldano y Méndez no hicieron inferiores pero llegaron muy jóvenes al club y también jugaron anoche. En el banco, estaban Peano, Sandona y Franco Godoy, otros que nacieron futbolísticamente en Unión. Y además, De Iriondo, que también llegó muy joven al club, a pesar de que venía con una trayectoria en Atlético de Rafaela.

D8-D-ADB_2098.jpg

El sorteo con los dos capitanes: por un lado, Lucas Gamba; por el otro, el interminable “Gomito” Gómez, un histórico de Chicago, con toda la vigencia. Foto: Gentileza Copa Argentina

Nombres y más nombres

El presidente de Unión, Luis Spahn, viajó a Buenos Aires en compañía de un par de dirigentes de la nueva subcomisión de fútbol (Leonardo Romero y José Cardonnet), más Marcelo Piazza, Fabián Brasca y Andrés Monsalvo, entre otros dirigentes y allegados a la dirigencia.

El presidente no habló en la cancha pero tiró, quizás utilizando su agudeza con mezcla de chanza, que “en una de esas, el nuevo entrenador no está en el país”, aunque sin aclarar si se trata de un extranjero, de un argentino que está trabajando en el exterior o de alguien que está de vacaciones. Como podrá apreciarse, si uno se basa exactamente en las palabras de Spahn, el abanico se abre de punta a punta.

Concretamente, como informó El Litoral, hay que ir descartando a Gustavo Alfaro, que no dirigirá ni a Unión ni tampoco a Atlético de Rafaela. ¿Totalmente descartado?, no. Porque en fútbol, como todos saben, el “no” de hoy puede ser el “sí” de mañana. Pero “Lechuga”, que fue apuntado en carácter de prioridad por Spahn y su gente, está más cerca de dirigir en cualquier otro lado que no sea Unión.

Las alternativas también abren un extenso espectro de posibilidades. En la lista, figura Pablo Lavallén y algunos nombres que se han ido descartando o disminuyeron en el grado de preferencia, como los de Sensini, Forestello u Osella.

¿Américo Gallego? es otra posibilidad. Desde el entorno del “Tolo” dicen que nadie se comunicó con él. Spahn hizo una ronda de consultas con miembros de comisión directiva y algunos dicen que es un técnico que le gustaría traer.

Unión necesita un técnico con cierto recorrido. No es tiempo de experimentos y si ese entrenador tiene buena reputación, también ayudará para que puedan llegar los refuerzos que el equipo va a necesitar para darse una imprescindible “lavada de cara”.

Además de los dirigentes mencionados, también estaba en la cancha de Banfield el manager, Martín Zuccarelli. El presidente Spahn arribó en horas del mediodía a Buenos Aires y si bien no se pudo confirmar, no se descarta que se haya reunido con Cristian Bragarnik, un empresario-representante con el que Unión tuvo momentos, con Spahn en la presidencia, de variados vínculos con él.