MARIO CARLÓN, DOCENTE E INVESTIGADOR

“La mediatización ya está en el entretejido de los vínculos”

Con la expansión de las redes sociales, la información circula en distintas direcciones, ya no desde el sentido tradicional de las instituciones al público. Un fenómeno que plantea desafíos y requiere de nuevas categorías de análisis para ser comprendido.

6-IMG_6447.jpg

“Hay una crisis de los espacios de representación tradicionales de poder”; “nadie quiere aceptar los tiempos de las instituciones”, fueron algunos de los conceptos que dejó Carlón en su paso por la UNL.

Foto: Guillermo Di Salvatore

 

Nancy Balza

[email protected]

Mario Carlón, docente, investigador y estudioso de las nuevas formas de circulación de la información, estuvo el jueves en la ciudad para presentar su conferencia “De las redes sociales a los medios masivos y de los medios masivos a las redes sociales. Cómo circula el sentido en una sociedad hipermediatizada”. Antes de comenzar su exposición -“técnica”, aclaró de entrada- que incluyó la exposición de casos, dejó en claro su postura sobre dos temas: se preguntó, como tantos, dónde está Santiago Maldonado y, enterado del 1º Foro Argentino de la Bicicleta que se realizaba el mismo día en la ciudad, apoyó “fervientemente” toda iniciativa que fomente el uso de este medio de transporte.

Luego, dialogó con El Litoral.

- ¿Por qué hablamos de una sociedad hipermediatizada?

- El proceso de mediatización que caracteriza a la sociedad occidental se incrementó brutalmente en los últimos años. En los años ‘80 se pasó de una sociedad mediática a una sociedad mediatizada, que es aquella en la cual los medios empiezan a tener más preponderancia y donde las prácticas sociales se empiezan a organizar en función de los medios. Por ejemplo, las campañas políticas se planifican según los medios, si van a estar o no. El pasaje a una sociedad hipermediatizada es el cambio que estamos viviendo ahora cuando emerge un nuevo sistema de medios en el cual ya tenemos a gran parte de la población conectada a internet, a facebook por ejemplo. Todos los colectivos, las instituciones y los individuos nos vamos mediatizando; los museos, las galerías y las instituciones también. Y ese incremento de la mediatización tiene muchas consecuencias.

- ¿La forma de circulación de la información es una de esas consecuencias?

- La circulación y la forma. Antes la información iba de las instituciones hacia los actores individuales y así se organizaron todos los estudios de comunicación: había que estudiar los discursos de todos los medios y estudiar a los públicos. Hoy esa circulación no tiene un origen definido, sino que viene desde cualquier lugar. La sociedad hipermediada le ha dado un golpe a las agencias de noticias porque ahora cada uno comunica las noticias directamente y los medios las toman directamente de cada uno. Esto produce también una transformación brutal de la circulación porque transforma la lógica con que el sentido circulaba. En forma permanente surgen colectivos que tienen agendas propias y con una actividad intensa, que pueden construir de la nada manifestaciones importantes y prolongarse en el tiempo. Es cierto que las redes son de las grandes corporaciones pero nadie puede prever los usos que les da la sociedad. También es importante mirar qué está haciendo la sociedad consigo misma y a través de las redes.

- ¿Qué está haciendo?

- Se está transformando a si misma y no sabemos cuáles van a ser los efectos ni los alcances, y por otro lado se está exponiendo y ese es un tema que transforma la vida cotidiana de todos. La mediatización ya está en el entretejido de los vínculos: todos damos a conocer nuestras opiniones, nuestros intereses, lo que nos gusta, lo que no nos gusta, cómo vivimos, dónde pasamos las vacaciones, si nos apena o no que se haya muerto un perro, cómo despachamos la basura, si nos gusta andar en bicicleta. Damos hoy una información gigantesca de nuestra vida y nos exponemos. Hay gente leyendo, gente mirando, y son los mismos con quienes nos contactamos después en la vida cotidiana. Todo eso va construyendo un contexto interpretativo en nuestras vidas cara a cara, permanente y dinámico; está transformando nuestra vida social.

- Hay una sociedad hipervigilada también. Nos exponemos pero estamos igual de expuestos a que nos suban un video, una foto inoportuna.

- Obviamente hay un proceso de vigilancia supraestatal, cosa que sabemos y es un problema muy grande que se ha desnudado con el caso Snowden y otros. Por otro lado, hay un fenómeno de una sociedad que se expone a si misma. Y eso no es porque la vigilan: nuestros hijos nos exponen y exponemos a nuestros hijos y esto es una especie de fase final que no sabemos cómo va a seguir. Me parece que hay que prestar mucha atención a lo vincular, no solo a la exposición de cada uno. Por eso hablo del entretejido de la mediatización: hay que prestar cada vez más atención a este fenómeno con un enfoque que pueda capturar qué pasa más allá de esa exposición. Además, me parece que tenemos que pasar a una fase más que es entender cómo se transforman los vínculos.

- ¿En algunos casos son más creibles las redes sociales que los medios tradicionales?

- La emergencia de las redes y de los contenidos amateurs, como se llaman, vino acompañada de una crisis de legitimidad de las grandes instituciones: crisis de los partidos políticos, de las instituciones históricas y de los mismos medios. Es una sociedad donde se vive un momento de importante desigualdad y donde el capital no solo no ha cambiado de manos sino que se concentra.

Somos todos mucho más desconfiados; como dirían algunos investigadores que han trabajado mucho estos temas, Cheresky por ejemplo, la democracia siempre tuvo privilegios, siempre fueron bastante aristocráticas también. Esos privilegios ya no se soportan, la sociedad no los soporta y entonces hay una crisis de los espacios de representación tradicional de poder.

La sociedad no actúa bajo esas lógicas de respeto a los privilegios y a eso hay que sumar que los contenidos producidos por los medios emergentes no profesionales vienen con un aura de autenticidad, justamente porque son lo nuevo, porque no están producidos por profesionales. Sin embargo, cuando uno profundiza todo se vuelve complejo porque lo amateur puede ser falseado. Pero, en términos generales, esa lógica cambia un poco la matriz en la que vivimos. Para legitimarse, los profesionales construyen muchas veces contenidos como si fueran amateurs. Eso es parte de un proceso que tiene que ver con la emergencia de nuevos enunciadores de los cuales se presuponen rasgos de autenticidad.

7-IMG_6438.jpg

“Antes la información iba de las instituciones hacia los actores individuales y así se organizaron todos los estudios de comunicación: había que estudiar los discursos de todos los medios y estudiar a los públicos. Hoy esa circulación no tiene un origen definido, sino que viene desde cualquier lugar”.

Foto: Guillermo Di Salvatore

NUEVAS CATEGORÍAS DE ANÁLISIS

Uno de los casos que estudió Carlón es el de Chicas Bondi que emerge con el proyecto de un grupo que sube fotografías de mujeres que viajaban en colectivo. Enseguida se expande a un blog y a otros espacios; los medios masivos le dedican notas, “todas elogiosas”, y luego hay una denuncia de una asociación feminista de Buenos Aires y, finalmente, un dictamen en contra -“que fue muy suave”- del Centro de Protección de Datos Personales que no obliga a bajar las fotografías pero si a pedir autorización para publicar las fotos.

“Son interesantes estos procesos porque permanentemente están surgiendo enunciadores mediáticos nuevos, algunos colectivos y otros individuales. Y de repente escalan y se vuelven influyentes y hasta se monetizan (Chicas Bondi fue esponsoreado por Levi’s y después por una cámara fotográfica). Se vuelven influenciadores en un segmento y las marcas están muy atentas a estos fenómenos”, apuntó.

Estos son los procesos sociales en los que estamos inmersos hoy a través de la mediatización: emergen estos enunciadores que tienen la capacidad de generar interés, que a veces no conocen tanto de la intertextualidad en que se meten y, sin embargo, logran impacto.

- ¿Los medios están atentos a estos cambios?

- Desde hace un tiempo están cada vez más atentos a lo que pasa en las redes; al principio no le prestaban atención. Han incorporado gente que sabe de redes y funciona como pescadores de tendencias de contenidos. Una cosa que aprendimos estudiando esta dinámica entre redes y medios masivos es que, en verdad, no funcionan de manera previsible: a veces los medios masivos son nefastos como han sido muchas veces a lo largo de la historia, y a veces tienen posiciones mucho más correctas de lo que aparece en las redes. Es el caso del chico al que le hicieron una nota en un canal de televisión -donde dice “me gusta el arte”-, al que le hicieron un bullying terrible a través de las redes. Los medios masivos se comportaron bien en este caso y las redes se comportaron siempre peor: entonces, los prejuicios que tenemos acerca de cómo son unas y cómo son los otros sirven hasta ahí. Por eso hay que estudiar los casos y la complejidad de la circulación contemporánea. Las categorías que tenemos sirven, en general, para poco. Hay que estar atento a lo que está pasando y para eso hay que contar con dispositivos analíticos efectivos.

EL MARCO

La disertación de Mario Carlón fue en el marco del III Congreso de Extensión Universitaria de AUGM (Asociación de Universidades del Grupo Montevideo) que con el nombre “Democracia, derechos humanos e inclusión social. Camino a los 100 años de la Reforma Universitaria”, se desarrolló entre el 7 y el 9 del corriente en la Universidad Nacional del Litoral.

PERFIL

Mario Carlón es Dr. en Ciencias Sociales, Lic. en Historia del Arte, investigador en el Instituto Gino Germani y docente de la UBA. Es autor, entre otros libros, de “Las políticas de los internautas, nuevas formas de participación”, “Colabor_Arte, medios y artes en la era de la producción colectiva” y “El fin de los medios masivos: el comienzo de un debate”.

Información sobre su cátedra en: semioticaderedes-carlon.com

EL IDA Y VUELTA DE #NIUNAMENOS

- En el caso de #NiUnaMenos, ¿analizaron la forma de circulación de la información?

- Analizamos el sentido desde que se constituye #NiUnaMenos mediáticamente en las redes sociales. Primero hubo un diálogo entre las periodistas Marcela Ojeda y Florencia Etcheves y luego participan otras figuras a partir de los tantos femicidios, uno muy brutal (el de Chiara Páez, por el que ahora se dictó prisión de 21 años y medio al asesino). En ese diálogo, Ojeda plantea “hasta cuándo vamos a dejar que nos maten, ¿no habría que hacer algo?”. Es un diálogo en Twitter entre periodistas que forman parte de medios masivos, al que se suman otras voces. Enseguida surge con el hashtag y con la idea de tomar un espacio público que va a dar origen a la construcción de un colectivo. Después, ellas ubican a actores que van a empezar a apoyar (el reclamo) con fotografías y se empieza a construir un fenómeno ascendente de las redes a los medios masivos y a las celebrities que están en las redes que va generando un fenómeno de mayor conciencia y visibilidad. Este fenómeno escaló a los medios masivos y se hizo una marcha muy importante. Después se apagó y volvió a surgir desde los medios masivos hacia las redes.

Nosotros estudiamos cómo se construye el colectivo que dio origen a esa marcha multitudinaria y otros temas, por ejemplo, cómo se agrega un nuevo contenido a favor del aborto que genera una fragmentación del colectivo. Nos interesan mucho estos procesos: ¿cómo los colectivos se construyen a través de la mediatización que es un fenómeno que no existía en la sociedad moderna y posmoderna, y cómo esos colectivos van teniendo una vida compleja en relación con los enunciadores.