Nadie se salva de la revolución tecnológica

El caso de las Fintech

Las empresas financieras de base tecnológica dan préstamos, no toman depósitos -se fondean en el mercado de capitales- y tienen menos costos. La Asociación de Bancos y el sindicato se quejan.

Redacción de El Litoral

[email protected]

Télam

El vicepresidente de la Cámara Argentina de Fintech, Alejandro Cosentino, dijo que el sector no tiene regulaciones del Banco Central pero sí cumple con normativas de otros organismos, al tiempo que aseguró que hay una colaboración y competencia con los bancos que contribuyen a la ampliación de la oferta de crédito e inclusión financiera.

“Se colabora y se compite y no está mal competir. Hoy, tenemos una relación de crédito sobre PBI de 15% y entre todos tenemos que agrandar la torta. Si hay más crédito en Argentina va a haber más prosperidad, más gente que podrá concretar su proyecto sin restricciones de capital”, dijo Cosentino.

“La buena noticia que tenemos en Argentina es que esto que es el Fintech, que se estaba desarrollando en el mundo, ha venido al país”, agregó. En los últimos días, la Asociación de Bancos de Argentina y La Bancaria avivaron la polémica sobre la decisión tomada del BCRA de no regular a las Fintech porque “no tienen las mismas reglas del juego” y tienen “menores costos laborales”.

En el BCRA, el diagnóstico es que el sistema financiero local necesita crecer y que no tiene sentido competir por lo que ya existe, sino que es necesario ampliarse a lo que aún está sin cobertura, ya sea por las vías convencionales o por los nuevos canales que ofrece la tecnología.

Mientras no capten fondos de terceros, a diferencia de los bancos tradicionales, las Fintech no tienen ninguna regulación especial, según el vicepresidente del BCRA, Lucas Llach.

Cosentino señaló que “el costo laboral es más bajo que de las instituciones bancarias” pero “las compañías tecnológicas generan mucho valor, con personal y con tecnología, que hoy es un elemento determinante en nuestras vidas”.

Dijo que el BCRA “puede regular a cualquier compañía que no esté incluida en una actividad financiera pero no ven razón porque las Fintech no captan depósitos de terceros. Lo único que no está regulado es que aquí el que presta capital propio no tiene ninguna regulación y así se expidió el Banco Central, pero hay regulación de la Comisión Nacional de Valores (CNV) que todos tenemos que cumplir, así como normas de lavado de dinero y de protección de los consumidores”, agregó.

Desde el gremio

Según el titular de la Bancaria, hay unos 72 emprendimientos Fintech -plataformas digitales- en “las que se toma y presta dinero sin intervención alguna del Banco Central (BCRA)”. El gremio que conduce Sergio Palazzo viene reclamando desde hace meses que los trabajadores del sector sean “bancarios” y rechazó que el sector actúe sin regulación del BCRA. “Si las empresas deciden instalar tecnología para reemplazar al trabajador y obtener mayor rentabilidad, habrá problemas. Hay que ser más inteligentes y analizar los pasos a seguir. Habrá que discutir, por ejemplo, la cantidad de horas laborales. Quizá una solución pueda ser la reducción de la jornada”, advirtió.

Quiénes son y qué hacen

Las Fintech crearon su Cámara en el pasado mes de noviembre a partir de 13 empresas socias en el país -otras 25 se sumarían en breve- , que según afirman han generado unos 3.400 puestos de trabajo directo y más de 90.000 empleos indirectos. En 12 meses, realizaron más de 43 millones de transacciones, con una tasa de crecimiento del 110% anual.

El sector no sólo ofrece préstamos individuales o colectivos, sino que además asesora en materia de inversiones o diseños financieros, incursiona en seguros, presta servicios de pagos y transferencias, gestiona monedas digitales y ofrece además el servicio de seguridad informática.

Las computadoras y los teléfonos inteligentes online son las ventanillas de un mercado que en el país tiene, sólo entre los dispositivos móviles, 50 millones de puntos de acceso potenciales a sus servicios. Entienden la tecnología como “motor para la inclusión financiera” de personas no bancarizadas.

Es una ventaja si se tiene en cuenta que -según los cálculos de la Cámara- sólo un 50% de las personas económicamente activas en la Argentina poseen una cuenta bancaria, mientras que los smatphones suman más de una vez la población total del país.

En sus cuentas, hay en la Argentina una demanda insatisfecha de créditos; la relación entre préstamos y PBI en la Argentina “está por debajo de países paupérrimos como como Burundi y Haití”.

Igualdad para competir

Claudio Cesario, titular de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), aseguró que el sector “está encarando su transformación” y “se ha adaptado a la nueva política manteniendo su solidez y fortaleza, y acelerando su vocación por la competencia”. Dijo que “avanzaremos en el uso de la banca electrónica, las sucursales inteligentes y otras acciones sin necesidad de cercanía física.

“Donde existe divergencia -subrayó es con las que operan medios de pago (con determinados beneficios fiscales) y con las que otorgan créditos sin tener las mismas condiciones ni regulaciones que rigen para los bancos.

“Lo que pedimos es competir en un plano de igualdad y no contra empresas con beneficios fiscales” que pagan la mitad de ingresos brutos o están exentas si se radicaron en el polo tecnológico de la Caba. También tienen beneficios laborales (70% del crédito fiscal en las contribuciones patronales). “La vigencia de reglas de juego claras e iguales debe ser un foco central de la competitividad”, reclamó Cesario.