De la redacción de El Litoral
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En la UNL, eentregaron las primeras 30 bicicletas a los estudiantes que habían solicitado ese beneficio.

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En un acto realizado en la explanada de la UNL, autoridades de esa casa de estudios entregaron las primeras 30 bicicletas con sus cascos y lingas reglamentarias a los estudiantes beneficiarios de la convocatoria 2015 de esa línea de becas de estudio.
Se trata de jóvenes en situación de vulnerabilidad socioeconómica que ahora contarán con un medio de transporte saludable para trasladarse hasta sus facultades.
Los estudiantes beneficiarios podrán apropiarse de este medio que les permitirá movilizarse hasta la unidad académica en la que cursan sus estudios, y realizar las demás actividades que hacen a la vida universitaria.
Esta línea de becas estudiantiles surgió de una iniciativa propuesta la Federación Universitaria del Litoral (FUL) y los consejeros superiores de la agrupación radical Franja Morada -que, como se sabe, tiene amplia presencia política en esa casa de estudios- el año pasado. Se aprobó y se incorporó en el Programa de Becas de Estudio de la UNL.
Conectividad
“Ya tenemos una bicisenda entre la rotonda del Puente Colgante y la primera puerta de acceso a Ciudad Universitaria. En el transcurso de la semana termina la obra de la segunda bicisenda, que irá desde la segunda puerta de ingreso a Ciudad Universitaria hasta el Conicet, donde se encuentran varios institutos de la Universidad y el Parque Tecnológico”, dijo el rector de la UNL, Albor Cantard, aludiendo a la conectividad que tendrá la bicicleta como medio de transporte para los estudiantes.
“Esto brindará una herramienta más a aquellos estudiantes en situación vulnerable y deseen ingresar, continuar y graduarse de sus estudios. Además, la bicicleta aporta beneficios en salud, y no contamina”, resaltó Cantard.
La bici, en el mundo
La bicicleta es probablemente el medio de transporte urbano más común en todo el mundo. El uso de este vehículo junto con el casco reglamentario concentra beneficios que se relacionan con la salud y la calidad de vida de los usuarios ya que promueve la actividad física y un estilo de vida saludable.
Por otra parte, es un medio de traslado que permite subsanar los gastos de transporte y beneficia al medio ambiente, ya que ayuda a reducir los niveles de contaminación ambiental y sus niveles de monóxido, dióxido de carbono, hidrocarburos y otras partículas que favorecen la contaminación del aire.
Desde el punto de vista del tránsito y la seguridad vial, una disminución en el número de automóviles que circulan por la ciudad y un aumento del uso de la bicicleta, mejoraría la fluidez del tráfico y se podrían solucionar muchos problemas viales.
“Facilitar las vías de circulación de las bicicletas es un elemento esencial para que la cultura de circular en bicicletas se vaya imponiendo, y así tener una ciudad con más bicicletas y con menos automóviles en las calles”, cerró Cantard.