Es la única oferta de educación formal -inicial, primaria y secundaria- en un sector donde la pobreza está a la orden del día. Hoy fue un día especial para la escuela, que alberga a chicos de la comunidad Qom.
De la Redacción de El Litoral
Al fondo del barrio Las Lomas, entre los ranchos de chapas y las precarias casitas bajas, emergen las aulas radiales San Martín de Porres. Hoy, el establecimiento celebró con un emotivo acto los 25 años de presencia educativa en “uno de los sectores donde las necesidades abundan y el progreso no llega”, según dijeron los responsables del Sindicato de Artes Gráficas de Santa Fe, entidad que fundó el establecimiento educativo en 1991.
Por las calles de tierra de este barrio, ubicado en el noroeste de la ciudad, no ingresan los colectivos. Los vecinos salen y entran a pie, en carros o bicicletas. Parte de su población pertenece a la comunidad Qom-Toba y conserva su lengua aborigen y sus costumbres. En su mayoría, vive del cirujeo, de changas o planes.
En ese contexto de pobreza, brindar educación a 314 chicos de nivel inicial, primario y secundario, adquiere un significado aún más valorable por su relevancia social. Por eso, esta mañana, la escuela decidió celebrar el acontecimiento como corresponde: se vistió de fiesta con guirnaldas y globos, hubo bandas de música invitadas (del Regimiento 12 de Infantería y del Liceo Argentino de Navegación Fluvial) y la asistencia de los abanderados y escoltas de las nueve instituciones educativas pertenecientes al Sindicato de Artes Gráficas.
Los docentes comprometidos con esta escuela deben ser capaces de transformar un ambiente adverso en uno donde prevalezcan las oportunidades para los chicos. “Estos 25 años significan mucho para nosotros, porque es una escuela ubicada en un contexto muy vulnerable y olvidado casi por todos”, dijo a El Litoral, Carla Rosales, directora de las aulas radiales San Martín de Porres.
“Más allá de la educación, también brindamos contención. No queremos que los chicos estén en las calles o acompañando en el cirujeo. Por eso, tenemos jornada extendida para 4º, 5º y 6º grados, y los chicos desayunan, almuerzan y tienen un refuerzo nutricional en la escuela”.
Una gran estatua de San Martín de Porres presidió el acto, que contó con la actuación de los escolares y la presencia de sus familias. Un momento especial fue cuando se desenfundaron las banderas Wiphalas, que representarán al 40 % del alumnado que pertenece a la comunidad Qom.
Intercultural y bilingüe
Ana Classio, directora de la Escuela Paz, Pan y Trabajo, aseguró que las aulas radiales están en proceso de independización administrativa y trabajando para convertirse en una escuela intercultural bilingüe. Por ahora se cuenta con dos personas que hablan Qom y que trabajan codo a codo con los docentes, y se redactó un libro en los dos idiomas.
“Nuestra escuela es un referente social en el barrio. Hemos visto pasar alguna que otra institución que nacía y desaparecía, pero nuestro establecimiento siempre estuvo, nunca cerró las puertas y hoy tiene un crecimiento de matrícula”, dijo Classio.
El ideólogo de la obra educativa es el secretario general del Sindicato de Artes Gráficas, Agustín Sarla. “Fue una lucha, porque éste es un barrio totalmente postergado. En su oportunidad, monseñor Zazpe me pidió que el sindicato trabajara por la educación y así lo hicimos. Acá, en Las Lomas, levantamos la última de nuestras escuelas y lo hicimos con mucho esfuerzo para la gente. Hay muchos barrios pobres en Santa Fe y éste es uno de ellos”, manifestó.
La ceremonia contó con la presencia del director provincial de Enseñanza Privada, Carlos Battaíno; la diputada provincial Patricia Chialvo; el presbítero José Milessi, de la parroquia Nuestra Señora del Tránsito; representantes del Arzobispado; y los ediles Leandro González y Mariano Cejas, que hicieron entrega de la declaración “de interés” por parte del Concejo Deliberante con motivo del 25º aniversario de la institución.
El dato Atender las necesidades