El contador Mario Enrique Rossini, detenido desde el 13 de diciembre de 2012 como responsable máximo de la millonaria estafa cometida por sus empresas Bolsafé Valores y BV Emprendimientos, recibió este jueves el beneficio de la prisión domiciliaria.
El ex titular de Bolsafé Valores y BV Emprendimientos está procesado por el delito de “administración fraudulenta”.
El contador Mario Enrique Rossini, detenido desde el 13 de diciembre de 2012 como responsable máximo de la millonaria estafa cometida por sus empresas Bolsafé Valores y BV Emprendimientos, recibió este jueves el beneficio de la prisión domiciliaria.
Rossini fue procesado por la justicia provincial el 28 de diciembre de 2012, por el delito de “administración fraudulenta reiterada en 62 oportunidades”.
Por una cuestión de competencia la causa pasó al Juzgado Federal del Dr. Miño, que lo volvió a procesar el 20 de octubre de 2014 como autor probable de los delitos de “defraudación por administración fraudulenta y captación de ahorro público e intermediación no autorizada en el mercado de valores” -firmes- y dictó un embargo de bienes por $ 20.000.000. Con él fueron procesados su hermano y abogado Omar Santos Rossini, además de ocho miembros del staff de Bolsafé con distinto grado de responsabilidad.
El 7 de julio de 2015, se amplió el procesamiento dictado contra Rossini por el delito de lavado de activos, acusación que alcanzó también a otras siete personas, entre empleados y directivos de las firmas Banco de Galicia, Galicia Bursátil y Valfinsa Bursátil. En este caso el procesamiento está en apelación.
Estafados
En diciembre del año pasado el grupo de víctimas de la estafa emitió un comunicado en el que expresaban: “Los estafados por Bolsafe Valores queremos recordar a la sociedad, que el domingo 13 de diciembre de 2015 se cumplieron tres años de la detención del CPN Mario Rossini, cara visible de la organización delictiva que ha cometido la mayor estafa de la República Argentina”.
Los estafados saludan la decisión del juez federal Francisco Miño de prorrogar la prisión, porque “si bien nuestro objetivo de ‘justicia’ va mucho más allá, no deja de ser un aliciente para quienes hemos sido víctimas de delincuentes de guantes blancos”, destacaron.
Por último, los estafados sostuvieron que “no tenemos dudas de que la cárcel debe ser su lugar de residencia, como también debería ser el de sus cómplices, que son tan responsables como él y que hasta el día de hoy gozan de una extraordinaria impunidad”.