"Nuestro pensamiento puede generar realidades favorables o desfavorables"

El Padre Gerula. es sacerdote católico de la diócesis de Quilmes, autor de los libros “Radiestesia integral” y “Radiestesia: el arte de sentir las radiaciones”, y consultor psicológico. Foto:GUILLERMO DI SALVATORE

ANA LAURA FERTONANI

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El padre Ricardo Gerula está hace unos días en Santa Fe, potenciando la energía para la conferencia/charla/taller que tendrá lugar este viernes, a las 19.30, en San Martín 1540. Su presencia y exposición es a total beneficio de la Fundación del Hospital de Niños. El tema: la importancia de la energía en nuestras vida.

“Tenemos un concepto muy estrecho de lo que es la energía. Sabemos que hay una energía eléctrica, la fuerza de la naturaleza, pero son energías de las que tomamos conciencia cuando pasa algo. Nadie piensa que una célula nuestra es una usina de energía, nosotros somos un campo electromagnético que está funcionando y se está alimentando continuamente de la energía de la tierra y del cosmos, si se llegara a apagar la energía del cosmos morimos instantáneamente”, dice el padre que pasó por los conocimientos y prácticas de control mental, reiki y radiestesia entre otros.

Adelanta que lo concurrentes tomarán conciencia de lo importante que es la energía en nuestra vida. “Situarnos en un punto de vista más amplio del que tenemos actualmente”. Esto será a partir de ejercicios donde se compruebe la pérdida o carga de energía en el cuerpo físico.

Gerula menciona a John Diamond, médico y autor del libro “La kinesiología del comportamiento” que muestra a través de un test cómo perdemos la energía por ejemplo “en contacto con un remedio, viendo una fotografía de una persona negativa. Sin embargo una persona enamorada o de fe anula las energías desfavorables, no pierde la fuerza porque la transforma. Hay que tener en cuenta la importancia de nuestro pensamiento, no es un chiste pensar, hablar, es energía. Cuando nosotros pensamos en el cerebro se desplazan electrones, ese desplazamiento indica que somos un campo electromagnético, generamos campos que son favorables o desfavorables. Está comprobado que un minuto de pensamiento negativo descalabra el sistema inmunológico por seis horas, (sonríe) cómo andará el sistema inmunológico de las personas que son un tarrito de basura”, dice.

CREENCIAS

—¿Cuándo y por qué comenzó a indagar en estas prácticas?

—Cuando era seminarista ya veía que había sectores en la vida de los fieles que no eran atendidos, las personas tenían dificultades a las cuales nadie daba respuesta, empecé en los años ‘60, en esa época había muchos maleficios: sal en la puerta, aceite, muñecos enterrados... Desde la fe quién atendía esto, nadie. Me dediqué a las energías, está en la base de todo, porque no hay otra, hay un montón de creencias limitantes y detrás de cada creencia hay energía. Si pienso en que puedo, puedo; cambio la forma de ver las cosas y las cosas cambiarán de forma.

Un ejemplo muy simple de cómo una creencia puede manejar la energía es el ojeo en los bebés, estoy con la criatura y viene doña Rosa que es la ojeadora, ‘sonamos’, al rato el nene llora, el ojeo es real si le sacás una fotografía infrarroja a la criatura le sale una franja de energía en la cabeza, pero no quiere decir que no sea subjetivo, responde al pensamiento de la persona. Si el ojeo fuera objetivo los síntomas serían iguales en todo el mundo, en cambio varían. Hay una creencia de la madre, es ella la que moviliza las energías.

—Entonces los maleficios de los que habló, si la persona no cree no funcionan.

—No pasa nada, si la persona no cree no pasa nada. El mal parece poderoso, porque le damos poder. Tiene una frecuencia que no mata una hormiga, le damos poder. Si nosotros creemos en el mal, le añadimos poder al mal, si no creemos no pasa nada.

Las creencias se auto-refuerzan, el cerebro sigue el pensamiento y manda la energía, un determinado tipo de pensamiento tiene una frecuencia, si tenés un pensamiento de carencia te metés en una frecuencia que transmite la carencia y vas a recibir carencia.

Cambiás el dial y recibís otra cosa. Y dentro de lo energético hay un capítulo importante que son las deudas emocionales, del que vive desde la carencia y siempre trata de sacar ventaja. Hay gente a la que ayudo -no es que sea sanador, soy facilitador- y vienen y me cuentan que con mi ayuda vendió la casa, consiguió trabajo, y les digo si ya dieron el diezmo por eso. Cuando las cosas te van bien tenés que pagar por eso, tiene que haber una devolución para no crear una deuda energética.

Gerula, en la sede de la Fundación del Hospital de Niños y rodeado de las mujeres de la comisión, contestó las preguntas y se explayó en muchas. Dijo que no le fue fácil la convivencia de estas prácticas y conocimientos con los del sacerdocio. “Entre los guías hay una ignorancia tan grande que algunos lo toman como brujerías, simplemente somos facilitadores, facilitamos el camino, sacamos obstáculos”, señala.

Se levanta a las 4 de la mañana, medita, lee, y concurre habitualmente a congresos internacionales. Hoy está dedicado específicamente a las creencias limitantes. “Hay una gran red en la cual la gente está enredada y cae, el ser humano se enreda en la creencia limitante y son muchas. No tenemos idea de la cantidad. Y la información con la que camina el mundo es impresionante, con la información que tiene una célula no más se podrían escribir mil libros de 600 páginas cada uno. Mejor es dejar que funcione y vivir piola, porque el mundo va a funcionar bien conmigo o sin mí, va a funcionar a mi favor siempre, porque está bien hecho”.

Entre sus consejos o mensajes mencionó “no vivir en piloto automático, no vivir ni en el pasado ni en el futuro, el milagro de la vida está sucediendo ahora”.

También sugirió la meditación diaria: “Es importantísima, lo que hace que el mundo de afuera se presente de determinada manera es el interior de la persona, al ordenar el interior ordenás el exterior”.

El dato

• Las entradas anticipadas

El entrevistado Gerula

• Es sacerdote católico de la diócesis de Quilmes.