El “Chipi” Gandín vuelve a Colón buscando una revancha personal. Conque repita lo que hizo en la temporada 2011-2012 en Rafaela, alcanza y sobra. Foto: Flavio Raina
Cuando Colón anunció la llegada de Gandín, las repercusiones fueron negativas. Pero con el paso de las horas, la gente entendió que hay que esperar y darle un voto de confianza.
El “Chipi” Gandín vuelve a Colón buscando una revancha personal. Conque repita lo que hizo en la temporada 2011-2012 en Rafaela, alcanza y sobra. Foto: Flavio Raina
Enrique Cruz (h)
Muchas veces, la primera impresión es la que cuenta. Así somos los latinos y generalmente nos movemos por impulsos. Nos gusta o no nos gusta de entrada; sacamos conclusiones que son definitivas y, por lo tanto, se convierten en apresuradas y pasibles de convertirse en equivocadas. Pasa en muchos órdenes de la vida y más en el fútbol, aunque no siempre es así.
Cuando Colón anunció la contratación de Darío Gandín (que ayer dijo en conferencia de prensa que viene por un contrato mínimo), las primeras voces fueron negativas y de rechazo a la vuelta del “Chipi”: “está viejo” (tiene 29 años), “está roto” (él mismo se encargó de decir que las únicas lesiones en su carrera habían sido esguinces de tobillo hasta que en el último año se le cayeron varias juntas), “jugó pocos partidos en Rafaela” (obvio, estuvo lesionado), “¿para qué lo traen?” (es una opinión futbolera y puede respetarse, pero nadie puede discutir sus condiciones que demostró con creces en la primera temporada de Atlético de Rafaela en Primera, por no ir tan lejos); “van a tapar a los pibes” (es una opinión respetable, aunque el alejamiento de Gigliotti y Achucarro hizo que Colón se quedara con un solo jugador de experiencia en ese lugar de la cancha).
La única receta para achicar el margen de error es contar con la suficiente cantidad de dinero para traer a un jugador que sea incuestionable. Y aún así se pueden cometer errores. El año pasado, Colón salió al mercado con dinero para traer a Ramírez, compró una parte de su pase y sólo pagó un préstamo por Gigliotti. Todos esperaban los goles de Ramírez, todos. Y al final, la terminó “rompiendo” Gigliotti, inmerso hoy en una situación irregular (Colón no se queda de brazos cruzados) que hasta le impide firmar para Boca, club en el que aparentemente jugará.
Forestello tuvo al “Chipi” en Atlético de Rafaela y Menotti en Independiente. El técnico dio el visto bueno ante la consulta de la dirigencia. Lerche y sus pares son los primeros en saber y reconocer que se están jugando una “patriada” y por eso lo comparan con aquella decisión de traer al Bichi Fuertes, cuando éste se había roto los ligamentos cruzados de una de sus rodillas, con 36 años, y Colón lo trajo de vuelta para que juegue 126 partidos más con la rojinegra sabalera y marque 63 goles hasta el final de su carrera.
Es verdad que más de uno puede estar pensando en que no se “podría” comparar a Fuertes con Gandín por lo que uno y otro hicieron en su carrera y en el club. Pero son situaciones similares en cuanto a la apuesta del club y del propio jugador.
Se renuevan palcos y plateas
Jacobo Mansilla. Foto: Flavio Raina
"Fui a visitar a Jacobo al hotel y de paso saludé a mis ex compañeros. Mansilla es un jugador de temperamento, que corre mucho y sabe jugar. Es zurdo y tiene un ida y vuelta muy interesante. No tengo dudas de que el hincha de Colón se va a sentir muy conforme con él”. Ismael Quilez (El ex defensor de Colón se refirió a Jacobo Mansilla, con quien compartió plantel en Quilmes).
Costa se va