Danilo Chiapello
Esta mañana el cuerpo sin vida de un hombre fue hallado en el interior de una precaria casilla, en barrio Guadalupe.
La víctima (un jubilado de 65 años a quien se lo identificó como Juan Domingo Núñez) presentaba un impacto de bala en su cabeza, más precisamente a la altura del parietal derecho.
Fue un familiar del nombrado el que hoy, minutos después de las 7, llegó hasta el lugar y descubrió el horrendo cuadro: Núñez yacía sin vida en el suelo y con una herida de arma de fuego en el cráneo.
Tenía puesta una gorra de abrigo, una importante bufanda de lana y las manos dentro de los bolsillos de su campera.
En realidad el hombre estaba casi sentado.
En esa posición quedó tras ser fulminado por un balazo que se le incrustó en su cabeza.
Según se supo, momentos antes, el servicio de emergencias del 911 recibió varios llamados telefónicos dando cuenta de detonaciones de arma de fuego en el sector.
Todo parece indicar que, alterado por los estampidos de las armas, el hombre se acercó hasta las paredes de chapa de su refugio y quiso “espiar” qué estaba ocurriendo.
Uno de los disparos penetró en la precaria casilla con el resultado ya conocido.
Ya al tanto de lo sucedido llegaron al lugar agentes de la sección Homicidios, junto a demás jefes policiales de la Unidad Regional I, y personal de la seccional 8va. que intervino por jurisdicción.
A 50 metros de la casa de Núñez (en la esquina de Azcuénaga y Güemes) los pesquisas hallaron cerca de una decena de vainas servidas, calibre 9 mm.
Según se cree el o los tiradores abrieron fuego desde allí, parapetados detrás del tronco de un árbol.
Es de hacer notar que la muerte de este jubilado se inscribe dentro de los habituales hechos de violencia que se dan en esa zona, donde distintas cuestiones (desde las más banales a las más importantes) se dirimen a tiro limpio.
Núñez era un jubilado que vivía solo.
Los lugareños lo describieron como un hombre tranquilo y gran conocedor de la zona, debido a que era un vecino de “toda la vida” de Guadalupe.






