Muñoz: "Era más fácil controlar a Suez que al ministro Ciancio"

Alberto Muñoz . En los ‘90, desde el sector de los usuarios, cuestionó a la empresa privada. En los dos últimos años, también lo hizo con Assa. Foto: Mauricio Garín

De la redacción de El Litoral

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Alberto Muñoz, uno de los directores del Ente Regulador de los Servicios Sanitarios, comparó a la empresa privada Aguas Provinciales de Santa Fe (que estaba en manos de la multinacional francesa Suez) con al estatal Aguas Santafesinas, de gestión gubernamental. Entre otras expresiones, sostuvo que “era más fácil controlar a la Suez que al ministro Ciancio”.

“La empresa privada Suez -dijo- no invertía pero al menos no nos subía la tarifa, incumplía con el Plan General de Mejoras y Desarrollo del Servicio pero al menos tenía uno, la concesión fue un fracaso... pero pudimos rescindir el contrato por culpa del concedente, al poder comprobar sus incumplimientos contractuales. Ahora, el ministro (Antonio Ciancio) firma contratos de vinculación transitoria con la empresa Assa, sin ningún compromiso de obras concreto, desinvierte en el sistema y sigue sin colocar medidores, habla de las audiencias públicas pero no concurre y fundamentalmente se dedica a aumentar la facturación que desde el 2008 subió en un 406,96 % para rango intermedio 3”, sostuvo Muñoz.

El ex presidente del Directorio del Enress (el gobierno lo removió de ese lugar en junio de este año) le respondió al titular de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio, que considera que el Enress no debe ser el regulador de los servicios sanitarios, sino sólo controlar la calidad de las prestaciones. En El Litoral del 13 del corriente, el ministro criticó a directores de Ente y elogió a quienes integran la conducción de Aguas Santafesinas SA.

Cuestión de roles

Muñoz es uno de los cuatro directores del Ente de Control cuyo mandato vencerá en diciembre. Afirmó que el proyecto de ley del gobierno para crear un Nuevo Marco Regulatorio de Agua y Saneamiento, es una discusión pendiente, que “se le demandaba desde hace 6 años”, pero lamentó que se piense al Enress como un “organismo científico-técnico”, que deje de hacer “ruido”, y de “decirle al Estado lo que tiene que hacer”, según las expresiones que usó el ministro.

“En realidad lo que se plantea es que el organismo deje de comprometerse con las demandas de la población, deje de informar sobre los temas inconvenientes para el relato oficial y se abstenga de exigir las obras que resolverían los problemas”, destacó.

Para el director del Enress, “concedente y concesionario son la misma cosa: ¿puede autorregularse el dueño de los servicios? Y al incumplir una meta, ¿el dueño será objetivo consigo mismo?; ¿puede autocontrolarse el dueño de los servicios?, es decir al momento de una falta, ¿se sancionará?; ¿es razonable que la relación entre precio y calidad de los servicios sea fijada por el dueño?; ¿será justo o priorizará otras necesidades que pueden ser legítimas pero ajenas al proceso sanitario?”, cuestiona sobre el fondo del tema Muñoz.

Tras recordar que en efecto la regulación nació en el marco del proceso privatizador de los ‘90, su principal razón de ser “no está en el carácter público o privado de la empresa concesionaria, sino en el hecho de que se trata de monopolios naturales, o sea un usuario de agua o cloacas no puede recurrir a otra empresa en caso de abusos o malos servicios, está compelido a mantenerse en la misma ya que no hay competencia posible al no ser viable la duplicación de redes”.

Luego, citó el llamado “complejo del concedente” que agudiza la situación porque normalmente “el dueño de los servicios está poco proclive a reconocer sus defectos”.

Por otra parte, “la empresa pública no está exenta de externalidades. Así como en el modelo privado la lógica búsqueda de rentabilidad de los accionistas podía inducir ineficacias, falta de cumplimiento de obras o deterioro de la relación entre precio y calidad en el modelo público también lo está sujeta a distintas necesidades políticas como el orden de prioridades que cada gobierno le da a sus inversiones”.

“Cuando el Ministro dice: ‘Los planes de ampliación de los servicios los determinará el Estado provincial de acuerdo a sus recursos’, está diciendo eso”.

Inversiones

El modelo privado “buscaba rentabilidad”; en el público, el Estado “busca salud para su población”, pero “así como el Estado provincial ha subido sus inversiones en Assa del 2006 al 2011, luego las ha bajado en 2012 y 2013”.

Ante esa situación, “¿debe un regulador exigir mayor inversión para cumplir con los objetivos de calidad, cantidad, regularidad y continuidad o debe comprender las limitaciones del gobierno? Para los que creemos en el proceso regulatorio la tensión Regulador-Regulado lejos de ser una interferencia es un ciclo que tiende a la mejora continua de los sistemas”, define Muñoz.

“El ministro Ciancio quiere directamente eliminar las facultades regulatorias del Ente. No sólo que los directores nos callemos, sino que el Ente pierda definitivamente la capacidad de hacer visibles los problemas”.

“Pienso que el mundo, el país y la provincia están sedientos de regulación, creo que llegó la hora de discutir si las empresas públicas deben o no ser reguladas y controladas, si la participación declamada en las audiencias públicas merece respeto o no, si una empresa pública se la debe sancionar por incumplimiento o se debe ser permisivo con ella, si la relación entre el precio y la calidad del producto es o no la correcta, si el ministro se va a autocontrolar o vamos a tener la mirada autónoma de un ente regulador”, afirmó el ex fundador de la Asamblea Provincial por el Agua.

" El ministro Ciancio quiere eliminar las facultades regulatorias del Enress. No sólo que los directores nos callemos, sino que el Ente pierda la capacidad de hacer visibles los problemas”, Alberto Muñoz, integrante del Directorio del Ente Regulador de los Servicios Sanitarios, Enress.