Periodista: —¿Hay alguna cifra para Santa Fe respecto de cuántos investigadores se fueron al exterior y cuántos regresaron?
Dr. Mario Chiovetta: — Perdimos 3 investigadores y repatriamos 11. Pero los 3 que perdimos son muy buenos, es difícil comparar. Ese es otro riesgo, sin hacer evaluaciones sobre quiénes se van y quiénes llegan, las cifras son aún más relativas, acá y en todo el país... De todas formas, es seguro que los entre 5 y 7 mil investigadores que hay afuera de la Argentina, en su mayoría son de muy alta calidad. Santa Fe tiene de los más altos coeficientes de retorno de todo el país, quizá porque formamos parte de una idea.
— ¿Una idea?
—En la ciudad hubo un conjunto de pioneros y sería injusto nombrarlos. A título de ejemplo, el Dr. Alberto Cassano, que volvió de su doctorado en 1968. Y en ese momento la Facultad de Ingeniería Química de la UNL ya tenía una muy bien ganada fama en cuanto a seriedad, pero lo que Cassano dijo hace tantos años es: vamos a hacer un doctorado en ingeniería. Es una de las ideas diferenciales de Santa Fe y otras decisiones han ido en el mismo sentido. La de Cassano fue una idea motriz.
Los doctores no sabemos más. Sabemos distinto. Estamos entrenados para hacer aquello que no necesariamente un profesional tiene. La investigación está asociada al doctorado. La tesis doctoral es la primera investigación. Eso forma parte de la visión y de la idea que sigue Santa Fe.
— ¿Tan diferente es el caso de Santa Fe?
— Es la ciudad que tiene más investigadores en ingeniería, más que Buenos Aires. Y es la segunda del país en investigadores sobre habitantes. Y reconozcámoslo: la mayoría de los santafesinos que volvimos tuvimos acceso a no regresar.