Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Mar del Plata)
Unión mostró dos caras totalmente diferentes. Una muy buena en el primer tiempo, gobernando con total autoridad el partido y hasta dando la sensación de que estaba más cerca del tercero que Aldosivi del descuento, y un segundo tiempo muy extraño, superado, con rendimientos individuales que se fueron cayendo incomprensiblemente y pusieron en serio riesgo el resultado.
En el primer tiempo, Villar manejó a gusto y placer la pelota, los dos centrales sacaron todo en el fondo, Castro no debió intervenir casi nunca y Aldosivi parecía un equipo de un nivel muy inferior. Era victoria clara para Unión hasta que increíblemente el equipo se fue pinchando, dejó de tener protagonismo, lo dejó agrandar a Aldosivi y un resultado muy claro a favor, como era el 2-0, se transformó en un 2-3 sin demasiadas explicaciones razonables.
Menos mal que Malcorra se transformó en el verdugo de su ex club, convirtiendo en forma espectacular un tiro libre que le dio al Tate la posibilidad del empate, que no está mal, y la continuación de la racha, que ahora llega a diecisiete partidos sin perder.