"Nuestro desafío es plantear ejes estratégicos para el crecimiento de las ciudades"

Redacción El Litoral

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Marina Klemensiewicz es la que sube o baja el pulgar cuando el intendente José Corral presenta en el gobierno nacional un proyecto de obras de infraestructura para los barrios de la ciudad. Y hasta ahora todos, o casi todos, fueron para arriba. Algo que no ocurrió durante la década kirchnerista. Es que la integración del sector de Corral a Cambiemos abrió la puerta de la Subsecretaría de Hábitat y Desarrollo Humano de la Nación para que los reclamos pendientes de Santa Fe tengan una respuesta positiva.

Klemensiewicz conoce la ciudad como pocos funcionarios nacionales. Ha visitado Santa Fe en muchas oportunidades desde que Mauricio Macri asumió la presidencia y ella, la Subsecretaría de Hábitat. Sabe de la nefasta historia hídrica, de los barrios postergados y de las necesidades de la gente. Y desde su espacio político ha tomado decisiones para revertir esta realidad.

La semana pasada llegó a la ciudad para inaugurar el segundo edificio Núcleo de Innovación y Desarrollo de Oportunidades (Nido) donde funcionan las Escuelas de Trabajo de la ciudad. El edificio está ubicado en calle Entre Ríos al 4080 -entre Roque Sáenz Peña y Juan Díaz de Solís-, en el corazón de barrio San Lorenzo, mientras que el primero había sido inaugurado a fin de año en Barranquitas Oeste.

Previo al acto inaugural, recibió a El Litoral en el despacho del intendente Corral, quien la acompañó en respetuoso silencio —mate mediante— pero con la oreja parada.

—Klemensiewicz, ¿cuál es la radiografía que tiene el gobierno nacional de Santa Fe, en materia de hábitat e infraestructura?

—La radiografía de Santa Fe es la misma que la de la mayoría de las ciudades del país. En general, son localidades que han crecido con poca planificación urbana por falta de acompañamiento del gobierno nacional hacia la gestión local, por la falta de programas de financiamiento.

Lo que vemos como una constante es la expansión de la mancha urbana con un déficit de infraestructura muy grande, y con viviendas sociales en la periferia, donde los terrenos son más baratos, y con poco crecimiento en la altura. Esto hace que las ciudades crezcan en tamaño y no en eficiencia.

En el caso de la ciudad de Santa Fe, la resiliencia es clave. El intendente Corral viene haciendo una tarea en ese sentido, con muchísimo foco en ello; incluso con programas que han ganado premios. Los barrios que estamos interviniendo tienen que ver con esto.

La constante es que las ciudades, al no crecer con una planificación, no crecen con un ordenamiento territorial coherente y consistente, que permita que sea sustentable. Esto es lo que heredamos: el déficit en infraestructura en Argentina es altísimo. Y está más focalizado en el norte del país, donde la situación es alarmante.

Pero también nos pasa en ciudades importantes, como Santa Fe, donde empezamos a ver una fragmentación socio-urbana o socio-espacial entre los barrios de la ciudad.

En Buenos Aires, se concentra el 40 por ciento de la población, viviendo en forma compacta y concentrada en una zona geográfica donde los déficit son abismales entre los que tienen infraestructura y los que no la tienen. Así, tanto en Capital Federal como entre los diferentes municipios, hay un gran crecimiento de la marginalidad, con gente asentándose donde puede, en Quilmes, Lanús, sobre el Riachuelo...

—Con esta radiografía, ¿cuáles son las políticas que se piensan implementar?

—Tenemos que entender que la gente va a venir a vivir a las ciudades. El crecimiento de la urbanización será cada vez más estrepitoso. Con José (Corral) venimos del Foro Urbano de Kuala Lumpur, donde volvimos a ratificar nuestro compromiso de implementar la Nueva Agenda Urbana, que asumimos en Hábitat 3. (Ver Pacto de Quito 2017).

En Asia, planificaron ciudades entendiendo cómo tienen que ir creciendo. Hay que trabajar a 30 años, esto no se ha dado en Argentina. No tenemos una política urbana de Estado que trascienda a los sucesivos gobiernos. Debe haber ejes estratégicos sobre los que se asiente el crecimiento de las ciudades. Éste es nuestro gran desafío hoy en Argentina. Tenemos que construirlo. Y no es un trabajo de este gobierno, sino un esfuerzo de todos.

Lo que quedó claro en Hábitat 3 fue el gran cambio de paradigma respecto de Hábitat 2: el cambio involucra directamente a las ciudades. Ya no es una responsabilidad del gobierno local, sino del gobierno nacional, que es quien debe definir qué está pasando en las ciudades y acompañar la agenda urbana local con la nacional.

—La percepción es que Santa Fe fue muy beneficiada con obras por la Nación...

—Asumimos con un presupuesto aprobado por el kirchnerismo para el área de hábitat de $ 350 millones. Hoy, estamos invirtiendo sólo en la provincia de Santa Fe en hábitat, $ 2 mil millones. Lo primero que tuvimos que hacer con el ministro Frigerio (Rogelio, del Interior, Obras Públicas y Vivienda) fue readecuar partidas presupuestarias, ya que se trata de un eje estratégico. Además, tuvimos que salir a buscar proyectos, ya que el gobierno nacional no puede financiar en el aire.

Una de las primeras falencias que se nos presentaron fue la poca capacidad que tienen muchos municipios para gestionar proyectos. En el caso de Santa Fe, fue todo lo contrario, tenían una dinámica muy prolija y coherente. Pudimos comprobar que se usaban de ejemplos para otras unidades ejecutoras. José (Corral) fue el primer intendente que me presentó un proyecto. Hay intendentes que se ponen celosos, pero hay que reconocer su rapidez y la muy buena calidad de las propuestas. Así que pudimos financiarle varios.

—¿Cuando asumió el presidente Macri fue demasiado ambicioso o arriesgado, al pretender alcanzar la pobreza cero?

—No. Creo que es un gran visionario. Yo trabajo junto a él desde hace ya muchos años. Como buen ingeniero, comprende mucho al país en términos urbanos. Es un presidente que entiende claramente el plan de infraestructura que estamos encarando, que es el más ambicioso de los últimos cien años. Y cuando nos dijo “pobreza cero”, fue aspiracional. Cuando él dice pobreza cero, no es la que se mide por el nivel de ingreso al bolsillo. Es tender a que la Argentina pueda tener ciudadanos con oportunidades de vivir y progresar. Y para ello es básico primero tener los servicios básicos cubiertos, que no sólo comprende la alimentación sino también contar con agua potable y cloacas.

Por ello, él (Macri) nos dio dos objetivos muy concretos: cien por cien de agua potable y 75 por ciento de cloacas. El otro día tuvimos un seguimiento y le planteamos, provincia por provincia, cómo nos estamos acercando a esa meta. Hay provincias del norte en las que nos va a llevar más de cuatro años para alcanzar esos objetivos, necesitaremos tres períodos de gestión presidencial.

El agua no sólo es un derecho humano, tiene un impacto enorme en la salud, para bajar la mortandad infantil, y en la calidad de vida.

Creo que otro de los grandes focos es el Plan Belgrano (un plan social, productivo y de infraestructura que el presidente puso en marcha para saldar la deuda histórica que la Argentina tenía con las 10 provincias del norte y su gente). Cuando él (Macri) dice “pobreza cero, unir a los argentinos y combatir el narcotráfico”, nos pone este Plan, que es un foco territorial.

Cuando llegamos al gobierno, entendimos perfectamente lo que nos estaba diciendo. El gran semáforo rojo que nos titila en términos de déficit de infraestructura urbana, falta de agua, cloacas, calidad de vivienda, ausencia de escuelas y centros de salud, es el norte grande del país.

Es muy impresionante ver la imagen satelital nocturna de la Argentina. Allí, te das cuenta de que todo está concentrado en Buenos Aires. Luego hay cuatro o cinco foquitos de luz que asoman, mientras que el norte aparece a oscuras. Entonces, eso también es un índice del déficit argentino.

Ahí te das cuenta de que cuando el presidente nos propone pobreza cero y plan Belgrano, están íntimamente ligados con combatir el narcotráfico, porque opera en la marginalidad, donde le es más fácil.

Ayer estábamos en la Cárcova, un asentamiento en San Martín, donde hay pasillos por los que no pasás derecho, donde las madres nos dicen que sus hijos ganan hoy más plata siendo un narco-soldadido de las cocinas que yendo al colegio y viendo si aspiran a un trabajo. Entonces, el narcotráfico se asienta en la marginalidad, aunque el consumo sea en el resto de la ciudad. Los tres planes nos ordenan territorialmente, priorizando el plan Belgrano.

Obras para el noroeste

El intendente Corral viene trabajando junto a Hábitat de Nación proyectos de intervención integral para el noroeste de la ciudad, con barrio Yapeyú como centro, y para Loyola y San Agustín. Mientras tanto, se siguen ejecutando obras de infraestructura en los frentes de Barranquitas, Santa Rosa de Lima, Chalet y San Lorenzo, y en Coronel Dorrego; además de la relocalización de familias en riesgo hídrico en Nueva Esperanza Este, Jesuitas y La Vuelta del Paraguayo, aunque este último la obra es la que más demorada está. Además, el otro proyecto es el Parque del Norte, en el Jardín Botánico. Para su ejecución buscan financiamiento externo y ya hubo un interés del Banco Mundial y la CAF.

“No vamos a abrir nuevos frentes de obra”

—¿La Nación podrá seguir financiando obras para Santa Fe?

—Ahora, nuestro gran objetivo es consolidar los proyectos. El presidente nos dijo que no vamos a abrir nuevos frentes de obra hasta que se terminen los actuales. Todos sabemos la situación económica que está atravesando el país, con un importante problema con el déficit que lo hemos transparentado; y tenemos que seguir bajando la inflación, con una restricción importante del gasto corriente, para poder realizar obras e infraestructura. Estamos en plena readecuación de gobierno, hemos bajado secretarías para hacer las estructuras lo más eficientes posible. Hoy, nuestro compromiso es terminar lo que empezamos. Nos hubiera gustado que la economía del país se acelere más rápido. José (Corral) nos sigue presentando proyectos pero somos muy claros: hoy nuestro compromiso es terminar lo que encaramos, que ya es un esfuerzo presupuestario.

Pacto de Quito

En octubre de 2016, Santa Fe formó parte de la delegación argentina en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible, más conocida como Hábitat 3, o la Cumbre Mundial de Hábitat, en Quito, Ecuador. Allí, se trazaron los lineamientos más importantes para el desarrollo sostenible de los habitantes del planeta, con el foco en las ciudades. El pacto denominado Nueva Agenda Urbana contiene los lineamientos más importantes a tener en cuenta por los gobiernos para implementar las políticas en materia de hábitat e infraestructura. Para obtener más información sobre la aplicación de la Agenda