Emilio una vez, Emilio dos veces, Emilio tres veces, y así, ad infinítum. Emilio es Jatón, único candidato para la intendencia de la ciudad del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS). El que lo menciona tantas veces al actual concejal y con una convicción de ensalzamiento es Julio “Paco” Garibaldi, precandidato oficialista a concejal por esa fuerza. Competirá en las Paso con el radical frentista Lucas Simoniello.
Remera negra, jeans ajustados y zapatillas que, al final de la entrevista, se las golpea con las manos y salta polvillo de tierra. “Mirá, para que conste: estuvimos recorriendo un barrio”, dice, bromeando. Garibaldi habla de política enfáticamente, moviendo en forma casi frenética las manos y los brazos. Hizo sus primeras armas en la facultad, militando para el MNR. Hoy, con 35 y cuatro años de diputado provincial en sus espaldas, ya está forjado como un socialista de cepa pura.
Dice que la ciudad se quedó “trabada”. Aventura que Jatón “será el próximo intendente de la ciudad”. Critica con fuerza la situación actual del sistema de transporte público de colectivos; el estado de las calles, la falta de “cercanía con la gente y sus problemas reales” por parte de la gestión local de Cambiemos. Promete —de llegar a una banca al Concejo local— un “shock de obras para las calles” y una política fuerte en promoción turística: “Tenemos que aprender más de los cordobeses. Allá parás en cualquier pueblito y es turístico”, compara.
“Las internas dan distintas opciones para que la gente pueda elegir. Es una opción válida. En nuestro caso, es sano. Pero ojo: tenemos claro que el día siguiente después de las Paso, la lista que no gane apoyará a la ganadora en el camino a las generales, uniéndonos en un solo proyecto”, dice Garibaldi, en diálogo con El Litoral.
—Su mandato como diputado vence. ¿Qué lo llevó a no buscar renovar su lugar en la Cámara baja y aspirar a ganar una interna por un lugar en el Concejo? ¿Fue una estrategia de armado político o una decisión personal avalada por las bases del partido?
—No fue una decisión que tomé en soledad. Lo hablé mucho con Emilio (Jatón) y con el gobernador Miguel Lifschitz. La idea es poner lo mejor que tenemos para que él (el actual concejal) llega a estar al frente del Municipio santafesino. No tenemos dudas de que él será el nuevo intendente, y necesitamos un Concejo que lo acompañe. Acepté ser precandidato no por comodidad personal, sino porque creo en un proyecto fuerte.
“Santa Fe —prosigue el diputado— creció mucho. Es una ciudad distinta a 10 ó 15 años atrás, y tiene un enorme potencial. El problema es que (el intendente José) Corral ‘se quedó sin nafta’ a la mitad del camino y se le agotaron las ideas. Quizás su ambición por querer ser gobernador lo alejó de la gente”, critica.
Sí admite que los jardines municipales son un punto alto de la gestión del actual primer mandatario municipal. “Pero hace falta una renovación. La ciudad debe ir para adelante: seguir siendo administrativa, pero también ser un polo comercial, turístico y del cooperativismo. Ya es un polo científico y educativo”, resalta.
—Dos temas que preocupan a la gente (entre muchos otros, como la inseguridad), que son servicios públicos clave: el sistema de colectivos, el agua potable y las cloacas. ¿Cómo mejoraría Ud. estas dos demandas sociales si llega al Concejo?
—Primero, lo siguiente: el estado de las calles es desastroso, y esto afecta al transporte público. Pero por otro lado, no sabemos los números que tiene la Municipalidad sobre el transporte público, y me refiero a los costos que manejan los empresarios: el sistema está en manos de empresas privadas; hay una falta de transparencia en la información (sobre la situación del transporte público) y eso es un problema. Los colectivos deben ser un servicio ciudadano y no un negocio para los empresarios, si bien éstos tienen que tener su ganancia.
Además, si hay un problema con la falta de frecuencia de una línea, por ejemplo, ¿ante quién se denuncia? El órgano de control (del transporte público) me animo a decir que directamente no funciona. Esto es grave, porque tenemos un Municipio que no controla como debiera controlar, legisladores locales que no tienen la información, miles de usuarios que no saben ante quién denunciar una irregularidad. Parece que el sistema de colectivos está librado al azar.
Sobre el tema agua potable, con la repontenciación de la planta potabilizadora de Assa se va a llegar con la cobertura de ese servicio esencial al 100 % de toda la ciudad. Respecto de las cloacas, es necesario hacer un trabajo en conjunto con otros niveles de gobierno, no sólo municipal. Creo que el régimen de contribución por mejoras (muchas obras de cloacas se hacen con aportes entre Municipio y frentistas) es perfectible.
“Entonces, desde el Concejo, la nuestra sería una gestión que escuche (a los vecinos) más que diga, y por consenso tomar las decisiones en base a sus necesidades”, dice Garibaldi y señala sus oídos y su boca, para reforzar con lenguaje gestual su aseveración. “Y mucho menos que imponga, como muchas veces hace la Municipalidad actual”, vuelve a la crítica.
“La campaña que hacemos es cuerpo a cuerpo: escuchar a la gente y mucha visita a barrios e instituciones. Nada de improvisar: no caemos a un barrio como unos paracaidistas, sino que somos un equipo que encabeza Emilio (Jatón; lo menciona por enésima vez). Y él nunca dejó de ser él: esa persona que todos quieren ver y saludar, sigue siendo el mismo de siempre. Nunca se alejó de la simpleza, de ser humilde, de esa empatía que genera con la gente”, asegura Garibaldi, que sigue ensalzando al ex periodista.
—Ahora, una cosa es la empatía social que él puede generar. Pero en el supuesto caso de que llegue a la Intendencia, ocupar el máximo cargo del Ejecutivo local implica una formación técnica y política. ¿Tiene Jatón estos atributos para ejercer ese cargo?
—Totalmente. No sólo creo que está bien preparado: creo que va a ser el mejor intendente en la historia de la ciudad de Santa Fe. No somos improvisados, insisto: venimos de una larga experiencia en la gestión provincial.
De llegar a una banca al Concejo, Garibaldi impulsaría “un shock de obras sobre el estado de las calles”. También “mucha infraestructura barrial, con mantenimiento y un censo del arbolado público, algo que no hay en la ciudad”.
“Tenemos una agenda productiva para el desarrollo de la ciudad muy grande: creemos que Santa Fe puede ser una gran ciudad turística, no sólo en convenciones y eventos deportivos, sino también en materia histórica, paisajístico-urbanística. Además, es clave acompañar al comercio: nos preocupa mucho que haya 900 locales comerciales cerrados en la ciudad. Finalmente, apoyar al emprededorismo”, cierra Garibaldi.