Tres de cuatro niños con leucemia pueden curarse

Concientizar. Esta mañana, voluntarios de Cenaele entregaron folletos para informar sobre las posibilidades de cura de la leucemia. Vistieron remeras blancas en apoyo a los niños con cáncer. Foto: MAURICIO GARÍN

De la Redacción de El Litoral [email protected] El cáncer infantil es altamente curable. “En Argentina, el cáncer en los niños se cura en más del 65 % de los casos”, aseguró el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, en el Día Internacional contra esta enfermedad. Este porcentaje promedia las distintas tasas de sobrevida de acuerdo al tipo de tumor. “En leucemia entre un 70 y un 75 % de los niños se cura; en linfomas, un 90 % y en tumores sólidos puede ser un 50 %”, precisó Néstor Rossi, al frente de Oncología del Hospital de Niños O. Alassia. Con el avance de la medicina y una mayor concientización sobre las posibilidades de curación, el cáncer se va desprendiendo de su estigma y tabú, poco a poco. “Sigue siendo una enfermedad muy cruda, pero si se trata se puede superar. Tenemos mucho para hacer para curar. Los chicos son más elásticos a recibir la droga y tienen mejor respuesta al tratamiento”, aseguró Rossi. Desde el Instituto Nacional del Cáncer remarcaron que los factores que aumentan esta posibilidad de cura son: el gran desarrollo de la quimioterapia en las últimas décadas, el enfoque multidisciplinario del cáncer en la infancia y el diagnóstico temprano. “Cuando empezamos con Cenaele hace 20 años, se curaba el 50 % de las personas. Los tratamientos eran agresivos y había complicaciones que no permitían llegar a un buen fin. Pero desde hace unos años existen factores estimulantes que contrarrestan los efectos agresivos de la quimioterapia y permiten continuar con el tratamiento. Hoy se cura el 80 %”, comparó Berta de González Ruberto, fundadora del Centro de Apoyo al Enfermo de Leucemia (Cenaele), que apoya incansablemente la labor de los profesionales, mediante la provisión de aparatos y mobiliario. Pese a que las expectativas de curación son cada vez mayores, el cáncer no deja de ser “una enfermedad muy compleja y muy traumática porque afecta a todo el grupo familiar”, sostuvo Berta. El momento de informar el diagnóstico a la familia no es nada fácil. “Es muy duro, les contamos la cruda y real situación: ‘tiene un cáncer y tiene estas posibilidades de cura’. Y les ofrecemos un grupo de trabajo interdisciplinario: psicólogos, nutricionistas, fisioterapeutas, enfermeros especializados, pediatras clínicos y oncológicos, sumado al apoyo de la fundación Mateo Esquivo”, contó Rossi y remarcó: “No tenemos que tenerle miedo, si actuamos lo más rápido posible”. Un diagnóstico precoz es fundamental, ya que las demoras disminuyen los índices de supervivencia. Cada año mueren en el mundo más de 90.000 niños con cáncer por falta de detección temprana, diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado. La enfermedad El cáncer infantil no es muy frecuente: en la Argentina se detectan entre 1.200 y 1.300 nuevos casos en menores de 15 años por año, según datos del ministerio de salud de la Nación. Esta cifra se mantuvo estable en los últimos 10 años. “El cáncer ocupa el 3 % de la patología pediátrica. Lo previsible son 134 tumores anuales en la provincia, con una variación del 5 %”, detalló Rossi. Al hospital de Niños ingresan pacientes con todo tipo de tumores. “Cuando diagnosticamos leucemias, son derivados el Iturraspe, que es referente en la materia. En 2012 ingresaron 31 pacientes con tumores sólidos, y entre 12 y 14 leucemias”, indicó el médico. Por su parte, el servicio de Hematología del hospital Iturraspe detecta anualmente 15 nuevos casos de leucemia y linfomas en niños. “La mitad de los cánceres en niños son hematológicos: la leucemia aguda ocupa el 35 % y los linfomas el 15 % de los casos”, precisó Daniel Bär, jefe de Hematología del Iturraspe. El especialista definió a la leucemia como “una enfermedad de la médula ósea que es la fábrica de la sangre”. “Si la médula está tomada por las células malas, deja de producir glóbulos blancos buenos. Por lo tanto un síntoma corresponde a las infecciones que no mejoran; el paciente no responde correctamente a un tratamiento con antibióticos”, explicó. Otros síntomas que pueden hacer sospechar la posibilidad de cáncer son: sangrado (por nariz y encías), aparición de moretones, anemia y aumento del tamaño de los ganglios (en axila e ingle). En todos los casos, es fundamental realizar un análisis de sangre.

Mejorar la calidad de atención

Hace 20 años que el Hospital Iturraspe cuenta con un servicio de Hematología, donde son atendidos los pacientes con cánceres hematológicos del centro-norte de la provincia. La mayoría de los niños llegan derivados al hospital Alassia del interior de la provincia y de centros de salud locales. En este momento, el servicio aspira a formar parte de los protocolos de investigación de máxima calidad a nivel internacional, que mejoraría la atención de los pacientes. “Hay un concepto erróneo de creer que hacer investigación es tratar con ‘conejitos de India’ y de que en los países subdesarrollados se prueba cualquier droga para el primer mundo. Esto no es así. Por el contrario, está todo muy regulado: un paciente que ingresa a un protocolo de investigación clínica tiene la máxima perfección y seguridad, está más controlado y protegido que cualquier otro”, explicó Daniel Bär, jefe de Hematología del Iturraspe. ¿Cuáles serían los beneficios de adherir a estos protocolos? “El primer beneficiado es el paciente porque tiene garantías que superan enormemente la práctica habitual. Además puede acceder a drogas que, de otra manera, le costaría muchísimo; y hay un mayor control”, respondió el médico. Todo esto aumentaría el estándar del servicio. “Eso nos obliga a cumplir las normas GCP que aseguran elevar el nivel”. El Iturraspe se convertiría en el primer centro público local en adherir a estas exigencias. “Para ello el servicio tiene que estar capacitado y ser responsable. Cenaele nos está apoyando en todo lo que falta para cumplir estas normativas: desde una heladera hasta una computadora”, contó el profesional. Actualmente, este servicio forma parte del Grupo Argentino de Tratamiento de Leucemia Aguda (Gatla) y del grupo alemán BFM (Berlín Franckurt Munich). Pero la meta es adherir a las normas internacionales más estrictas: las GCP (Buenas Prácticas Clínicas, por sus siglas en inglés). “Esto implica aumentar el nivel de exigencia. Para entrar a estos protocolos estamos suscribiendo a la norma norteamericana para que puedan hacer auditorías en nuestro servicio”, detalló Bär. El equipo profesional está formado por cuatro médicos hematólogos, tres concurrentes, dos técnicas en hematología, una bioquímica y una enfermera. Además -gracias al apoyo de Cenaele- funciona como hospital de día para aplicar quimioterapias ambulatorias y prepara todas las quimioterapias de los pacientes internados. Finalmente, Bär destacó la importancia de la capacitación. “Éste es el único servicio que forma especialistas, con concurrencia y cursos de capacitación”.

Actividades La Fundación Mateo Esquivo y la Municipalidad organizaron una jornada de concientización en Alte. Brown 5800. Participaron los niños y familiares que atravesaron o actualmente transitan la enfermedad. Se realizaron obras de teatro, peloteros, títeres y golosinas para los niños. Además, la Fundación Mateo Esquivo promueve la campaña “Ponete la camiseta”, para que la población use una remera de color blanco, en señal de apoyo a los niños en tratamiento oncológico.

En todo el mundo El 15 de febrero fue declarado como Día Internacional del Cáncer Infantil en 2011 en Luxemburgo, para concientizar a la comunidad sobre la importancia de esta problemática. Este año la consigna que siguen 98 países es “Con detección temprana podemos hacer una diferencia”. Por primera vez, la Argentina conmemora el Día Nacional de lucha contra esta enfermedad a partir de la ley 26.803, promulgada el mes pasado, por la que el país adhirió al Día Mundial de Lucha Contra el Cáncer.