Juan Ignacio Rodríguez / jrodrí[email protected]
El polifuncional back fue una de las piezas claves en el funcionamiento de Santa Fe Rugby Club y además, fue el goleador del Regional del Litoral 2018.
Juan Ignacio Rodríguez / jrodrí[email protected]
Luego de un 2017 en el cual no pudo jugar por una lesión en una de sus rodillas, Tomás Kerz, uno de los centros de la división superior de Santa Fe Rugby Club volvió este año, con todo.
Con sólo 23 años (juega desde los 7 en la entidad de Sauce Viejo), además de ser muy importante en el funcionamiento del juego de equipo, fue clave por la gran cantidad de puntos marcados, que lo erigieron en el goleador del Torneo Regional del Litoral 2018.
—¿Qué balance hacés con el plantel superior en general y también en lo personal?.
“Como balance de año para el plantel superior de Santa Fe Rugby Club, todos podemos coincidir que es más que positivo, porque se creció en lo deportivo y en lo humano. Como resultado de eso, se terminó haciendo un grupo sólido, competitivo y sobre todo muy unido”.
“En cuanto a lo personal, siento que fue un gran año, no solo por lo deportivo sino en lo mental y sentimental; volví a ver a este deporte como lo veía desde chiquito, donde siempre fue un lugar para divertirme y hacer lo que me gustaba y apasionaba. Gracias a eso supe tomarme cada partido de una forma diferente, y se le sumo las ganas y la alegría por poder volver a jugar después de una lesión”.
—¿Qué significó haber sido el goleador del torneo?
“Un sueño, literalmente... Porque siempre busqué mejorar cada aspecto del juego y es así que la patada fue una falencia mía durante mucho tiempo. Con ayuda de entrenadores, jugadores y mucho entrenamiento, logré mejorar ese aspecto que siempre sentí que me lo debía. Obvio que eso no quiere decir que la patada es mi fuerte, porque como jugador uno sabe que esas falencias las debe seguir entrenando a pesar de que este pasando un buen momento, ya que si uno caen en esa comodidad, se deja estar y esos detalles se van perdiendo”.
— “Si tuvieras que elegir un partido el que te gustó mucho lo que hizo el equipo y otro en el cual te salió todo bien, ¿Cuáles serían?
“Partiendo de que es un deporte en equipo, creo que ambos aspectos van de la mano, ya que no hubiera hecho bien las cosas si el equipo no hubiera jugado bien. Obvio que como jugador no soy el mejor en reconocer lo que hicimos o hice bien pero creo que el primer partido de visitante con Duendes, fue un punto de partida, donde nos demostramos lo que somos capaces de hacer”.
“Y por último, otros dos partidos para reconocer, son los de las finales, porque fue un regalo que nos hicimos como resultado de tantos años de entrenamiento y dedicación donde los resultados no nos acompañaron del todo”.
—¿Cómo ves al plantel superior de Santa Fe Rugby Club para el 2019?
“¡Muy bien!... No terminó el año y todos saben que el TRL arranca antes de lo normal, así que ya comenzamos a entrenar y a planificar grupa e individualmente las prácticas para llegar en óptimas condiciones. Por otro lado, creo que no hay mejor forma de arrancar una preparación como lo hicimos”.
“Se hizo una autoevaluación; se analizaron los errores y aciertos de este año para poder mejorarlos. Así que no queda otra que soñar y si Dios quiere el año que viene volver a meternos en las finales y, quien no dice, en apuntar al premio mayor que es la de poner al “Santa” en lo más alto”.
—¿Qué significó, después de varios años, poder jugar unas finales?
“Es difícil explicar, porque se cruzan muchos sentimientos. En primer lugar, es una alegría inmensa, porque es ver el resultado de tanto trabajo, sacrificio y sobre todo humildad, para aceptar que no estabamos a la altura. Que después de tanto tiempo, el equipo y el club fue dando pequeños saltos de calidad para lograr ese premio”.
“ En segundo lugar, también está ese sueño y convicción por lograr levantar esa copa con la que todo un club anhela y es ahí cuando se nos hizo difícil ver una final desde afuera. Pero poniendo de lado ese sueño, podemos decir que fue un año increíble”.
“El club te prepara para la vida...”
Cuando lo consultamos sobre qué significaba Santa Fe Rugby Club para el, Tomás Kerz respondió con serenidad y emoción.
"Sin dudas, es otra pregunta muy difícil de responder. Porque todo arrancó por mi hermano, que me motivó para comenzar; pero después, de grande, también me enteré que fue una forma en que, gracias a mis viejos, pude superar problemas que tenia de chico”.
“Así que puedo decir que el club me crió y me enseñó muchos valores que hasta el día de hoy representan pilares en mi vida. Después me dio amigos, oportunidades deportivas y extradeportivas, que si no fuera por esta gran familia, nunca las hubiera tenido”.
“Para terminar, creo que la vida del club te hace y te prepara para cualquier situación que uno tenga que vivir; porque al final, uno se da vuelta y es el club y mi familia los que están para darte una mano”.