Juan ignacio Rodríguez / [email protected]
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Tal como ocurrió el martes por la noche, en la noche de miércoles también el reloj marcaba las 20.40 cuando Las Panteras y Serbia comenzaron el.segundo partido de la segunda jornada del quinto weekend de la Liga de las Naciones, que tiene a Santa Fe como único escenario.
Se enfrentaban las vencedoras del primer día. Dos equipos con una gran paridad, demostrada en el resultado. Las europeas se fueron al descanso por el primer técnico, con ventaja 8-7.
Lo bueno de estos partidos, es lo lo cambiante del marcador, pero siempre sin alejarse mucho. Así fue como otra vez Serbia le ganaba 16 a 15 a Las Panteras cuando llegó el segundo tiempo técnico.
Pero nuestra selección otra vez no se dio por vencida, ni mucho menos, en esta primera manga. Al punto de hacer pedir tiempo muerto al entrenador serbio cuando Argentina pasó a ganar 19 a 16.
El final del primer set fue no apto para cardíacos. Con pedido de "ojo de Halcón" incluido. Se hizo rogar el desenlace, y se lo quedaron las visitantes por 29 a 27.
El inicio del segundo período fue completamente distinto. Nada de paridad. Con el envión del primer capítulo, Serbia se puso en ventaja por 8 a 3 hasta llegar al primero de los tiempos técnicos del set. Algo similar ocurrió hasta la llegada del segundo técnico: importante superioridad europea por 16 a 9. Pero no solo en el resultado. En el juego Serbia era superior. Y quedó demostrado: 25 a 13, y dos sets a cero. El panorama se complicaba.
Tercer período. Y Argentina obligada a gabar todo lo que tuviera por delante. Pero claro, enfrente tenía un equipo que derrochaba confianza. Pero Las Panteras querían seguir peleando. Es por eso que fue la primera vez que se fueron en ventaja (8-5) en un técnico.
No obstante se vino una nueva reacción de Serbia, para llegar al segundo tiempo técnico ganando 16 a 13. Se venía el tramo más difícil, a todo o nada.
Y nada justamente es lo que pudo hacer Argentina. Serbia se llevo el tercer parcial por 25 a 16, y el partido en sets corridos.
El jueves el rival será Estados Unidos, que barrió a Corea.