A pesar de las constantes compras oficiales, el dólar minorista completó este viernes tres semanas con caídas, tras registrar en las últimas cinco jornadas una merma de 12 centavos, producto del estricto control de cambios implementado por el BCRA a principios de septiembre, y potenciado a fines de octubre tras las elecciones presidenciales.
En la primera semana post 27-O, la moneda que se consigue en entidades financieras y casas de cambio cayó $ 1,65, mientras que en los siguientes cinco días hábiles (primera semana de noviembre), anotó un retroceso de 30 centavos.
En rigor, desde la puesta en vigencia del cepo hard (se permiten solo compras de hasta u$s 200 por mes y por persona) hasta este viernes, el dólar minorista acumuló una baja de $ 3,18, o 2,1%, desde los $ 65 alcanzados previo a los comicios presidenciales. En tanto, la divisa mayorista registró desde el 28 de octubre pasado una caída mucho menor, de solo 33 centavos o 0,5%.
El retroceso en el tipo de cambio minorista fue mayor en estas semanas, debido a que los ahorristas se sobrecompraron antes de las elecciones, llevando el precio a valores récord, en momentos en que el BCRA contenía con fuertes ventas la cotización en el segmento mayorista. Con la calma cambiaria post 27-0, los minoristas comenzaron a desarmar sus tenencias para afrontar gastos corrientes en pesos, presionando a la baja al precio del dólar que se consigue en bancos y casas de cambio.
La suerte del precio del dólar está atada por estos días a las decisiones de regulación adoptadas por la autoridad monetaria: en un marco de estricto control de cambios, el BCRA maneja con comodidad su evolución en un proceso, y además, ante la ausencia de la demanda privada, aprovecha para realizar compras diarias de divisas, recuperando así parte de los recursos líquidos que oportunamente utilizó para controlar la suba del dólar, antes del 27-O.
Desde la aplastante derrota del oficialismo en las PASO, el BCRA perdió unos u$s 22.000 millones durante 11 semanas, pero con la vigencia del cepo hard la autoridad monetaria logró frenar la sangría, a partir de la compra de más de u$s 1.500 millones en el mercado mayorista (a través de bancos públicos), de acuerdo a datos oficiales y de operadores del mercado, aprovechando la fuerte restricción en la demanda.
"Ante un panorama repetido con el valor del dólar y las operaciones permitidas con control oficial, el ente regulador sigue comprando dólares porque las importaciones continúan restringidas, aunque se nota un poco más de autorizaciones para liquidar giros al exterior", sostuvo Fernando Izzo, analista de ABC Mercado de Cambios.
Mientras tanto, a la par, los exportadores vienen acelerando lentamente las liquidaciones de divisas, ante la expectativa de la implementación de mayores retenciones, a partir del 10 diciembre con la asunción del nuevo gobierno peronista.
Con información de Ámbito Financiero