Opinión: OPIN-03

Opinión


El ámbito de la universidad es el mundo

Un programa de intercambio estudiantil entre la UNL y sus universidades de origen permitió a 8 jóvenes llegar a nuestra ciudad. Provienen de distintas casas de altos estudios españolas y de una chilena; todos ellos han superado ampliamente sus expectativas. Al momento del balance, destacan el nivel académico de la UNL y aseguran que volverán.

Siete jóvenes españoles y un chileno, cuyas edades oscilan entre 21 y 26 años, están en Santa Fe con el objetivo de elevar su nivel académico e intercambiar experiencias de vida. Todos llegaron a nuestra ciudad en el marco de distintos convenios de intercambio creados y promovidos por el µrea de Cooperación Internacional de la UNL.

A pesar de su timidez y sencillez, la primera en hablar fue Lilian Galbis Martínez. Licenciada en Ciencias Biológicas, egresada de la Universidad de Murcia, Lilian tiene 23 años y vino a la UNL por un mes y 20 días a realizar una pasantía en un laboratorio de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas. Totalmente conforme con su estadía en nuestra ciudad y maravillada por su reciente visita a las Cataratas del Iguazú, comenta que "más allá de que mi trabajo aquí no estuvo muy relacionado con la genética, que es el tema que me interesa puntualmente, el balance que hago es por demás de positivo, tanto en lo académico como en lo personal".

Con más soltura que Lilian y con una sonrisa envidiable, Ana María Marsilla Fernández continúa con las respuestas. Ana tiene 24 años y estudia en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valencia, perteneciente a la Universidad Politécnica de esa ciudad española. Vino a la UNL por dos meses y su tema de estudio es La ciudad informal: el problema de las periferias urbanas en países en vías de desarrollo. Las villas miseria. Para ser arquitecta le falta presentar su proyecto final de carrera. Interesada en formarse en "temas que sean distintos de los que tengo la posibilidad de aprender en España, estoy yendo a clases de Historia de la Arquitectura sólo por el placer de aprender", y agrega que "me he quedado con ganas de estar más tiempo, porque habría querido asistir a más clases".


La importancia de la práctica

Licenciada en Filología Hispánica, egresada de la Universidad de Cádiz y dueña de reflexiones críticas muy certeras, Montserrat Guzmán Galán (24 años) tampoco perdió su oportunidad de hablar. Con tanta calma como precisión, la licenciada y estudiante de posgrado, interesada en la literatura hispanoamericana y argentina, no dudó al momento de afirmar que "lo más interesante y novedoso para mí, fue la gran cantidad de análisis de textos que hacen en clase. Después de ver cómo trabajan aquí, me di cuenta de que en España la parte práctica es una carencia del sistema de enseñanza".

La Universidad Carlos III de Madrid también tiene su embajadora en la UNL. Se llama Laura Jerez y tiene 23 años. Es licenciada en Derecho y, además, estudiante del último año de la licenciatura en Humanidades. Interesada en el Derecho de la Integración, vino a Santa Fe con el objetivo de realizar un estudio comparativo de las instituciones del Mercosur y las de la Unión Europea, razón que la llevó a introducirse y formar parte de la cátedra de Derecho Internacional Público, que se dicta en el tercer año de la carrera de Abogacía de la Facultad de Ciencias Jurídicas. "Vine a estudiar un tema que en España no se trata: el Derecho del Mercosur como un fenómeno nuevo del Derecho de la Integración, y en ese sentido están cubiertas todas mis expectativas iniciales". Además, "asisto a clases de Derecho Constitucional, ya que desconozco por completo la Constitución Argentina y es un tema que también me interesa mucho".

Proveniente de la localidad de Torrenueva, en Granada, Ignacio Vázquez Pérez llegó para quedarse por tres meses. Su objetivo: realizar diversos estudios relacionados con los ríos y con las áreas portuarias. Ignacio tiene 26 años y es ingeniero en caminos, canales y puertos, egresado de la Universidad de Granada. Sus labores académicas las realiza en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas, y coincide plenamente con sus compatriotas en afirmar que "el nivel académico es excelente, pero además, es muy interesante cómo se dedican al estudio práctico del río". Sin ninguna obligatoriedad, Ignacio asiste a "algunas clases a título formativo, porque me interesa mucho lo que hago". A pesar de la seriedad que parece caracterizarlo, fue el que más risas provocó cuando describió la belleza de las mujeres santafesinas. Muy contento con su estadía en Santa Fe, Nacho decidió llamar "a mis hermanos para contarles cómo era todo y para invitarlos a que se vengan. Pues así fue. Se tomaron un avión y vinieron por dos semanas a conocer Santa Fe".


Cursar materias en otro país

En este momento, hay dos estudiantes más en la UNL: Niceto Barrero Ferreira, de la Universidad de Oviedo (España) y Jonathan Elisha Covarrubias Hernández, de la Universidad de Santiago de Chile. A diferencia de los jóvenes mencionados anteriormente, Niceto y Jonathan llegaron en el marco del Programa de Intercambio y Movilidad Académica que la UNL firmó con la Organización de Estados Iberoamericanos.

Niceto es diplomado en estudios empresariales, tiene 23 años y está cursando la licenciatura en Administración de Empresas. Por su parte, Jonathan (21), que debió dejar sus funciones como presidente del Centro de Estudiantes de su facultad para realizar el intercambio con la UNL, es técnico contador y aspira a egresar como contador público y auditor, título que le será entregado en dos años aproximadamente. Ambos asisten a clases a la Facultad de Ciencias Económicas, cursan diariamente materias de tercero, cuarto y quinto año, que luego les serán homologadas en sus universidades. La afinidad de sus intereses académicos y personales ya los hicieron grandes amigos, y entre otras cosas, se mudaron de la residencia estudiantil en la que estaban a un departamento en plena peatonal.


Santa Fe, ciudad cordial

Al momento de opinar sobre la ciudad y su infraestructura, Ana, futura arquitecta, dijo que "me llamó la atención la heterogeneidad de la arquitectura de la ciudad, compuesta por construcciones que no superan la planta baja al lado de edificios altos".

Por su parte, y acostumbrado al ritmo de vida de las capitales, Jonathan afirmó estar sorprendido porque "aquí todo el mundo duerme la siesta, algo que en las grandes ciudades la gente no puede hacer".

Sobre la relación que entablaron con los santafesinos, todos los jóvenes coincidieron en que "la gente es muy abierta. Enseguida te tratan con mucha cordialidad y, lejos de tener algún problema, todo el mundo te da facilidades para que te sientas como en tu casa. A pesar de que no te conoce, la gente es tan amable que inmediatamente te invita a comer un asado o a salir".

Por último, cuando tuvieron que contestar si volverían, sus rostros se iluminaron y al unísono respondieron calurosamente que no lo dudarían.


Cómo llegaron a la UNL

En pos de elevar los niveles de calidad en la formación de sus estudiantes, docentes y personal de gestión, y consciente de la necesidad de integrarse en una red de intercambios, desde hace varios años la UNL viene trabajando arduamente en la cooperación internacional y en la generación de vínculos más estrechos con casas de altos estudios de todo el mundo.

Fue por ello que, desde las secretarías de Cooperación Internacional y de Bienestar Universitario, se creó el Programa Internacional de Movilidad de Estudiantes como una estrategia institucional de desarrollo con el fin de permitir a los interesados la realización de experiencias de aprendizaje en otras instituciones, recibiendo y compartiendo conocimientos y experiencias culturales en otros ambientes académicos.

Como programa global, incluye cuatro subprogramas que proponen distintas modalidades de intercambio:

  • Programa de Cooperación Internacional de la Agencia Española de Cooperación Internacional, dependiente del Ministerio de Asuntos Externos del gobierno español, destinado a generar instancias de intercambio para estudiantes, docentes y gestores de la universidad. Está dividido en dos fases: la fase América latina-España, destinada a los residentes en Latinoamérica interesados en viajar a España; y la fase España-América latina, para los españoles con intenciones de venir a las universidades latinoamericanas. En el marco de este programa, la UNL está enviando y recibiendo aproximadamente seis estudiantes por año.
  • Programa de Intercambio y Movilidad Académica de la Organización de Estados Iberoamericanos: creado este año, busca promover el intercambio académico de estudiantes con el fin de permitirles cursar materias en diversas universidades de Iberoamérica, y que éstas les sean homologadas en sus instituciones educativas originarias. La UNL forma parte del selecto grupo de cinco universidades argentinas que participan de esta experiencia mediante la recepción de dos estudiantes extranjeros y el envío de tres santafesinos (uno a Brasil, otro a España y el restante a Chile).
  • Convenios bilaterales: proponen el intercambio de estudiantes y docentes de la UNL con otras universidades del mundo entero. En este momento, la UNL tiene numerosos convenios firmados, entre los que se destacan los rubricados con las casas de altos estudios de Río de Janeiro y la Federal Rio Grande do Sul (ambas de Brasil), de Utah (EE.UU.) y de Perugia (Italia).
  • Proyecto escala de intercambio estudiantil de la Asociación Universidades Grupo de Montevideo, en etapa de organización.

  • El nivel académico

    La opinión de los jóvenes acerca del nivel académico de la UNL fue también coincidente: "El nivel que tienen aquí, tanto los investigadores como los docentes, es muy bueno"; "Me gusta mucho el análisis y la profundidad con que se dan los temas"; "Nos hacen estudiar bastante, y por suerte, a mí no me tocó cursar los sábados como a otros", fueron las respuestas.

    Luego de un mes de estadía en Santa Fe, y comparando la realidad académica de la UNL con la de su universidad en Valencia, Ana sostuvo que "aquí tienen más libertad al momento de hacer proyectos. Es como que sus mentes están más abiertas, lo que les permite estar mucho más dispuestos a incorporar elementos que los europeos no tienen en cuenta".

    Por último, Montserrat dijo que "además del buen nivel de los docentes, me pareció maravilloso el cursado cotidiano de las clases, ya que es un sistema que permite al alumno consultar sus dudas permanentemente con los docentes". Y para todos ellos, la parte práctica es una gran virtud del sistema universitario argentino.