Opinión: OPIN-06

Opinión


Hacia un cambio de posición

Por Teresa Pandolfo

Antes de ir a la reunión de gobernadores justicialistas de Jujuy, unos 10 días atrás, Carlos Reutemann sorprendió a la prensa rosarina con una expresión: "Ha llegado al fin una etapa entre las relaciones del justicialismo con el gobierno nacional. Es hora de hacer un balance de la gestión de De la Rúa y adoptar una posición homogénea". A partir de esa ocasión, el santafesino volvió a participar con sus pares de cónclaves, cuya asistencia había abandonado desde hacía tiempo.

Tras ese encuentro, el jueves en la Casa de Santa Fe en Buenos Aires, Reutemann analizó pormenorizadamente con José Manuel de la Sota y Carlos Ruckauf toda la realidad nacional -política y económica-, ubicándola, además, dentro del contexto internacional. Hubo un intercambio de información que totalizó la coyuntura nacional. De las conversaciones participaron, también, los diputados nacionales Remes Lenicov, Oscar Lamberto y Humberto Roggero, y el ministro de Hacienda, Juan Carlos Mercier.


Hasta aquí llegamos

Las declaraciones posteriores fueron claras en cuanto al sentido que tuvo el encuentro: un pedido de respuestas a las demandas del país productivo, cuyas dificultades obligan a la toma de decisiones en el campo de la macroeconomía. "Ya los recursos y herramientas provinciales se han agotado", se indicó, que fue lo mismo que decir: hasta aquí llegamos.

"Estamos muy preocupados por las dificultades en la producción agrícola, en la industria láctea, en la automotriz, en maquinaria agrícola", dijo a la prensa metropolitana Reutemann, tomando un lugar de vocero que, hasta ahora, siempre había dejado al gobernador de Buenos Aires.

Este cambio de conducta pública, ¿significa asumir otro protagonismo frente a los reclamos de los sectores de la economía activa? Es probable.

Por primera vez, Reutemann ha convalidado públicamente los reclamos de las entidades del campo frente al gobierno nacional. "Comparto la mayor parte de estos reclamos", remarcó en declaraciones a El Litoral, en las que puso también su acento en los perjuicios que trajo a la industria frigorífica el ingreso de hacienda con aftosa al país.

"El tema social se ha complicado hasta lo infinito", sostuvo también. Cabe recordar que ese jueves de la reunión, el gobernador había recibido en audiencia a Corenosa por los problemas productivos y sociales del departamento 9 de Julio y a directivos del Frigorífico Friar. Asimismo, había estado en la Casa Gris cuando representantes de las ONG junto a desocupados protagonizaron una marcha; y luego, en ocasión de la protesta de la Festram, pero en este caso, respondiendo a una temática con un origen distinto.


Tres escenarios

En la consideración de los los temas nacionales, tres escenarios estuvieron presentes en la Casa de Santa Fe: uno, el del gobierno de la Nación que responde mayoritariamente a los intereses localizados en la Capital Federal; otro, compuesto por los gobernadores de la Alianza que se han solidarizado políticamente con la administración de De la Rúa, con incierto destino sobre los réditos; y el tercero, que integran las provincias con gobiernos de signo justicialista, donde las realidades entre unas y otras son muy diferentes.

En este grupo, las solidaridades de las provincias grandes con las pequeñas se mantendrán, pero los reclamos puntuales de subsidios que hasta ahora están en plan de consideración respecto del presupuesto nacional 2001 no son las respuestas que requieren los territorios como Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires.

Tampoco entre estas provincias las situaciones son similares a todos los efectos. Mientras comparten complicaciones fuertes en los sectores que hacen a la economía nacional -los rubros productivos e industriales básicos-, sus cuadros fiscales resultan altamente diferentes. Santa Fe está en vías de controlar su déficit fiscal, en tanto que a Buenos Aires le pasa todo lo contrario, ubicándose su pasivo público en una suma que supera los 2.000 millones, según datos recogidos en el Ministerio de Economía de la Nación.

Esta disparidad de situaciones internas provoca, necesariamente, visiones diferentes dentro de cada escenario. Pero lo cierto es que los reclamos de las llamadas provincias grandes no encuentran una adecuada atención, frente a una situación social cada vez más acuciante.

"Más de lo que hemos hecho por nuestras economías, no podemos", señalaron al término del encuentro Reutemann y Ruckauf, a quienes les aflige también la falta de un diálogo serio en los temas económicos que más comprometen tanto a la Nación como a los Estados federales.


Mirar hacia el país productivo

La cercanía de la Alianza a Domingo Cavallo, al término de la semana, pareció mejorar algunas señales emitidas desde los mercados. No obstante, falta recorrer un largo camino en lo político y económico para que las cosas mejoren a nivel doméstico.

En un informe producido desde Nueva York, el Dresdner Bank anunció el viernes que redujo su proyección sobre el crecimiento de la Argentina, pero puntualizó que las medidas económicas recientes constituyen "un rayo de esperanza" y que la reorganización del gabinete fortaleció al ministro de Economía, José Luis Machinea.

Llama la atención sobre la caída de la confianza en los inversores y consumidores. "Los flujos de capital hacia la Argentina se verán afectados por los temores, luego de la tensión en el Medio Oriente", puntualiza el trabajo elaborado por Guenter Kohene. "Por lo tanto, hemos reducido nuestra proyección de crecimiento económico para este año del 1,5 % al 0,7 y del 4 al 1,7 % para el 2001", enfatiza.

En otra parte, el informe sostiene que "Fernando de la Rúa no es exactamente famoso por impulsar rápidas reformas. Por esta razón -continuó-, creemos difícil que la política económica pueda brindar el impulso de confianza que se necesita, aunque el primer rayo de esperanza surgió el 23 de octubre, cuando Machinea anunció una serie de medidas concentradas en la reducción de impuestos".

Esta señal de confianza deberá provenir del propio gobierno. Todo un país la está esperando, al igual que una toma de conciencia efectiva sobre los requerimientos de los sectores dinámicos de la economía argentina.