Segunda parte de una trilogía (la primera, El desierto, acaba de publicarse también en castellano), Jerusalén, cuenta el viaje que Pierre Loti emprende, partiendo de Gaza el lunes 26 de marzo de 1894. Acompañado por Léo Théméze y el duque de Dino, Loti pasa por Beit-Djibrín, Hebrón y Belén, entrando en Jerusalén el jueves 29, donde permanecerán diecinueve días. Después vendrá el itinerario que constituye el tercer volumen: Galilea.

"Jerusalén es demasiado idólatra para aquellos cuya infancia ha sido iluminada por los puros Evangelios; los ojos pueden hallar interés en sus formalismos pomposos, como en el colorido de las cosas del Islam, pero esto, conspira contra los hondos pensares y se realiza a costa de ellos... Cristo, el Cristo del Evangelio es, al fin y al cabo, por quien yo he venido aquí; por El sólo, como los humildes peregrinos, guiado por yo no sé qué ingenua, confusa y postrera esperanza de hallar de nuevo aquí algo de El, de sentirlo revivir un poco en el fondo de mi alma..."

A diferencia de los restantes -y célebres- libros de viajes de Pierre Loti, en Jerusalén no es el exotismo, las magníficas y coloreadas descripciones de paisajes y personajes lo que importa, sino una "búsqueda espiritual", un viaje que lo lleva a los lugares donde Jesucristo dejó su impronta. Pero la Ciudad Santa no es solamente la Jerusalén cristiana, sino también la judía y musulmana, que Loti observa con su habitual agudeza y atenta captación. Publicó Océano.