Ciudad Ho Chi Minh (Vietnam), 19 (EFE). - En la ciudad que simboliza el avance de Vietnam hacia el capitalismo, el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, animó a los empresarios y a los jóvenes profesionales del país a continuar la apertura económica, con la esperanza de que los cambios sociales y políticos vayan después.

Bill Clinton, que cierra hoy su histórica visita a Vietnam, espera que este viaje y el dinamismo de la sociedad terminen con las dudas de parte de la jerarquía comunista, que desconfía de las consecuencias que la apertura económica tendrá en el resto de la sociedad.

"Hay percepciones diferentes sobre la economía en algunos líderes vietnamitas", reconoció hoy Gene Sperling, el principal consejero económico de la Casa Blanca.

En su entrevista de ayer con el secretario general del Partido Comunista, Clinton recibió un mensaje en línea con la ortodoxia tradicional, y en contraste con el que halló en el presidente y el primer ministro.

Otra fuente estadounidense señaló que el mensaje de Clinton se resume en que "la apertura ofrece recompensas en forma de crecimiento, por lo que no sorprende que la vieja guardia lo mire con reticencias ideológicas".

El presidente estadounidense señaló hoy que el camino a seguir por los vietnamitas en dirección al cambio está simbolizado, mejor que nada, por el acuerdo comercial que ambos países firmaron en julio pasado.

"Los cambios que traiga (el acuerdo) deben ser bien acogidos, no temidos", destacó Clinton, quien anunció una línea de crédito de 200 millones de dólares para empresas de EE.UU. que inviertan en este país.

En esta ciudad, la antigua Saigón rebautizada con el nombre del histórico líder marxista de la independencia y la unificación del país, Clinton alabó las excelencias que pueden traer a este país una mayor liberalización económica y la globalización.

"El comercio aumenta los salarios, mejora los estándares (de vida y trabajo) y abre oportunidades", afirmó el presidente, quien también pidió una mejora de los derechos laborales, que según dijo aumentará la productividad.

A pesar de su actual nombre, Ho Chi Minh es la capital del incipiente capitalismo vietnamita y su cada vez mayor comercio exterior puede convertirla en uno de los centros económicos del sureste de Asia.

Aquí, ante la flor y nata de los empresarios y los profesionales, Clinton insistió, como hizo en Hanoi, en que la apertura de la economía y la inclusión en el proceso de mundialización consolidará el gran progreso que Vietnam ha realizado en los últimos años.

"Esta ciudad es la puerta de Vietnam al futuro", dijo Clinton en su intervención, que tuvo lugar en una nueva terminal de contenedores del puerto.