Todos los bloques de ambas Cámaras están analizando alternativas para cargar contra Jorge Massat y la decisión del Senado nacional de rechazar la renuncia a su cargo, presentada en el marco de la investigación judicial por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero que se desarrolla en la Justicia federal.

Haciéndose cargo de la línea bajada por el gobernador y por el presidente del bloque oficialista del Senado provincial, las bancadas legislativas del justicialismo están trabajando en la redacción de proyectos de comunicación. Entre las alternativas que se manejan, se cuenta solicitar expresamente al Senado de la nación que acepte la renuncia de Massat.

A esto se suman un proyecto de repudio firmado por los senadores de la UCR, que podría ser apoyado por el justicialismo -aunque preferirían que estuviera dirigido a la Cámara alta y no solamente al bloque oficialista-. En tanto, los diputados del Partido Demócrata Progresista también preparan un texto donde se postula quitar toda representatividad territorial y política a Massat, aunque en los hechos conserve la banca.

Sobre la base de este menú, que seguramente será ampliado y corregido en las próximas horas, queda de manifiesto la voluntad coincidente de pronunciarse sobre el punto y marcar una diferencia nítida con la actitud del Senado nacional, calificada como "corporativa" en el mejor de los casos y como "propia de un grupo mafioso", en la apreciación de algún diputado del oficialismo.

La actitud del oficialismo parlamentario se hace eco del malestar expuesto por Carlos Reutemann, quien -según aseguró una fuente cercana- anticipó a Eduardo Bauzá que la razón de su inasistencia a la reunión de gobernadores convocada ayer en la Cámara alta para tratar el presupuesto, fue precisamente el rechazo a la actitud asumida por ese cuerpo. "No estoy muy feliz con la decisión del Senado", admitió ayer el mandatario, mientras se conocía un documento del Foro Regional de Rosario, donde le exigían que interviniera para que Massat deje la banca.

Por lo demás, esta postura ya había quedado en claro a través de declaraciones periodísticas, las más fuertes de ellas a cargo del presidente del bloque justicialista del Senado provincial, Julio Gutiérrez. "El Senado de la nación tendría que dignificar su función y no convertirse de alguna manera en una especie de aguantadero, que en vez de clarificar la situación de sus miembros, termina siendo un escudo de protección", aseguró.

El presidente de la Cámara de Diputados, Alberto Hammerly, también señaló que "si alguien presenta la renuncia, es porque su voluntad es la de que se la acepten". En los mismos términos se pronunció ayer el vicegobernador, Marcelo Muniagurria, quien -si bien consideró improcedente por razones reglamentarias un pedido de sesión especial de diputados de la Alianza-, dejó en claro que "este tipo de renuncias no son presentadas para que las rechacen"

El proyecto de los senadores radicales Carlos Fascendini, Alberto Beccani y Felipe Michlig manifiesta el "más enérgico repudio a la decisión del bloque de senadores nacionales del Partido Justicialista" al rechazar la renuncia de Massat. Los legisladores focalizan allí la crítica, sosteniendo que fue la mayoría oficial la que preservó al santafesino y que la bancada radical votó en contra.

"En una evidente actitud de neto carácter corporativo, el justicialismo del Senado nacional ha minimizado una situación de gravedad institucional, tildándola como una cuestión `meramente familiar' ", fundamentan.

Los senadores exponen que "más allá de la gravedad de lo expresado, la conducta asumida por la mayoría justicialista priva a la sociedad santafesina de contar con una representación adecuada de todos los ciudadanos que fueron elegidos para desempeñar tan importante cargo".