"Todos los años son difíciles para el Poder Judicial, más en momentos de crisis financiera y económica, cuando la mayoría de los problemas sociales y económicos se judicializan", señaló Rafael Gutiérrez, presidente de la Corte Suprema de Justicia para el corriente año.

Dispuesto a enfrentar el año judicial, que en los hechos comienza en febrero, y reponiéndose aún de un accidente automovilístico ocurrido sobre la autopista que nos lleva a Rosario que le impide calzarse el saco, Gutiérrez reivindica las últimas decisiones de la Corte respecto de poner en práctica la oficina para investigar delitos donde no haya imputados, así como la redacción del Código de Etica para los jueces y la informatización de los juzgados.

Ante la contínua demanda de justicia de la ciudadanía, Gutiérrez admite que hoy se necesitan jueces capaces no sólo en lo jurídico, sino con asesoramiento en otras áreas técnicas para poder solucionar el problema de la gente. "En Rosario, sobre el fin del 2000, un juez debió pronunciarse sobre si se podía o no autorizar la ligadura de trompas de Falopio a una mujer con sida. Todo esto implica una mucho mayor formación a un juez del siglo XXI. La Corte ha resuelto dar un gran impulso al Centro de Capacitación Judicial y ha realizado un convenio con el Superior Tribunal de Entre Ríos para aunar esfuerzos en programas y el intercambio de disertantes, utilizando los miembros de ambos poderes judiciales, e incluso a las universidades nacionales con asiento en las provincias".

A nivel legislativo, en el año último se presentaron proyectos para poner en marcha juzgados de pequeñas causas o bien una Justicia de menor cuantía. Sobre este particular Gutiérrez se muestra cauteloso, y recuerda que cuando presidía el Colegio de Magistrados se realizó una jornada con los autores de los proyectos y jueces de nuestra provincia y de España y de Brasil, donde funciona el sistema.

"Tenemos que aprovechar un factor humano muy importante que tenemos, que son los jueces comunales. También le hemos dado importancia a la mediación como medio alternativo de conflicto. La idea es incorporar no sólo a los jueces comunales, sino también en Santa Fe y Rosario, los juzgados de pequeñas causas para solucionar muchos planteos que tienen ciudadanos de pocos recursos y a los que por allí les resulta difícil el acceso a la Justicia".

Insiste en que la cuestión debe ser estudiada en profundidad, y se niega a ponerle fecha. "Esto no depende únicamente de la Corte, hay problemas de legislación y presupuestarios".

Gutiérrez también subraya la decisión adoptada el año último por el superior tribunal santafesino, y que se concretará este año con la redacción del Código de Etica Judicial, con el objetivo de definir un campo de exigencias específicas vinculadas con el buen juez que requiere la sociedad. "El Código responderá inquietudes de los propios destinatarios y consagrará comportamientos éticos arraigados en los tribunales santafesinos, clarificando criterios y posibilitando que se invoque la autoridad de un código en orden a avalar las decisiones de los magistrados".

Cabe recordar que la Corte convocó a un grupo de profesionales del Derecho para esta redacción, que comprende no sólo a abogados sino también a jueces y profesores universitarios. El mismo es coordinado por el ministro Rodolfo Vigo.

Otra de las expectativas para los próximos meses es la creación, ya dispuesta por la Corte, de una oficina de investigación de casos que no tienen imputados. La tarea, para Gutiérrez, traerá aparejada una marcada descompresión del ingreso de causas en los juzgados penales de Santa Fe y de Rosario y la alternativa de poder individualizar líneas investigativas que contribuyan a un más eficiente control y erradicación de la delincuencia. Además "generará una mejor gestión interna en las cámaras penales a través de la incorporación de tecnología y la asignación de recursos humanos en directa colaboración con la actividad jurisdiccional de los magistrados".

Gutiérrez reconoce que la propuesta prácticamente nació del fuero penal. "Las cosas impuestas por la Corte, sin el consenso de los que deben aplicarlas, van camino al fracaso. Hemos implementado desde la Corte esta metodología de trabajo, de conversación, de consenso, más allá de que la decisión final está en nuestras manos como cabeza del Poder Judicial", subraya como manera de definición de lo que será su tarea este año.

La Corte Suprema de Justicia apuesta este año a avanzar en la informatización del Poder Judicial. Gutiérrez informó que la Corte ya ha remitido al Banco Mundial el pliego para licitar esta primera etapa del proceso de actualización tecnológica general del Poder Judicial que fuera redactado a través de la Secretaría de Informática. Esta licitación persigue la adquisición del software de gestión y base documental.

Gutiérrez resalta que el compromiso del gobernador Reutemann es remitir a la Legislatura los pliegos de los candidatos a la Cámara en lo Contencioso Administrativo de Santa Fe entre febrero y marzo. "No sólo esta cámara sino todas las vacantes en el Poder Judicial y cuyos concursos ya fueron convocados." Resaltó que el Consejo de la Magistratura vio demorada su tarea primero por el fallecimiento del representante del Poder Ejecutivo, Eduardo Nicanor Alvarez y luego por una enfermedad padecida por su reemplazante, Ricardo Prono.

El presidente de la Corte también habló con El Litoral sobre la mayor litigiosidad que existe en el fuero civil y comercial por la crisis económica y sobre el remanido tema de la oralidad de la Justicia penal.

Gutiérrez reconoce que todavía no hay desborde en el fuero civil y comercial pese al incremento de los concursos y quiebras, pero advierte que están trabajando al límite."La Corte ya viene señalando la necesidad de juzgados en Santa Fe y Rosario por el incremento de quiebras y de litigiosidad. Este incremento fue del 100% y la creación de cargos en el Poder Judicial no acompañó dicho crecimiento, pese a que los jueces han aumentado entre un 60 y un 65% la producción de sentencias. No obstante, el desfasaje puede complicar la agilidad propia del Poder Judicial."

Con respecto a la oralidad de la Justicia penal, Gutiérrez se declara defensor acérrimo del sistema y se anima a señalar que nadie está en contra pero llama a mirar las experiencias de provincias vecinas como Buenos Aires y Córdoba que tienen el juicio oral pero cuyo sistema está colapsado, no porque el sistema oral no funcione sino colapsado por la cantidad de causas que se tramitan por año. Si a éstas no se les da la cantidad de tribunales que se necesitan, el problema de la prescripción de los expedientes es de gravedad institucional. El día que se ponga en funcionamiento no sólo se deberá dictar el Código, sino acompañarlo de los instrumentos necesarios que precisa el juicio oral para funcionar y especialmente la policía judicial."