Convencido de que "estamos bailando con la más fea", Carlos Alvarez volvió a pronunciarse a favor de una profunda reestructuración del Ministerio de Desarrollo Social, y admitió la posibilidad de que esa eventual nueva cartera no esté encabezada por la frepasista Graciela Fernández Meijide.

Luego de asegurar que la "Alianza no está herida" sino que "debe haber más debate y consulta" entre el gobierno y el Frepaso, Alvarez pidió sustanciales "cambios" en el área de Desarrollo Social.

"Creo que hay que cambiar este ministerio, estoy convencido de que estamos bailando con la más fea", advirtió al referirse a la única cartera conducida por el frepasismo, y sostuvo que mientras ésa es "la cara visible de la política social argentina", sólo "maneja una cuarta parte del presupuesto" destinado al sector.

Cuando Radio Mitre le preguntó si la actual ministra Fernández Meijide tendría que estar al frente de esa posible nueva estructura, el líder del Frepaso respondió: "No, puede ser que no".

"Es más importante modificar la institucionalidad, hacer un cambio muy profundo en cómo se administran las políticas sociales en nuestro país, articularlas con las provincias y obligar a éstas a que muestren qué hacen con la política social", destacó.

Agregó que no tiene dudas de que "en la Argentina seguimos con un nivel extraordinariamente grande de clientelismo y de uso de la política social para intercambio de favores".

En rigor, los cambios que propone Alvarez en el área social son parte de las iniciativas contenidas en el documento que el ex funcionario le entregó al presidente Fernando de la Rúa semanas atrás, y sobre el cual aún no ha recibido ninguna respuesta.

"Estamos manejando un porcentaje ínfimo del presupuesto de las políticas sociales y tomando el compromiso con la sociedad como si tuviéramos a nuestro cargo o al cargo de Graciela todo el paquete de las políticas sociales, cuando en realidad maneja una cuarta parte", se quejó el ex vicepresidente.

Alvarez insistió en su idea relacionada con la conformación de una "agencia de políticas sociales donde se fusionen -explicó- los programas, se termine con la confrontación y mejoren los dineros públicos para responder a la situación de los sectores más vulnerables".

En otro orden, el dirigente frentista negó una vez más que la Alianza haya quedado "herida" después de su renuncia al poder el 6 de octubre pasado.

"La Alianza no está herida. Ahora, que tiene que haber más debate, más consulta y que hay que dar cuenta que es un gobierno de la Alianza, ésa es otra cuestión", interpretó.

Finalmente, sostuvo que "no hay que esperar permanentemente el quiebre o la ruptura de la Alianza. La Alianza -completó- no ha significado un problema para gobernar ni está más débil. Es el instrumento que le dimos a la gente para ser gobierno en la Argentina". (DyN).