Opinión: OPIN-03

Un vuelco para la Justicia internacional


La entrega del ex presidente Slobodan Milosevic al Tribunal Penal Internacional (TPI) de La Haya constituye un vuelco para la Justicia internacional y un paso decisivo contra "la cultura de la impunidad", estiman juristas y expertos internacionales.

"Es la confirmación de una tendencia que se perfila desde hace cierto tiempo: los responsables de los Estados ya no tienen garantía de impunidad y de inmunidad", manifestó un especialista holandés de derecho internacional, el Prof. Theo van Boven.

"Espero que esto tenga un efecto preventivo para los futuros Milosevic", agregó.

Tanto el presidente del TPI, Claude Jorda, como la fiscal, la suiza Carla Del Ponte, subrayaron el impacto de la decisión del gobierno serbio sobre la Justicia internacional. "Es el comienzo de una nueva era para la Justicia internacional", dijo Jorda.

El futuro proceso Milosevic debería servir de modelo y de ejemplo para la futura Corte Permanente Internacional (CPI), que debe ser creada en los próximos años precisamente en La Haya, donde se encuentra la Corte Internacional de Justicia (CIJ), un tribunal de las Naciones Unidas que arbitra los conflictos entre Estados.

La puesta de Milosevic a disposición del TPI es "una señal de que una CPI puede realmente tener un papel importante en el futuro", estimó van Boven.

La CPI tendrá ventaja sobre el TPI. "Teóricamente, tendrá la posibilidad de juzgar a jefes de Estado aún en el poder. En la práctica, por supuesto, hay una falla: ¿cómo detener a alguien que aún está en el poder en su país?", destacó el profesor.

Es sólo al cabo de presiones internacionales muy intensas que Milosevic, aun cuando ya había perdido el poder, pudo ser puesto a disposición del tribunal.

"Su entrega tiene un gusto amargo. Hubiera sido mejor que la extradición se hiciese sin presión. Sólo entonces se hubiera podido hablar de verdadero sistema de Justicia internacional", estima Pierre Hazan, autor de un libro sobre el TPI.

"Si el proceso es un éxito, dará esperanzas. La contradicción de la política de Estados Unidos se hará evidente. Son los principales instigadores de la llegada de Milosevic, pero al mismo tiempo son decididamente hostiles a la CPI", destacó Hazan.

"¿Cómo justificarán que otra nación deba ser responsable ante el TPI si fueron ellos mismos los que boicotearon la creación de la CPI debido a la consecuencia que esto podía tener para sus ciudadanos?", se interrogó.

Teniendo en cuenta este papel ejemplar, es necesario que el TPI sea moralmente indiscutible: "En el período de los ataques de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) contra Belgrado, el TPI cerró los ojos demasiado fácilmente, en particular en el caso del ataque contra el edificio de la televisión yugoslava. Esto creó la imagen de que el TPI no es una instancia judicial neutral, sino una instancia occidental", dijo Van Boven: "Hay que corregir esto".

El Tribunal fue creado en 1993 por el Consejo de Seguridad para juzgar los crímenes cometidos en territorio de la ex Yugoslavia, en las guerras de Croacia (1991), Bosnia-Herzegovina (1992-1995), y más tarde en Kosovo (1999). La fiscal Carla Del Ponte indicó recientemente que su competencia se extendía igualmente al caso del actual conflicto en Macedonia.

Tribunal "ad hoc", su competencia no va más allá de esta zona geográfica. Por lo tanto, sus días están contados, ya que dejará de existir cuando todas las personas acusadas sean juzgadas y condenadas.

Josefina Frantzen (AFP)