Los comerciantes santafesinos no sólo tienen pocas expectativas de reactivación: muchos de ellos ya comenzaron a sentir en carne propia los duros efectos de la pronunciada caída de las ventas producto de una larga recesión que parece no tener fin.

Esta mañana se confirmó que la cadena de supermercados Bienestar, una de las firmas más tradicionales de la plaza local, se presentó ayer en concurso preventivo en los tribunales de Santa Fe, según explicaron a El Litoral voceros de la firma que pertenece a la familia Bree.

La escueta respuesta obtenida en las diversas consultas realizadas por los medios fue que la empresa tomó esa decisión "para asegurar su continuidad en el mercado local y mantener la fuente laboral". Según se supo, la firma emplea a 270 personas en los diferentes locales de venta.

Los propietarios de la cadena no brindaron mayores razones sobre la decisión -hasta este mediodía continuaban reunidos con proveedores-, pero dejaron entrever que son atribuibles a las escasas ventas registradas en los últimos tiempos.

Por otra parte, el Centro Unión Empleados de Comercio de Santa Fe declaró hoy un alerta, a la par que hizo pública su profunda preocupación por las cesantías registradas en distintos supermercados de la plaza local.

Según el gremio, en total fueron 98 los despidos que se registraron entre mayo y junio, producidos sin invocar causa, aunque obedecerían a fuertes disminuciones en las ventas.

El Centro Unión Empleados de Comercio sostuvo -en comunicado remitido a nuestra redacción- que se trata "de medidas draconianas de los empresarios, favorecidos por el actual régimen laboral de desprotección de la estabilidad en el trabajo".

"También por una política permanente de rotación de los recursos humanos, que sólo sirve para el dispendio de las inversiones en formación y entrenamiento del personal", agregó.

Ante los acontecimientos, el gremio convocó a sus cuerpos orgánicos y delegados de personal para llevar a cabo la presentación y reclamos ante la Secretaría de Trabajo.

Por su parte, el titular de la Cámara de Supermercadistas de Santa Fe, Jorge Kilgelmann, se mostró preocupado por la situación que viven, en general, los supermercados de todo el país, al tiempo que reconoció que esta ciudad "no es la excepción a la regla".

Minutos antes de partir hacia Buenos Aires, donde tenía previsto participar de una reunión con la Cámara Argentina para ultimar detalles del encuentro que esa entidad iba a mantener con el presidente De la Rúa, Kilgelmann lamentó las noticias que circularon en la últimas horas sobre la presentación en un concurso preventivo de la cadena Bienestar.

"Los supermercados no son los únicos que atraviesan momentos difíciles. Nuestros proveedores también están padeciendo esto", agregó para destacar aún más la gravedad por la que atraviesan los comercios.

Kilgelmann no ocultó su desencanto sobre la nueva posibilidad de que se instale un hipermercado en la Estación del Ferrocarril Belgrano. "Nuestros comercios se caen y las autoridades municipales siguen sin realizar un estudio serio de los impactos que provocan estos gigantes comerciales", dijo.

El supermercadista remarcó que hubiera sido conveniente suspender -hasta el dictado de una ley- la radicación de cualquier inversión de este rubro en la ciudad, en consonancia con un proyecto que fue ingresado días atrás en el Concejo Municipal.

"Es como tirar una bomba atómica sobre la ciudad", graficó Kilgelmann, al remarcar que estos gigantes comerciales "facturan el equivalente de todos los comercios de Santa Fe y la región".

Al ser consultado sobre el encuentro con De la Rúa, adelantó que la intención era "proponer una serie de medidas para revertir la situación", tal como la puesta en marcha de una regulación seria respecto de los grandes emprendimientos económicos.