La ambición de Fossati se refleja en los buenos resultados. Se puede jugar mejor. El libreto está claro, pero algunas individualidades deben levantar o buscar otras variantes.
Este Colón "versión Fossati" ha sido puro orden. Así se identificó en el proceso previo, cuando con mucha tranquilidad y dando pasos firmes se logró armar el plantel. Y así se está observando adentro de la cancha, donde los jugadores se adaptan casi "religiosamente" a un libreto táctico que no tiene demasiadas complicaciones.
Cuando Fossati llegó a Santa Fe se lo tildó de técnico "lírico", por lo que los mismos uruguayos decían de él. En un fútbol cada vez más lleno de cuidados y precauciones, encontrar técnicos que vayan al frente sin importarles nada del adversario es casi una cuestión del pasado. Por eso lo de "lírico" de Fossati debiera cambiarse por "ambicioso". ¿Hasta dónde llega esa ambición? ¿Cómo se trasluce? Desde ya que si algo bueno consiguió Fossati en esta primera parte del proceso son los resultados. Ganó de local y empató de visitante. Punto y aparte, porque para un equipo como Colón, apuntar a la "media inglesa" es un objetivo de máxima. Y en este punto radica la "ambición" de Fossati, algo que hasta el momento se concretó, ya que si Colón consigue mantener la victoria en el partido que completará el miércoles con Nueva Chicago, quedará prendido en las primeras posiciones del torneo.
Los méritos
Decíamos que el equipo tiene méritos y dudas. ¿Qué encontramos entre los primeros?
1) La gran disciplina para cumplir con un libreto táctico que fue flexible de acuerdo con la disponibilidad de jugadores. Cuando Fossati tuvo un enganche a disposición, lo utilizó. Si no, jugó con un 3-5-2 definido, como en los partidos con Boca y Estudiantes.
2) La sensación de que el equipo se arma desde atrás hacia adelante. Arrancó el torneo con algunas dudas en el juego aéreo, pero enseguida se corrigió. Después de dos buenos partidos en defensa contra Boca y Banfield, volvió a tener algunos contratiempos el viernes ante Vélez. Pero la sensación es que los problemas del equipo no están, precisamente, en ese sector de la cancha.
3) Fossati encontró la defensa rápidamente. Los tres que empezaron el torneo (Píccoli, Morant y Pereyra) son los que siguieron jugando y los que tienen, hasta ahora, ganada la titularidad. El "Flaco" Morant es, desde lo individual, el de mejor rendimiento en el equipo. Y tanto Píccoli como Pereyra son buenos complementos defensivos. Además, aportan lo suyo en ataque. El "Flaco" marcó el gol del empate ante Vélez, mientras que Pereyra estuvo cerca de meterla en todos los partidos.
4) El temperamento para no dejarse caer ante la adversidad. Arrancó perdiendo y remontó ante Estudiantes. Le pasó lo mismo y pudo empatarle a Vélez. Hasta los más pibes aportan lo suyo. Capurro, por ejemplo, no deja de tener un interesante empuje cada vez que le toca jugar.
5) Es aceptable la respuesta que están dando algunos refuerzos. A Pereyra le tiraron la camiseta y respondió. Migliónico también mostró por qué Fossati insistió en traerlo. Zermatten tuvo chispazos interesantes y a Castillo se lo conoce de sobra. Falta que levante Unali (puede y debe dar más) y ver en qué medida responderán Toledo y Gerbaudo cuando les toque jugar.
6) Colón lleva marcados seis goles. De ellos, uno fue de un delantero (Graf) y el resto de volantes o un defensor (Migliónico, Aquino, Castagno Suárez, Delgado y Morant).
Las dudas
1) La ausencia de un conductor natural. Se intentó con Morales Santos en dos partidos, pero "Jairo" sigue sin marcar un quiebre en la apatía que lo identificó desde que llegó a Santa Fe.
2) El mal momento de Gigena. Tanto Mántaras como Gareca y Fossati lo han "bancado", pero el "Topito" sigue sin responder. Está impreciso, la pelota le rebota y no ha tenido una sola ocasión, en todos los partidos que se jugaron hasta ahora, bien clara para llegar al gol, salvo un cabezazo en el palo ante Banfield.
3) Los cuatro volantes en línea son batalladores y tienen personalidad. En el caso de Aquino y Unali, deben estar muy atentos para integrarse a la línea defensiva. Pero a veces al equipo le cuesta progresar y ser sorpresivo, porque no cuenta con el suficiente cambio de ritmo en el medio.
Conclusión
La conclusión que se puede sacar es que la cosecha matemática no admite discusiones. En lo futbolístico, el equipo tiene material para ser más estético y fundamentar esa ambición que bien se refleja en la tabla, con un juego mejor predispuesto al lucimiento.
De todos modos, Fossati ya consiguió varios objetivos: supo "parar" al equipo, logró resultados y lo armó bastante bien desde el medio hacia atrás. Falta lo otro. Para ello, es fundamental que "exploten" aquellos jugadores capaces de cumplir con lo más difícil que tiene el fútbol: crear y definir en el arco de enfrente.
