Buenos Aires (C).- El ministro Domingo Cavallo anunció ayer a sus pares de todas las provincias que espera "un cuarto trimestre que sería el más duro de la década". Y en ese contexto les ratificó recortes a la coparticipación y anunció que tampoco se coparticipará el impuesto a las transferencias financieras (ITF), más conocido como impuesto al cheque.

La Nación remitió en setiembre a las provincias una coparticipación que está 392,7 millones por debajo de la garantía legal vigente, de los cuales unos 20 millones corresponden a Santa Fe (no se contabilizan allí deudas por Fonavi, ATN o Caja de Jubilaciones). Además, al conjunto de las provincias se le deben 61 millones más de la garantía del mes de agosto.

La propuesta presentada ayer por el gobierno nacional es usar el impuesto al cheque como garantía de un nuevo bono con el cual asistir prioritariamente a las provincias en crisis. Estas cancelarían con esos bonos sus deudas con bancos privados, y obtendrían así un plazo mayor y menor costo financiero, lo que les liberaría recursos de la coparticipación para pagar a sus empleados y contratistas.

Según las cuentas que hace la Nación, las provincias deben pagar el próximo año unos 3.133 millones de intereses de sus deudas con entidades crediticias privadas. Si la canjean con los bonos, esos pagos de intereses se reducirían a la mitad y liberarían recursos de la coparticipación.

Cavallo comentó además a sus pares provinciales que las Lecop, bonos similares a los patacones bonaerenses pero sólo disponibles para todas las provincias que adhieran, estarán listas el 15 de octubre. El ministro busca que ese instrumento reemplace la falta de billetes en los mercados internos de cada provincia, y que sirva en cambio para que no sigan cayendo el consumo y la actividad económica.

El ministro fue acompañado durante el encuentro por el secretario de provincias, Hugo Garnero y el de Hacienda, Jorge Baldrich. La reunión se desarrolló durante más de una hora en el quinto piso del Palacio de Hacienda, y reunió a representantes de todos los distritos, sin distinción partidaria. Santa Fe estuvo representada por el ministro Juan Carlos Mercier y su secretario de Hacienda, Miguel Asensio.

El nuevo esquema propuesto por Cavallo atiende a las provincias más endeudadas comprometiendo la recaudación del impuesto al cheque, que no se coparticipará tal como lo pedían los gobernadores.

Con sus cuentas relativamente equilibradas, Santa Fe no sacaría mayor rédito del uso del nuevo bono, ya que canjeó su deuda bancaria con el reciente crédito del Banco Mundial, y tampoco recibirá lo que le corresponde por la coparticipación debido a la vigencia del déficit cero y la caída de la recaudación.

Sin embargo, la provincia tampoco tiene margen de maniobra para el reclamo debido a que otros distritos, tanto del PJ como de la Alianza, sólo tendrían salida a través del nuevo bono.

Según las cuentas distribuidas ayer por Economía, Buenos Aires tiene el próximo año un déficit financiero de 679,1 millones y debe afrontar el pago de intereses de la deuda 1.085,5 millones.

Pero no es el único distrito comprometido por el pago de intereses de sus deudas en el 2002. Como ejemplo, cabe mencionar que Córdoba debe afrontar 144,8 millones; Corrientes, 106,3 millones; Chaco, 154,8 millones; Entre Ríos, 136,3 millones; Formosa, 160,5 millones; Jujuy, 117 millones; Mendoza y Misiones, más de 131 millones cada una; Río Negro, 134 millones; Tucumán, 120 millones y Salta, 100 millones.

En todos los casos son cifras que están por encima de los 89 millones que debería pagar Santa Fe en el 2001, pero en distritos que en su mayoría poseen menos recursos y que además carecen de la asistencia financiera del Banco Mundial con la que cuenta la administración santafesina.

Rosario (C).- Carlos Reutemann dejó entrever un estado anímico más irritado que desilusionado luego de la reunión que ayer mantuvieron los ministros de Hacienda provinciales con Domingo Cavallo.

"Cavallo logra cerrar sus números sobre el lomo de las provincias en base a ajustes. Incluso ayer nos planteó que las provincias que estuvieran más ordenadas iban a tener que asistir a las que no lo estuvieran. Esa es la frutilla del postre, da la impresión de que están forzando hasta dónde llega la capacidad de aguante", planteó el gobernador, quien consultado si interpretaba que el Palacio de Hacienda lanza medidas provocadoras, resumió su humor en cuatro palabras: "Esa es mi sensación".

"El plan económico está en un callejón estrecho y no se sabe cuándo puede estallar. Estamos en una olla a presión", graficó, en una entrevista con Radio Dos.

El gobernador avizoró que las imposiciones de Economía a nivel nacional tendrán efectos perniciosos en los niveles inferiores de la administración. "Cavallo no cumple los compromisos que tiene con las provincias y esto traerá una enorme cantidad de perjuicios en municipios y provincias".

"Nadie podía pensar que llegaríamos a esta situación. Antes teníamos algún tipo de esperanza. Ya vimos los resultados de la recaudación del IVA, cada vez hay más recesión; no se coparticipa a las provincias lo que se firmó en el Congreso de la Nación", puntualizó el mandatario.

Visiblemente molesto, el titular de la cartera económica santafesina se retiró ayer tras la reunión con Domingo Cavallo, con una certeza y un interrogante: la Nación no le pagará a Santa Fe lo que le debe, y la provincia deberá evaluar una vez más si adhiere al sistema de bonos denominado Lecop, ante la falta de sus recursos legítimos por el recorte impuesto desde la Nación.

Juan Carlos Mercier dialogó con El Litoral y expuso su evaluación acerca del encuentro.

-¿Qué les dijo Cavallo?

-Nos dijo que en la emergencia que estaban el país y las provincias, iba a tener que hacer una diferencia atendiendo a las mayores urgencias, y que las provincias bien administradas como San Luis o Santa Fe no iban a tener asistencia inmediata, aunque esperaba poder compensarlas en el nuevo régimen de coparticipación con algún premio o estímulo que no sabemos cuál será.

-¿La Nación no va a cumplir con la garantía de la coparticipación?

-Esa situación la plantean todos, los más ordenados y los menos ordenados. Cavallo dijo que no tiene respuestas en lo inmediato para cumplir con la garantía de coparticipación y que está dispuesto a sentarse para documentar la deuda. Pero que no va a cancelarla de inmediato.

-¿Pidió a las provincias que paguen parte de sus obligaciones como lo hace Buenos Aires con el patacón?

-El ministro dio a entender que la única herramienta posible para oxigenar a las provincias eran las Lecop, título que ponía a disposición de todas las provincias a partir del 15 de octubre, aun de aquellas ordenadas, para evitar la caída de la actividad económica. Sugirió que lo usen todas las provincias como un modo de reactivar la economía.

-¿Eso significa que Santa Fe va a evaluar pagar con Lecop?

-Lo vamos a volver a evaluar. Pero no nos vamos con ninguna satisfacción respecto de lo que queremos, que es un principio de equidad y justicia para mantener ordenadas las cuentas.

-¿Es un castigo para las provincias ordenadas?

-Tómelo como quiera.

Los despidos de trabajadores subieron en un 46,95 % en nuestro país durante setiembre pasado, respecto del mismo mes del año 2000. Según la consultora Tendencias Económicas, en ese lapso se multiplicaron por 20 las suspensiones.

La consultora indicó que el mes pasado fueron despedidos 8.299 trabajadores, un 43,4 por ciento más que en agosto. En cuanto a las suspensiones, señaló que afectaron a 96.414 trabajadores, de los cuales 63.700 son empleados públicos de la provincia de Entre Ríos, cuyo gobierno paralizó la administración estatal durante tres días, como consecuencia de una severa crisis económica.

Tendencias Económicas destacó que los índices de conflictividad laboral se dispararon en el mes pasado, debido a que en el tercer trimestre del año se profundizó la recesión económica que sufre el país desde mediados de 1998.

Los sectores con más despidos y suspensiones de trabajadores han sido las industrias de automóviles, textiles, frigorífica, de la construcción y la metalúrgica.

La Administración Nacional de la Seguridad Social fue el sector estatal más afectado, a causa de la política de austeridad que lleva a cabo el gobierno en pos de alcanzar el déficit cero en las cuentas del Tesoro.