Angel Tello es secretario de Asuntos Militares del Ministerio de Defensa de la Nación y reconoce que tras el atentado a los Torres Gemelas el mundo se replantea el tema de la inteligencia, aunque ratifica que a nuestras Fuerzas Armadas les está vedada esa tarea en lo interno, no así en lo externo. En diálogo con El Litoral reconoce la tarea de la cartera de optimizar los recursos presupuestarios en áreas operativas; admite que se estudia la posible fusión de la Prefectura con la Armada y aseguró que Estados Unidos nunca pidió ni sugirió el envío de tropas a Afganistán.

Tello vino a Santa Fe, donde anoche disertó junto al diputado Carlos Iparraguirre en la Casa del Sur y estuvo en el Concejo Municipal con los ediles aliancistas Leonardo Simoniello y Marta Fassino.

Lo que sigue es parte del diálogo con este diario.

-Días atrás se habló de la posibilidad de que las Fuerzas Armadas realicen inteligencia interna. ¿El proyecto fue dejado de lado?

-Absolutamente. Las Fuerzas Armadas, por la ley de Defensa Nacional, no pueden hacer inteligencia interior, pero sí repeler agresiones de origen externo, con lo cual quiere decir que pueden hacer inteligencia externa. Es más, deben hacerla para saber qué tipo de agresión viene sobre el territorio argentino. El atentado terrorista del 11 de septiembre causó tanta conmoción que, de alguna manera, cambió las reglas de juego en el planeta. Hoy estamos en una situación distinta al 10 de septiembre. En función de eso, se plantea cómo el Estado hace a fin de optimizar los recursos a su alcance para poder, no digo reprimir, pero sí por lo menos evitar que el terrorismo actúe en nuestro país. Una de las formas es integrar el sistema de inteligencia, donde las Fuerzas Armadas hagan lo que deben hacer y lo que vienen haciendo, que es inteligencia frente a la amenaza de origen externo. En este caso, el terrorismo configura una amenaza de origen externo. A partir de allí, con un sistema integrado, sobre todo con la Secretaría de Inteligencia de Estado, pueden actuar preventivamente. De esto se trata, pero no de la inteligencia interna que fue costumbre en otras épocas, la de espiar a los partidos políticos, asociaciones gremiales, estudiantiles. Además esto no tiene ningún sentido práctico, ya que toda la información es pública. Las Fuerzas Armadas tienen prohibido hacer este tipo de inteligencia".

-¿Pero fue Jaunarena quien habló de esta posibilidad?

-Quedó el planteo ante una nueva amenaza. El ataque a las Torres Gemelas tuvo un impacto a nivel mundial que es formidable. Esto genera una gran incertidumbre en el mundo, porque estamos ante un enemigo que no tiene rostro, que tiene la iniciativa, que golpea y se retira. No es un enemigo clásico, que podría ser un Estado contra otro, como se vio por ejemplo en la Guerra del Golfo. Esto introduce una nueva realidad donde la inteligencia juega un rol esencial. Hasta hace un mes discutíamos si escudo antimisiles sí o no. Ahora, personas con gran determinación y con una simple navaja le han producido un daño irreparable a la humanidad. Esto replantea los sistemas de armas. En función de esto, la inteligencia es fundamental y se abre un nuevo debate sobre ésta. Qué tipo, cómo hacerla, con qué instrumentos, uno de los cuales son las Fuerzas Armadas.

-Nosotros tenemos experiencia, ya que sufrimos dos atentados en la década del '90.

-Hay un alerta. También es importante señalar que con el atentado a la Amia había una gran conmoción en la sociedad argentina, y nadie se puso a discutir, pero lo real es que actuaron tropas israelíes sobre el edifico de la Amia, con uniforme de combate. No hubo ninguna autorización del Congreso para esto. Las supuestas tareas que vinieron a realizar las podían haber realizado perfectamente nuestras Fuerzas Armadas. En ese momento se invocó la ley de Seguridad Interior para que no lo hagan, pero había una clara agresión de origen externo. A veces nos preguntamos si cuando la ley de Defensa define la agresión externa, en realidad lo que está definiendo no es el origen ni la naturaleza de la amenaza, más que el lugar en que ésta se produce, y el caso de la Amia es una clara agresión de origen externo que se produce en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires.

-¿Hubo pedido formal de tropas para esta situación internacional?

-No hay ningún pedido formal ni informal. El pedido de Estados Unidos es que la Argentina garantice en su territorio y a nivel de la región (Brasil, Paraguay y Chile) condiciones para poder detectar presuntos elementos terroristas, controlarlos y eventualmente reprimirlos.

-¿La Triple Frontera es la zona más caliente?

-Por lo menos es la que tiene más publicidad.

-Uno supone que en estos momentos no hay allí células terroristas con todas las fuerzas en el lugar.

-Supongo lo mismo que usted. Porque además estas cosas no se pueden ventilar a la luz pública. No niego el gran papel que tienen los medios masivos de comunicación, incluso haciendo docencia para la población, pero lo cierto es que nosotros no podemos difundir todo lo que se hace, porque le estamos diciendo a aquel que puede estar pensando en una acción perturbadora dónde lo vamos a buscar.

-El Senado está a punto de votar un nuevo sistema nacional de inteligencia, ¿ha participado el Ministerio en la discusión?

-Hay un proyecto que ha sido consensuado y que está en debate. Tanto en este proyecto como en alguno que ha sugerido el ministro Jaunarena, que lo retoma de su época de diputado nacional, no se cuestiona el rol de las Fuerzas Armadas. Se respeta lo que está en la ley de Defensa Nacional. Sí se construye lo que, a nuestro juicio, es lo más importante, construir un sistema de inteligencia.

Tello no se queja del presupuesto asignado a las Fuerzas Armadas. "En el Ministerio de Defensa se está tratando de trabajar con los recursos que el Congreso otorga para el funcionamiento de la defensa nacional argentina, haciendo un uso racional y optimizando los recursos, que no son abundantes, pero creemos que son suficientes para que las Fuerzas Armadas tengan una cierta capacidad operativa. Debemos hacer un esfuerzo para eliminar todo aquello que no es operativo y poner el centro en lo operativo que es la línea fundamental de la ley de reestructuración que se votó en 1998.

Ahora, ante la aparición de esta amenaza, si las Fuerzas Armadas necesitan más recursos, es algo que se está estudiando. Lo cierto es que somos conscientes de que la defensa quizás, en función de la seguridad, necesite mayor cantidad de recursos. Posiblemente también las fuerzas de seguridad. Pero es cierto que están las demandas de maestros, jubilados, desempleados. Hay una gran demanda social en este país.

El secretario de Asuntos Militares aseguró que las citaciones judiciales a ex jefes y ex oficiales por su participación en violaciones a los derechos humanos no traen preocupación en las Fuerzas Armadas.

"Nosotros decimos que hay que mirar hacia el futuro. No podemos hoy seguir discutiendo lo que pasó hace 25 años en la Argentina, que ha sido trágico, doloroso, pero en su momento, gracias a la decidida acción del gobierno de Alfonsín fue totalmente esclarecido. La opinión pública tomó conocimiento de esto. Se juzgó y condenó a los culpables de las aberraciones cometidas. Eso ocurrió, pero no podemos estar volviendo a revolver la historia, porque no ayuda a que las Fuerzas Armadas sigan insertas en la subordinación al poder político y a la Constitución. Hoy éste es uno de los mejores modelos de América latina".

Tello reconoce que se estudia la posibilidad de unificar la Prefectura Naval con la Marina. Es una hipótesis de trabajo. "No hay nada fijo. La idea era crear una comisión de las dos fuerzas. El criterio era un mejor aprovechamiento de los recursos. Creemos que hay una realidad que es la del campo terrestre de intervención en la seguridad interior que es la Gendarmería y su relación con el Ejército. La Gendarmería es una de las fuerzas que mantiene el orden interno. Podía haber dado lugar, si se subordinara al Ejército, a la intervención militar interna. En el caso del mar es distinto. Hay una depredación cada vez mayor y a veces o los recursos que dispone la república son escasos o están diversificados y no hay un centro que pueda orientar el mejor aprovechamiento de los recursos. En función de esto se plantea esta realidad. Reconozcamos que si hablamos de seguridad interior, la fuerza aérea hace actividades de seguridad interna con el control de vuelos y nadie le cuestiona este rol. De otra manera tendríamos que crear otra fuerza para ocupar el espacio interno lo que sería un disparate monumental debido a los escasos recursos que tenemos".