Los trabajadores de la carne de Rafaela Alimentos de Casilda se enfrentan a una situación cada vez más complicada. Ayer, la empresa despidió a los 375 empleados y hoy, los trabajadores ya empezaban a recibir los telegramas correspondientes.

"Esta realidad es muy mala y ya nadie la puede mantener. Ni el intendente, ni el gremio podemos sostener esta crítica situación. No sabemos a dónde vamos a terminar con todo esto", enfatizó el secretario del sindicato, Sixto Vallejos.

A partir de esta instancia, los empleados se trasladarán al sindicato, a la Secretaría de Trabajo o la misma empresa para informar bajo qué condición laboral se encuentran. Con los datos presentados en Ansés, los afectados podrán empezar a cobrar el subsidio por desempleo que se paga ante una cesantía.

La decisión de los despidos surgió a partir de un acuerdo que se logró entre los empresarios y gremialistas, a raíz de la crisis que está viviendo el frigorífico como consecuencia del cierre de los mercados.

Por medio de ese acta se determinó que los trabajadores percibirán el 50% de la indemnización -$ 200 mensuales los 5 primeros meses-, amparándose en los artículos 232 y 247 de la Ley de Contrato de Trabajo que posibilitan el pago parcial de las indemnizaciones cuando los despidos responden a situaciones ajenas a la conducción de la empresa. Este pago se abonará en 6 cuotas, las cuales terminarán de efectuarse en abril, mes en el que se completará el monto total de lo adeudado.

En el caso de que la firma no termine de abonar el monto indemnizatorio en ese mes, "pediremos su quiebra por incumplimiento, más que nada teniendo en cuenta que en mayo, la empresa tiene fecha para presentarse en convocatoria de acreedores".

Por su parte, la empresa también se comprometió a que en el mismo momento en el que se reabran los mercados internacionales y se restablezca la actividad del frigorífico, se reincorporará a todos los trabajadores despedidos, respetándose la antigüedad y la categoría de los mismos.

Rafaela Alimentos SA deberá comunicar oportunamente el llamado de reincorporación a los obreros y éstos tendrán un plazo de diez días para presentarse a trabajar. Si no se presentaran en ese término dejarían en firme sus despidos y la empresa les debería completar el pago de las indemnizaciones acordadas.

Si, por el contrario, los empleados se reincorporaran, la cifra abonada como indemnización quedaría a modo de un crédito cuyo prestador es la empresa. Por esta razón, "los trabajadores comenzarían a devolver ese monto en un porcentaje que no supere el 10% de su sueldo bruto", recalcó Vallejos.

A la vez, el gremialista recalcó que en este acuerdo se incluye una cláusula que compromete a la empresa a trasladar las condiciones firmadas aquí, en caso de "venta, locación o transferencia del establecimiento".

Según explicó Vallejos, "esta cláusula fue incluida ante las distintas versiones que hablaban de la posibilidad de venta del frigorífico".

Como se recordará, los ex-empleados de Rafaela Alimentos de Casilda nunca recibieron el subsidio por desempleo al encontrarse suspendidos (no despedidos) correspondiente al decreto 448, a raíz de que el Ministerio de Economía de la Nación no firmó la autorización adecuada para que se efectúe el pago.

Por esta razón, hasta el momento, estos trabajadores estuvieron percibiendo una ayuda que les otorgaron las autoridades de la provincia y de la propia Municipalidad.

El secretario del Sindicato de la Carne de Rosario, José Fantini, describió la situación de los obreros de la carne de esa ciudad.