Preparativos, aplausos, risas, emoción, color, música... los rostros de los pibes expectantes, algunos todavía a los costados, la timidez los demoraba un poco. Después de un rato, cuando la mayoría estuvo sentada, una canción empezó a sonar y la dama de la historia salió muy coqueta a la escena, le siguieron el caballero y un par de payasos -magos de la alegría- que adornaron la mañana gris y ventosa con sonrisas. Eran los Farsa Molestia, un grupo de San Fernando (Buenos Aires) con su obra ¿Globo está?, a los que les tocó actuar primeros en el escenario de Villa del Parque, el tercero montado en los barrios (el primero fue en San Agustín y el segundo en Cabal).

Los chicos de Puro Teatro no la pifiaron. Es el 8° ENTEPOLA pero el primero que fue a los barrios, salió del centro y se metió ahí donde está la gente, donde están los pibes y grandes que no llegan a los 85 centavos para poder disfrutar de una función.

La lluvia los demoró un poco, los chicos de los otros grupos les dieron una mano para montar el escenario y poner a punto el sonido. "Siempre es así -comentó Juan, uno de los integrantes de Teatro Tavajhú-. Estos encuentros se hacen desde la solidaridad; ayudamos, para eso venimos. Todos colaboramos y gracias a eso se puede hacer".

Teatro Tavajhú está integrado por tres jóvenes que se llegaron desde Federación (Entre Ríos) para presentar el espectáculo callejero Inodoro Pereyra, entre otros. Desde el inicio -hace cuatro años- participan en esta fiesta del teatro popular.

"Esta vez fue una experiencia muy enriquecedora -agrega Juan-. Las asociaciones barriales asumen el rol de organizadoras del evento y tienen la responsabilidad del alojamiento y comida para los grupos, además de coordinar el lugar para las funciones. Creo que ir a los barrios es la forma, el camino para sostener el encuentro".

El intercambio de experiencias enriquece, se conocen unos a otros, preguntan y relatan, conocen nuevos espectáculos y muestran y dicen lo que quieren, lo que necesitan. El mate, las palabras, las sonrisas, la experiencia, las ideas y la solidaridad los une.

"Trabajamos de esto, vivimos del teatro popular y es raro llegar a un barrio y no parar de contar la experiencia y poder compartir desde las 3 de la tarde hasta las 10 de la noche, la gente se acercó enseguida y eso es lo que nos alimenta para laburar", agregó Paloma, también de Tavajhú.

"El teatro popular es casi un elemento indispensable sobre todo frente a la situación social y política que estamos viviendo. La gente tiene necesidad de participar, se acerca más, y no podemos permitir que además de sacarnos los salarios, los trabajos, nos saquen el entusiasmo y las ganas. Desde el teatro popular tenemos un compromiso muy fuerte, y nos sumamos a la lucha de la gente", remató Juan.

También dando una mano y mateando había una "banda" de uruguayos, La Jueta, seguramente uno de los grupos más numerosos y jóvenes -entre 15 y 19 años- que participan del encuentro y lo hacen por primera vez. Trajeron dos obras: la cantata Santa María de Iquique y otra para los chicos Zapatero a tu zapato. La primera dicen que la prepararon para recordársela a los viejos y contársela a los jóvenes. "Trata sobre una masacre que hubo en 1907 en Chile, la lucha de los obreros de la sal, que cuando se decidieron a pelear por sus derechos los asesinaron", narró uno de los chicos.

Aparentan sentirse muy cómodos, contentos y preparados para seguir mostrando todo lo que saben. Confiesan disfrutarlo al máximo: "estamos cumpliendo un sueño, realmente nos costó conseguir la plata para participar de esta fiesta, laburamos todo el año, pero lo hicimos".

Mariam agregó "nosotros los jóvenes tenemos cosas para mostrar, tenemos cosas para decir, realmente nos interesa esta movida cultural, no estamos solamente para tomarnos un trago en una esquina, pero para eso también (sonrió)".