Internacionales: INTE-02

Temen infiltración Talibán entre refugiados


AFP. CONTROLES. Fuentes paquistaníes aseguran que no permitirán la entrada en su territorio a ninguna persona procedente de Afganistán.

El gobierno paquistaní envió a soldados para impedir que puedan entrar ilegalmente por los múltiples pasos existentes. Quieren impedir que militantes de Al Qaeda escapen hacia Pakistán.


Islamabad.- Pakistán ha descartado que el máximo dirigente Talibán, el "mulá" Mohamed Omar, y el terrorista saudí Osama Ben Laden hayan cruzado la frontera para ocultarse en territorio paquistaní, aunque se teme que milicianos Talibán puedan infiltrarse en los campos de refugiados.

El gobierno paquistaní envió a miles de soldados adicionales para impedir que los Talibán puedan entrar ilegalmente por los múltiples pasos existentes en los 2.400 kilómetros de frontera con Afganistán.

Asimismo, una segunda línea militar fue levantada ante el temor de que militantes de la organización Al Qaeda, que dirige Ben Laden, escapen a Pakistán, mientras los Talibán siguen cediendo terreno a las fuerzas de la Alianza del Norte.

Fuentes oficiales paquistaníes aseguraron que no permitirán la entrada en su territorio a ninguna persona procedente de Afganistán, excepto por razones humanitarias, aunque se teme que combatientes Talibán o miembros de Al Qaeda puedan infiltrarse en los campos de refugiados.

Un portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados pidió a los gobiernos de las provincias fronterizas paquistaníes que se aseguren de que en los campos de refugiados afganos instalados en puntos fronterizos no entren combatientes.

Las autoridades paquistaníes descartaron asimismo que individuos procedentes de Afganistán puedan refugiarse en zonas remotas de la Provincia Noroccidental de la Frontera, prácticamente controladas por las tribus que las habitan.

Precisamente a esas zonas, que gozan de una autonomía especial, es donde, según una emisora de radio iraní, habrían huido ayer el "mulá" Omar y Osama Ben Laden.

Reacción


El gobierno paquistaní reaccionó de inmediato a esta información asegurando que "no tenía fundamento", y subrayó que la población de esas zonas habían dado su apoyo al presidente Pervez Musharraf.

Por otra parte, y paralelamente a la campaña militar, Estados Unidos está llevando a cabo gestiones diplomáticas para la instalación en Afganistán de un gobierno provisional que reemplace al régimen Talibán.

En este sentido, el enviado especial de EE.UU. para Afganistán, James Dubbin, además de entrevistarse con representantes del gobierno de Islamabad, se reunió el viernes en la ciudad de Peshawar, en el oeste de Pakistán, con líderes de la Alianza del Norte.

Fuentes de la Alianza, que controla ya el 80 por ciento de Afganistán, incluida la capital, Kabul, precisaron que discutieron de asuntos generales y que no habían tratado ninguna fórmula precisa sobre el nuevo régimen político.

Además, los líderes de la coalición aprovecharon su encuentro con Dubbin para hacer hincapié en la necesidad de que la ONU desempeñe un papel más efectivo en Afganistán, añadieron las fuentes.

Por otro lado, jefes paquistaníes de la etnia pastún, a la que pertenecen los Talibán, decidieron ayer enviar un Comité de Ancianos a la ciudad de Kandahar, en el sur de Afganistán, último bastión de los Talibán, para instarlos a negociar una salida pacífica al conflicto.

Sin embargo, todo parece indicar que los Talibán siguen controlando Kandahar y no está claro si han iniciado la retirada de la ciudad en la que se dieron a conocer en 1994, dos años antes de conquistar Kabul.

Kandahar fue uno de los blancos principales de los ataques estadounidenses desde su inicio, el pasado 7 de octubre, al negarse los Talibán a entregar a Ben Laden.

La ofensiva de EE.UU. dio un vuelco definitivo cuando las fuerzas de la Alianza del Norte conquistaron el enclave de Mazar-i-Sharif, en el norte de Afganistán, y el pasado martes entraron en Kabul horas después de la retirada de los Talibán. (EFE).