Economía: ECON-03

Los tamberos están en convocatoria permanente


Rafaela (De nuestra agencia).- La Sociedad Rural de Rafaela fue escenario ayer de un nuevo encuentro de productores tamberos para analizar y tratar de buscar salidas a la acuciante situación que padece la actividad.

La cuestión es clara: el precio que obtiene el productor no alcanza a cubrir los costos de su tarea. Trece o catorce centavos por litro de leche -que es el precio promedio que obtienen- no constituye un pago acorde con los gastos de funcionamiento de un tambo. Como se expresó en el encuentro, "directamente los números no cierran".

La reunión -a la que asistieron unos 100 productores- estuvo encabezado por Carlos Chiavassa y Ricardo Garnero de Aplesafe; Gustavo Colombero de Fecet; Rubén Socín y Néstor Vittori de Carsfe; Elido Alloatti de Federación Agraria Argentina; Mario Rossi y Juan Inwinkelried de la Sociedad Rural de Rafaela.

Iniciando los discursos, Chiavassa lanzó una duro razonamiento: "Debemos preguntarnos si queremos seguir siendo tamberos".

Luego de que los dirigentes explicaran la situación en que se encuentra la lechería, hicieron mención a las alternativas que vienen proponiendo últimamente las entidades como posibles soluciones a esos problemas. Las mismas fueron presentadas el martes pasado a Reutemann y se resumen en los siguientes puntos:

  • La necesidad de planificar la oferta para evitar los vaivenes de los volúmenes de producción y precios. En tal sentido se dijo que hay experiencias mundiales de distintas características. Las dos más conocidas giran en torno a la determinación planificada de los propios productores o a la directa intervención de las autoridades gubernamentales.
  • Crear un mecanismo de fijación de precios para asegurar un valor de la leche que haga sustentable la actividad tambera.
  • Contrapunto


    Una de las más agudas críticas que se escucharon ayer fue para el cooperativismo industrial. Los productores denunciaron que los tambos están pagando la ineficiencia de éstas empresas, que se trasluce en el costo financiero, gasto que representa alrededor de 5 centavos por litro de leche y que las industrias lo deducen del precio que le pagan al productor.

    También se las tildó como reguladoras de precios ya que marcan una tendencia que es seguida por las empresas lácteas no cooperativas.