Un comedor de barrio Acería tendrá
energía a partir de un biodigestor
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Genera gas y produce un ahorro de hasta un 50 por ciento. El aparato proveerá de gas al comedor de la vecinal Acería. Permite abaratar el costo a un 50 %. Fue donado por el Rotary Club.
Después de tres años de reclamos, la vecinal Acería consiguió cumplir un viejo anhelo: contar con un biodigestor que permitirá reducir en un 50 % el valor del consumo de gas que se utiliza para brindar el servicio de comedor y copa de leche a más de 180 niños.
El aparato fue conseguido gracias a gestiones encaradas por el Rotary Club ante instituciones de Estados Unidos, que aportaron parte del dinero para su adquisición. El resto fue donado por ellos.
El biodigestor -que comenzaría a funcionar en cinco días- es un aparato que sirve para generar gas y que se alimenta con residuos orgánicos, como comida que no se utiliza más, pasto, verduras y pan.
El líquido que despide el biodigestor se destinará para el riego de la pequeña huerta que poseen, el cual servirá para abonar la tierra.
"Estamos muy contentos porque nos genera un gran beneficio, al ahorrar en aproximadamente un 50 % el consumo de gas que estábamos utilizando", comentó Catalina Frías, presidenta de la vecinal Juana Azurduy de barrio Acería.
El dinero que ahorrarán estará destinado a reforzar la calidad del servicio alimentario que presta la institución, "dado que Promoción Comunitaria nos da insumos para 100 chicos y vienen 180", comentó.
Si bien sólo los días sábado se brinda el almuerzo, la copa de leche se da todos los días.
Festejos
En la oportunidad, también festejaron los cinco años que el 27 de noviembre pasado cumplió el comedor Rayo de Luz.
En una sencilla ceremonia, la Banda Municipal interpretó su repertorio y se expusieron los trabajos manuales realizados por los chicos de apoyo escolar y por las señoras que trabajan en el costurero comunitario.
Por último, se entregaron diplomas a jóvenes de distintos barrios de la ciudad, entre ellos, Estanislao López, Cabaña Leiva, Yapeyú, Loyola, Los Troncos y Acería que participaron en el proyecto "Los jóvenes tienen un lugar", por medio del cual trabajaron en talleres de apoyo escolar, cuidado de ancianos, comunicación social y organización comunitaria.
