Titulares de Tapa: TAPA-02

Violencia en Iturraspe y Perón


Amancio Alem. PIQUETE. Primero la policía arrojó agua y algunos piqueteros respondieron a pedradas. Luego, cuando los desocupados huían, les dispararon perdigones de munición blanda.

Hubo heridos con balas de goma, policías golpeados con piedrazos y dos detenidos. El corte reclamaba el pago de planes de $ 100 atrasados y entrevistarse con funcionarios que no aparecieron.


La policía desalojó por la fuerza a un grupo de 30 piqueteros de barrio Barranquitas que cortaron la intersección de las avenidas Iturraspe y Presidente Perón, tras varios intentos de disuación verbal que no prosperaron.

El corte comenzó aproximadamente a las 10 y fue disuelto entre las 11.30 y las 11.45, al cabo de un enfrentamiento cuya violencia fue creciendo.

La policía primero advirtió que existía una orden judicial de desalojo de tipo verbal. Los manifestante exigieron verla por escrito y luego de que los bomberos apaguen las cubiertas incendiadas que impedían el paso de los vehículos optaron por sentarse sobre el asfalto.

Mientras se normalizaba el tránsito y los curiosos crecían en número ante el evidente enfrentamiento, hubo otro intento de disuación y diálogo, que terminó con insultos hacia los uniformados.

Los piqueteros exigieron sin éxito la presencia de la secretaria de Promoción Comunitaria de la provincia, Adriana Cavuto, el gerente de Empleo de la Nación, Mariano Romero Acuña o algún funcionario municipal.

El jefe del operativo advirtió a quien lideraba el grupo (de no más de 30 personas) que se cumpliría la orden judicial, y los manifestantes se pusieron de pie; algunos tomaron piedras y hierros en lugar de insistir con la alternativa de resistencia pasiva.

A esta altura ya casi nadie recordaba que el reclamo se había iniciado porque 12 personas no cobraron sus planes PEL de octubre y a otras 10 no se les renovó ese beneficio en noviembre.

La orden de desalojo -según lo informado a este medio por los efectivos- provino del juez en lo penal correccional de la 6ta. nominación, José Luis Giavedoni.

El operativo de represión del corte fue desde la intersección de ambas avenidas hacia el oeste.

La policía dispuso dos líneas, con unos 25 efectivos en total: adelante, la Guardia de Infantería con bastones y escudos; detrás, tiradores con escopetas cargadas con cartuchos de balas de goma.

Con la manguera de los bomberos y un chorro a presión mojaron a los piqueteros, y en medio del desorden volaron objetos contundentes que cayeron sobre los escudos y cascos de algunos uniformados.

Empapados, algunos de los piqueteros batían palmas y cantaban. Una joven, desafiante, mostraba su torso sin más ropas que un corpiño. Otros tiraban hierros y cascotazos.

La policía avanzó hacia el oeste, sobre la mano de ingreso a Santa Fe de avenida Iturraspe, y los piqueteros quedaron entre los autos que esperaban en doble fila.

Uno de los desocupados alzó una cubierta (no estaba encendida) y la arrojó al aire. Cayó sobre el capot de un automóvil rojo, cuyo conductor giró rápidamente en U y huyó por la banquina.

Ese incidente -y el agua que mojó a una camioneta gris metalizada-, fueron los únicos momentos en que terceros se vieron involucrados en los hechos de violencia, pese a que abundaron los curiosos.

Tras golpear con sus bastones los escudos (produciendo un ruido similar a las detonaciones de las armas largas) se disolvió el grupo de desocupados, compuesto en su mayoría por mujeres y jóvenes; mientras éstos corrían hacia ambos lados de Iturraspe se ordenó disparar con balas de goma. La policía confirmó que hubo dos detenidos y que dos agentes recibieron golpes leves. Los piqueteros, que entre 5 y 7 personas quedaron heridas.