La situación en la ciudad era, esta mañana, de tensa calma y de mucha expectativa. Los comercios del centro y los bancos trabajaron con normalidad, aunque con custodia policial y en algunos casos decidieron abrir sólo las puertas de acceso a los comercios.

Los supermercados que ayer por la tarde sufrieron los violentos saqueos que terminaron con un muerto y varios heridos, permanecían con las persianas bajas, mientras sus dueños intentaban cuantificar los daños.

La mayor expectativa estaba puesta en la forma en que se iba a repartir la mercadería donada por la Cámara de Supermercados y Autoservicios, el Mercado Concentrador y otros comercios que adhirieron al pedido de alimentos.

A primera hora grupos de desocupados comenzaron a recorrer distintas reparticiones oficiales y entidades de bien público a la espera de novedades en este sentido. Se aguardaba que esta tarde la Municipalidad comience a repartir, a través de instituciones barriales, bolsones con alimentos. También en Emaús se organizaba la entrega, a dirigentes de grupos de desocupados, de mercadería y de productos frescos donados por el Mercado concentrador.

Por su parte, la provincia adelantó la entrega de las cajas con mercadería que mensualmente reparte a través de las unidades descentralizadas.

Frente al Banco Nación se concentraron, desde las 14, numerosos desocupados a la espera del pago de planes de empleo que se adeudan desde octubre.

Ayer el intendente Marcelo Alvarez convocó a un comité de crisis para analizar la situación y coordinar la entrega de la ayuda alimentaria.

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