Opinión: OPIN-02

El nuevo alcalde y el polémico monumento

Por Chanan Tigay


El nuevo alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, tendrá que resolver el espinoso tema de la reconstrucción del World Trade Center, que deberá conciliar la necesidad de remplazar el espacio de los edificios derribados con la de levantar un monumento conmemorativo a la medida del drama.

Refiriéndose por primera vez al tema desde la asunción del cargo el 1° de enero, Bloomberg manifestó su preferencia por un monumento que estaría integrado a un conjunto de edificios de tamaño mediano, además de una eventual zona comercial.

Bloomberg se enfrentaría de este modo al alcalde saliente, el popular e influyente Rudolph Giuliani, que se pronunció en los últimos días de su mandato en favor de la transformación de todo el lugar en un espacio conmemorativo y advirtió que continuaría interesándose en la cuestión.

"Debemos concebir un bello monumento, pleno de inspiración", sugirió en uno de sus últimos discursos. "Y si lo hacemos correctamente, vendrá a continuación el desarrollo económico. Millones de personas van a venir (...), y podemos crear edificios de oficinas en otros lugares".

Giuliani, que seguirá residiendo en Nueva York, donde fundó una sociedad de consultoría administrativa, contará con el visto bueno de las familias de las víctimas.

"La mayoría de la gente considera que la zona debería ser transformada totalmente en monumento conmemorativo", asegura Michael Cartier, que perdió a su hermano James en el derrumbe de las Torres Gemelas. "Por mi parte, no tendría objeciones en que se utilice una parte del espacio para la construcción de oficinas, pero el mío es un punto de vista minoritario", agregó.

La zona de más de seis hectáreas pertenece a la autoridad portuaria, una entidad controlada por los Estados de Nueva York y de Nueva Jersey, y había sido alquilada en julio a uno de los magnates del negocio inmobiliario, Larry Silverstein.

Una comisión bautizada Lower Manhattan Redevelopment Corporation, de reciente creación, se ocupará de estudiar el asunto y tendrá una voz en la definición del futuro del espacio.

Su presidente, John Whitehead, declaró el martes: "Imagino edificios de unos cincuenta pisos, pero nada que se parezca a las Torres Gemelas". En el mismo sentido, Michael Bloomberg descartó la opción de reconstruir una edificación idéntica a la destruida: "No es realista, desde un punto de vista económico, construir estructuras muy grandes en la actualidad".

Las familias de las víctimas, que representan en la ciudad traumatizada una fuerza que ningún político puede ignorar, esperan hacerse oír, y el nuevo alcalde se equivocaría si intenta imponer un proyecto que dedicara buena parte del espacio a edificios de oficinas.

"Si decide edificar algo que no sea un espacio conmemorativo, va a tener un grave problema con el público", advirtió Cartier. El doble atentado causó la muerte de unas tres mil personas. Los trabajos de nivelación de las ruinas continúan las 24 horas del día, y no concluirán antes del verano boreal. Ya se evacuaron cerca de un millón de toneladas de escombros. (AFP).